Crítica: En "Pecados", sus protagonistas esconden un pasado lleno de odios y rencores
Los dolorosos amores jóvenes
Filmada en un pueblo de Salta con fondo de imponentes paisajes, "Pecados" enfoca el amor de dos jóvenes, cuyas familias esconden un pasado de secretos oscuros que el director Diego Yaker va mostrando al espectador, a través de los silencios y al comportamiento de los adultos.
"Pecados". Coproducida entre la Argentina y España, 2011. Dirección y guión: Diego Yaker. Fotografía: Félix Bonín. Música: Rudy Gnutti. Actores: Diana Gómez, Mariano Reynaga, Carmelo Gómez, Pepe Soriano, Cristina Brondo y Henny Trayles. Presenta: Primer plano. Duración: 84 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.
Filmada en un pueblo de Salta con fondo de imponentes paisajes, el argentino Diego Yaker concreta su segunda película, luego de "Como mariposas en la luz".
"Pecados" enfoca el amor de dos jóvenes, cuyas familias esconden un pasado de secretos oscuros, de odios y rencores, que el director va mostrando al espectador, a través de los silencios y al comportamiento de los adultos.
Sus protagonistas son Manuel (Mariano Reynaga), a quien llaman Bepo y Lourdes (Diana Gómez). El muchacho vive con su abuelo (Pepe Soriano) y María (Cristina Bronco), su madre murió y Lourdes es huérfana y a su padre se lo conoce como Don Santo (Carmelo Gómez).
La película transcurre en el paisaje salteño, con casas de barro y un pueblo en el que prácticamente no se ve gente y en su almacén de Don Santo también se encarga de ubicar los violines que fabrica el personaje de Pepe Soriano, al que Yaker prefirió no darle un nombre y sólo lo menciona como el abuelo, un luthier que con su nieto Manuel dan forma a los pocos instrumentos
que fabrican que significan un entrada, lo mismo que las changas que realiza el chico.
LOS JOVENES
Lourdes y Manuel se conocen de niños y cuando son adolescentes, ambos se dan cuenta que están enamorados. Claro que cuando los mayores se enteran de la relación que los une, deciden encerrar a cada uno en sus respectivas casas.
El abuelo castiga con un cinturón y prácticamente tiene preso al muchacho. Don Santo es menos severo con su hija Lourdes y la muchacha se escapa y va en busca de su amor. A partir de ese momento el filme se precipita hacia un desenlace, en el que se va revelando un secreto, referido a la madre de ambos jóvenes, que los mayores conocen, pero que ellos ignoran.
El director Diego Yaker filma prolijamente, sostiene el crescendo de los climas dramáticos, pero vuelve una y otra vez sobre secuencias parecidas, sin hacer evolucionar el drama. La historia de amor de los jóvenes está bien contada pero no se sabe lo que ocurrió con la madre de ella.
Son acertadas y convincentes actuaciones de Pepe Soriano (el abuelo), Mariano Reynaga (Manuel) y Carmelo Gómez (Don Santo), no ocurre lo mismo con la española Diana Gómez (Lourdes), que a pesar de su belleza cubre un personaje de tan marcado acento hispano que parece injertado en el contexto salteño.
Calificación: Buena