Historias creadas por Flor Suárez dan vida a la obra 'Había otra vez'

Los 'Cuentos en pijamas' ahora se narran en teatro

La productora radial y pareja de Andy Kusnetzoff comenzó escribiendo relatos para sus hijos, que más tarde llegaron a ser libros. Pequeño Pez les puso música y ahora se presentan en el Astros.

 

Desde que Helena era muy chiquita, Florencia Suárez compartía una suerte de ritual con su hija. Se ponía el pijama, se metía en la cama y le contaba cuentos antes de dormir. Pero una noche algo cambió. La nena -hija también de Andy Kusnetzoff- le pidió a su mamá que le inventara un cuento. Flor le contó una historia, sin imaginar que a la noche siguiente la pequeña le iba a pedir que repitiera el relato de "la nena del monopatín”. Dije Guau, todo eso salió de mi cabeza y fue directamente a la suya; se lo acordó todo”. Fue en ese momento que la exproductora de ‘Perros de la calle’ decidió que iba a empezar a escribirle historias a su hija. “Me parecía raro escribirlas en computadora, con la tecnología de por medio, porque después se las tenía que leer en el celular o en una tablet y no quería eso, entonces las imprimía antes de leérselas”.

Mientras tanto, Hernán Casciari -escritor y fundador de la editorial Orsai-, ya enterado de estos cuentos, le insistía a Florencia para que se los mostrara, pero ella prefería dejarlos en la intimidad de su hogar. Hasta que un día Helena fue por más: “Me gustaría ver dibujos, mamá”, le dijo. Entonces Suárez compartió sus cuentos con Casciari, quien luego de leérselos a su propia hija, le propuso publicarlos. “Ese no era mi objetivo, pero en mi fantasía miraba muchas ilustraciones para imaginarme los personajes. Ahí apareció Ana Sanfelippo y dije ‘si tengo que hacer esto, vamos con Ana’, que es la persona con la que más me imagino los personajes”. Así llegó ’Cuento en pijama 1’, más tarde se publicó una segunda parte y hace pocos días salió a la venta la tercera.

Hoy, además de leerse, esos cuentos pueden verse en la obra ’Había otra vez’, con Maida Andrenacci, Fede Fedele y Caro Setton dirigidos por Emiliano Dionisi, en el teatro Astros, con música que la banda Pequeño Pez compuso especialmente para esta propuesta.

EN ESCENA

- ¿Cómo está viviendo esto de ver sus cuentos en el teatro?

- Estoy muy, muy contenta y emocionada también al pensar que todas las historias que se cuentan en la obra yo se las inventé a mi hija. Es muy emocionante ver cómo esas historias cobran vida y pasan a ser parte de muchas familias. Cuando empecé a escribir fue por la importancia de la conexión en el momento de leer un cuento, y bueno, en la obra pasa un poco lo mismo que con el cuento: es un rato de conexión. Yo veo a las familias que están muy atentas y a veces, quizás, no llega el aplauso porque están súper concentradas. En las funciones me pongo al costado para ver las reacciones de la gente, me gusta esa parte.

- ¿Cómo surge la idea de llevar los cuentos al teatro?

- Una cosa fue llevando a la otra. Al ser productora, primero fui buscando bandas infantiles que pudieran acompañar mis historias y empecé a hacer una especie de experiencia de narración de cuentos y música. Después todo fue creciendo y apareció el Konex, que me dijo de hacer una presentación más grande; y este año el Astros me propuso hacer esto que dijeron que no encontraban en otro lado. Yo siempre quise producir teatro y hace tres años más o menos Mey Scápola me dijo: “Cuando quieras hacer una obra la persona para hacerla es Emiliano Dionisi”. Cuando lo conocí a Emi supe que era la persona indicada. Le mandé los libros, me hizo una devolución y fue conexión a primera vista, Entendió todo lo que yo quería transmitir y lo hizo perfecto.

Maida Andrenacci, Fede Fedele y Caro Setton protagonizan la obra, de martes a domingos en el teatro Astros.

- ¿Usted tuvo injerencia en lo que se ve sobre el escenario?

- Sí, fue muy en conjunto con Emi. La verdad es que él entendió desde el primer momento cuál era la historia. En la obra hay una canción que dice: “inventar un cuento tiene un mundo inventado por vos”, y así empezó la historia acá: con un montón de mamás y papás que inventamos cuentos, porque más allá de que yo haya estudiado periodismo y escritura, todos pasamos por ese momento de “inventame un cuento vos”. Y yo quería que eso se transmitiera en el escenario. Entonces estuve y estoy muy presente, porque, además, me gusta mucho ocuparme de todos los detalles. Es algo muy mío, como un hijo, porque nació de algo muy personal.

COMPARTIR EL TEXTO

- Al sentirlo como “un hijo”, ¿le costó entregar los textos para que otro los dirija?

- (Piensa) Me costó, sí, pero lo hice con mucha alegría. En realidad, no sé si me costó, porque a Emiliano lo busqué yo. Lo que quizás sucede es que una vez que están representados en el escenario empiezan a ser de todo el mundo y el trabajo de un escritor es muy solitario. Hay mucho contraste entre escribir y esto que está sucediendo ahora, entonces ahí es cuando digo: “Guau”. Pero no siento que me cueste, sí me genera un montón de emociones y Emi respetó el texto tal cual. Por más que sea una versión teatral de él, el texto es muy fiel, lo siento muy cuidado.

- ¿Y a Helena qué le pasó con esto de que sus personajes ahora sean un poco de todos?

- Está feliz, le gusta acompañarme a los ensayos y funciones. Cuando salieron los cuentos y yo veía las ilustraciones para dar el ok final, ella me decía: “Este es como el mío”. Fue partícipe y es algo que le va a quedar para toda la vida. Esa fue un poco la idea del libro. En cuanto al teatro está muy emocionada y a veces no puede creerlo. Por ejemplo, Rebeca -la coneja del libro- es su coneja, se llama igual y que todos nombren algo muy personal de ella es movilizante.

- Con varios libros ya publicados, ¿Sigue pensando los cuentos desde la mamá o tiene armada una rutina para inspirarse?

- A menudo voy anotando cosas que suceden o que me vienen a la cabeza. Todo lo que voy viviendo en el día algo me dispara para una historia, ya mi cabeza funciona as’. El otro día, por ejemplo, Helena me dijo una frase y yo pensé “ay, esta frase me serviría para un cuento”. Estoy muy conectada con la sensibilidad de los chicos, lo que dicen me parece fascinante y me gusta detener ese tiempo de la infancia.