La movida de Mauricio Macri de presionar al presidente Javier Milei instruyendo a sus legisladores para que votasen junto con los radicales y el kirchnerismo el aumento a las jubilaciones generó confusión, porque después se declaró a favor del veto de esa iniciativa. Sin embargo, dirigentes muy cercanos al ex presidente explicaron que dispone de una encuesta de la consultora Synopsis que alentó la toma de distancia del gobierno. Esa medición arrojaría que la intención de voto de La Libertad Avanza habría caído del 40 al 31,9%, mientras la del radicalismo y del PRO se habrían duplicado (¿?).
Lijo y los sindicatos
El ingreso de Ariel Lijo a la Corte Suprema de Justicia se encuentra todavía en un limbo, pero hay varios legisladores que parecen dispuestos a darle una mano en esa tarea. Trascendió en las últimas horas que uno que podría hacerlo es el peronista Juan Manzur que en los últimos días le organizó un encuentro con lo que definió como los “popes” de la CGT. No hubo nombres propios de sindicalistas, pero sí la agenda del encuentro vinculada principalmente con la posición del juez federal en materia de legislación laboral y gremial. Al parecer los “popes” salieron satisfechos de la reunión.
Lijo y un indicio del voto K
La presentación de Ariel Lijo en la audiencia pública de la Comisión de Acuerdos durante la que se analizó su pedido de nombramiento en la Corte Suprema tuvo características insólitas. Por ejemplo, los ataques más severos corrieron por parte del oficialismo y sus aliados dialoguistas, mientras el kirchnerismo se cuidó mucho de criticarlo. Los integrantes del bloque mayoritario no le preguntaron por el pasado como hizo el oficialismo, sino por el futuro: en qué sentido votaría sobre las políticas de Javier Milei como la dolarización, el RIGI o la imputabilidad penal de los menores.
Lijo y los dos tercios
La presentación puso en claro que los votos negativos ya declarados son minoritarios. Lo fustigaron el libertario Paoltroni, la radical Losada y la liberal Alvarez Rivero. En todos los casos Lijo demostró una capacidad dialéctica muy superior a la de sus impugnantes. Pero no es con habilidad dialéctica que llegará a la Corte sino con contraprestaciones que el kirchnerismo demanda y la Casa Rosada todavía se resiste a ceder, según fuentes vinculadas a la negociaciones que no se realizan en el Parlamento. Por eso aun con la inédita campaña mediática en su contra el juez sigue en carrera.