Se entregaron en el Palacio de la Legislatura los premios de la Asociación de Críticos correspondientes a 2023

Luces y sombras de un gran año musical

Entre lo más destacado de la temporada se reconoció la labor de Charles Dutoit, la soprano Carla Filipcic Holm y la Orquesta Sinfónica Juvenil. Rechazo a la puesta “innecesaria” de la sinfonía ‘Resurrección’.

“En mi país pude estudiar en instituciones educativas públicas de excelencia, obtuve becas gracias a las que más tarde pude viajar para perfeccionarme y pude desarrollarme como intérprete abordando diversos estilos y períodos musicales. Gracias, asimismo, a la Asociación de Críticos Musicales, no solo por este reconocimiento de hoy sino también por haberme acompañado paso a paso a lo largo de estas dos décadas con palabras siempre generosas, desde aquel inolvidable Premio Estímulo en el año 2002”. Con este mensaje, Carla Filipcic Holm, actualmente en Francia (‘Tristán e Isolda’ en la Opera de Rouen), expresó su gratitud por el diploma que se le otorgó como Mejor cantante argentina. Ello en un acto de particular emotividad (in memoriam Juan Carlos Montero), sumamente concurrido (muchas personas debieron permanecer de pie), en el que la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina entregó en el bellísimo Palacio de la Legislatura local los galardones correspondientes a la temporada 2023.

LOS PRIMEROS

Los ganadores de las respectivas ternas se dieron a conocer en ese momento, y fueron Charles Dutoit y Carlos Vieu (homenajeó a sus maestros y especialmente a Guillermo Scarabino, presente en el recinto), Nelson Goerner y András Schiff, Gustavo López Manzitti, Anna Netrebko y Bryn Terfel, la Orquesta Filarmónica de Lucerna y la Sinfónica Juvenil Nacional Libertador San Martín, agrupación muy aplaudida (Mario Benzecry: “la distinción de los críticos nos genera el compromiso de ir siempre en busca de ser mejores”).

Obtuvieron asimismo el lauro la Camerata Salzburg (Giovanni Guzzo), Estación Buenos Aires (Rafael Gintoli, Gabriela Olcese, Siro Bellisomi, Ricardo Bugallo), que ejecutó -y fue ovacionada- un número de los últimos Cuartetos de Lalo Schifrin, al igual que el Fauré Quartett y el Coro Polifónico Nacional (Antonio Domenighini), del que concurrieron varios integrantes.

Como revelación tuvieron una mención especial la mezzo rusa Olesya Petrova (quien en plena maternidad hizo llegar expresivas líneas de reconocimiento), la soprano Antonella Zanetti y la joven directora colombiana Elizabeth Vergara Gallego (Orquesta Sinfónica de Salta).

Por su trayectoria resultaron distinguidos como intérpretes los destacados maestros Guillermo Becerra (muy efusivo en sus palabras, hoy al frente de la Orquesta Sinfónica Municipal de Mar del Plata) y Mario Perusso, emblema legendario de la ópera en nuestro medio. En el rubro compositores, Eduardo Alonso Crespo (“mi profunda gratitud por la hermosa convocatoria, que me genera tantos sentimientos”), al igual que Alicia Belleville y el recientemente fallecido Carlos Céspedes como docentes.

REAPERTURA

El Premio Estímulo fue adjudicado a su vez a Luciano Garay, el pianista Gastón Frydman y el tenor Fermín Prieto. En cuanto a las obras estrenadas, el lauro se otorgó a la ópera ‘El que dice no’, de Martín Matalón, y ‘Le voci sottovetro’, del afamado creador italiano Salvatore Sciarrino. En carácter de Mejor puesta la elegida fue ‘Don Giovanni’ (Juventus Lyrica, Gonzalo Córdova, María Jaunarena, quien rompió en llanto por la emoción).

En lo que hace a los hechos negativos, los críticos aludieron a la costosa e innecesaria puesta de la Sinfonía ‘Resurrección’, de Mahler, en un ámbito inadecuado. La pérdida de prestigio internacional de las instituciones musicales oficiales por el atraso en los pagos a los artistas. La supresión del acceso gratuito a los eventos del Salón Dorado del Colón. El incumplimiento de la ley de autarquía de ese coliseo lo que posibilita la realización de actividades ajenas a su misión. Y la discriminación por motivos políticos.

Paralelamente, en calidad de hechos positivos se enaltecieron la reapertura del Teatro Argentino de La Plata después de siete años de inactividad (su director general y artístico, Ernesto Bauer, contó el enorme esfuerzo que demandó poner en marcha otra vez esa inmensa maquinaria largamente abandonada). El cuadragésimo aniversario de la Academia Bach (recibieron el diploma Soledad de la Rosa y Andrés Spiller, quienes evocaron a Mario Videla). El Camping Musical de Bariloche (Encuentros Internacionales de Piano, José Luis Juri). El Festival Por el Camino de la Fe, de Salta (Jorge Lhez). Y el décimo aniversario del Proyecto Música por la Equidad, “una apuesta a la música como vehículo de inclusión social y educativo, con el que se promueve la enseñanza musical a niños y jóvenes”, especialmente en espacios menos favorecidos socialmente.

CRITICO COMO ARTISTA

El presidente Javier Milei hizo llegar su saludo y adhesión al acto, en el que estuvieron presentes el embajador de Japón, Hiroshi Yamauchi, y el de Marruecos, Fares Yassir, además del titular del Mozarteum Argentino, Luis Alberto Erize, entre otros relevantes actores de nuestra esfera musical y cultural.

Oscar Wilde escribió un ensayo, se dijo en el transcurso de la velada, trabajo dedicado al crítico como artista, no muy transitado, en el que destaca, entre otras cosas, nuestro “estudio, la percepción del alma, la observación de los rasgos, continentes y contenidos de la obra musical, su ubicación témporo-espacial, para plasmar finalmente un modelo interpretativo llamado a perdurar, alejado libremente del objeto y aún del propio pensamiento del compositor”.

“El crítico actúa así por una necesidad de base”, agrega el autor irlandés: “la de imponer una forma al caos de la creación artística”.