Mitos y verdades sobre las prótesis mamarias: una guía completa
El aumento mamario es uno de los procedimientos quirúrgicos más solicitados a nivel mundial. Sin embargo, existe mucha desinformación al respecto. En esta guía, analizaremos los mitos más comunes y las verdades científicamente respaldadas sobre las prótesis mamarias, basándonos en la evidencia más reciente y la experiencia clínica.
Mito:
Las prótesis deben cambiarse cada 10 años
En el pasado, se recomendaba el recambio de implantes mamarios cada 10 años, pero esta regla ya es obsoleta. La duración de un implante depende de varios factores, tales como la actividad física de la paciente, si realiza deportes de alto impacto o si experimenta cambios corporales significativos, como la maternidad o cambios significativos de peso. Los nuevos implantes están diseñados para durar mucho más de 10 años, lo que hace innecesario el recambio preventivo.
Verdad:
La necesidad de recambio del implante se evalúa individualmente
No existe un calendario fijo para el cambio de implantes, ya que depende de diversos factores, como adelanté en el punto anterior. Entre ellos, se consideran el envejecimiento del implante, el deseo de la paciente de cambiar el tamaño de sus mamas, los efectos de la maternidad y la lactancia, la menopausia o la aparición de complicaciones como la ruptura del implante o la contractura capsular. Cada caso debe evaluarse de manera personalizada para determinar el mejor momento para el recambio.
Mito:
Las prótesis pueden explotar en un avión
Es común escuchar que las prótesis mamarias pueden explotar en un avión debido a la presión de la cabina. Sin embargo, este es un mito sin fundamento. Los implantes actuales son extremadamente resistentes y diseñados para soportar las presiones tanto en altitudes altas como en el día a día. De hecho, muchas azafatas, quienes están constantemente expuestas a cambios de presión durante sus vuelos, tienen implantes mamarios sin ningún problema. Solo en situaciones excepcionales, como en aviones de combate que enfrentan fuerzas G intensas, los implantes podrían verse afectados.
Verdad:
Los implantes mamarios evolucionaron significativamente
Los avances científicos permitieron la creación de implantes mucho más livianos y funcionales. Un ejemplo de estos avances es el uso de un gel que pesa hasta un 30% menos que el de los modelos anteriores. Esta innovación reduce el efecto de la gravedad del implante en los tejidos mamarios.
Mito:
Todos los cirujanos plásticos son iguales
Aunque existen numerosos cirujanos plásticos, no todos están certificados por sociedades médicas reconocidas. En Buenos Aires, por ejemplo, aunque hay más de 1.000 cirujanos plásticos acreditados, los proveedores de prótesis tienen muchos más clientes, lo que significa que muchas personas se operan sin acudir a un profesional certificado. Es importante asegurarse de que el cirujano esté registrado en una sociedad médica y tenga la formación adecuada antes de someterse a una cirugía. Siempre, antes de realizar una consulta a un cirujano plástico, se recomienda consultar en la página de la sociedad de cirugía plástica de Buenos Aires ( www.scpba.org.ar) y en la página de SACPER.
Verdad:
Es importante operarse en un centro con alta complejidad
Aunque el pre quirúrgico sea óptimo, las complicaciones pueden surgir durante o después de la cirugía. Por esta razón, es clave elegir un centro quirúrgico con equipo médico especializado y una infraestructura que pueda hacer frente a cualquier eventualidad.
Mito:
La cirugía mamaria es solo para mujeres que quieren aumentar su tamaño
La cirugía mamaria no se limita únicamente al aumento de mamas. Existen diversos procedimientos que se adaptan a las necesidades de cada paciente. Además, muchas mujeres recurren a la reconstrucción mamaria después de una mastectomía, lo que les permite recuperar la identidad de sus mamas.
Incluso el procedimiento de cirugía transgénero está tomando cada vez más relevancia, permitiendo que las personas transgénero realicen la transición a su género autoafirmado con la cirugía de feminización o masculinización torácica.
Verdad:
Existen diferentes tipos de cirugía mamaria
Los procedimientos quirúrgicos de mamas evolucionaron y varían según las necesidades de cada paciente. Entre los tipos más comunes se encuentran el aumento mamario, que utiliza prótesis para incrementar el volumen de las mamas; la reducción mamaria, que elimina el exceso de tejido para mejorar tanto el volumen como la forma; la reconstrucción mamaria para aquellas pacientes oncológicas que atravesaron una mastectomía; y la mastopexia, que levanta las mamas caídas, devolviéndoles la forma natural. Además, la cirugía transgénero permite a los pacientes hacer la transición física hacia su género autoafirmado.
Mito:
La recuperación de una cirugía mamaria es larga y dolorosa
Un mito persistente sobre las cirugías mamarias es la idea de que la recuperación es siempre extensa y dolorosa. Sin embargo, esto evolucionó gracias a los avances en la técnica y la implementación de un concepto que empezó a desarrollarse a finales de los años 90. En 1997, el médico danés Henrik Kehlet introdujo la cirugía Fast Track, un enfoque que revolucionó la recuperación tras procedimientos quirúrgicos al promover tiempos de recuperación más cortos y con mínimo dolor. Este concepto sumado a los avances en la cirugía plástica del año 2001, con el cirujano John Tebbetts, quien describió por primera vez la técnica de aumento mamario en plano doble o “Dual Plane, se comenzó a desarrollar un enfoque de recuperación acelerada en la cirugía mamaria.
En 2024, logré publicar un estudio retrospectivo en una revista médica, que resultó de un análisis realizado sobre 2.906 pacientes que se sometieron a procedimientos de cirugía mamaria con, el mismo equipo y los mismos protocolos de recuperación. Los resultados demostraron, mediante un modelo estadístico de regresión binaria, que el 95,3% de las pacientes se recuperaron completamente en las primeras 24 hs. Este estudio, realizado con rigurosidad científica, refuerza la idea de que la cirugía mamaria moderna no solo puede ser rápida, sino también prácticamente indolora. Así, los pacientes pueden volver a sus rutinas normales mucho antes de lo que se pensaba, demostrando que la recuperación rápida es una realidad ya consolidada.
Juan Manuel Seren
Cirujano plástico experto en cirugía mamaria de rápida recuperación (M.N. 107.174)