Lijo y García-Mansilla fueron rechazados por la Cámara alta

Apoyado por el PRO y la UCR, Unión por la Patria derrotó políticamente al Gobierno. El kirchnerismo calificó la designación de ambos por decreto como un “asalto” al Senado y sostuvo que los fallos de la Corte con la firma del académico serán nulas. El papel de Macri y Lousteau.

El Senado rechazó el nombramiento de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema de Justicia por 27 votos a favor, 43 en contra y 1 abstención y el de Manuel García- Mansilla por 20 votos a favor y 50 en contra. Ambas candidaturas habían sido enviadas al Congreso un año atrás por el presidente Javier Milei.
La votación negativa constituyó el revés político más grave sufrido por el Gobierno en el Congreso desde el rechazo por ambas Cámaras del DNU que otorgaba a los servicios de Inteligencia recursos por 100 millones de dólares.
Así, la llegada de Lijo a la Corte quedó bloqueada, a pesar de haber sido nombrado por decreto por el Poder Ejecutivo para ejercer el cargo en comisión. El caso de García-Mansilla es más complejo porque ya fue incorporado al alto tribunal, por lo cual la única vía constitucional para removerlo, si no renuncia, es la del juicio político.
El bloque que más votos le aportó a Lijo fue el peronista: diez. Entre ellos, tres de Santiago del Estero, tres de Tucumán y uno de Catamarca. También lo votaron positivamente varios senadores de partidos provinciales como Arce (Misiones), Carambia (Santa Cruz) y Crexell (Neuquén). Todos los libertarios le votaron a favor, salvo Juan Carlos Pagotto, que se abstuvo. Lo apoyaron además tres radicales: Víctor Zimmermann, Mercedes Valenzuela y Eduardo Galaretto.
La coalición antiMilei que consiguió reunir el quórum para derrotar al Gobierno estuvo integrada por el kirchnerismo que aportó 32 legisladores, el PRO que aportó dos (Alfredo De Angelis y María Victoria Huala), la UCR otros dos (Martín Lousteau y Pablo Blanco) y la adhesión del libertario disidente Francisco Paoltroni.
Los dos senadores del PRO, según trascendió, concurrieron al recinto por pedido de Mauricio Macri. No se hicieron eco de ese pedido, en cambio, la porteña Gudalupe Tagliaferri, alineada con Horacio Rodríguez Larreta, ni la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, alineada con el Gobierno nacional. De los trece senadores que forman el bloque de la UCR, el presidente del partido, Martín Lousteau, sólo consiguió el apoyo de uno.
En el caso del peronismo, de sus 34 integrantes dos no contribuyeron al quorum: la jujeña Carolina Moisés y el santafecino Marcelo Lewandowski, ambos enfrentados con el kirchnerismo en sus respectivos distritos.
Al margen de la decisión de la Cámara alta, tanto Lijo como García-Mansilla fueron designados por decreto del Poder Ejecutivo, pero no se encuentran en la misma situación. El segundo ya fue incorporado por la Corte Suprema cuyos tres miembros, por unanimidad, consideraron válida su designación. El vocero presidencial Manuel Adorni aclaró ayer que dependerá del propio García- Mansilla continuar o no en la Corte.
En el inicio del debate la presidenta de la Comisión de Acuerdos, Guadalupe Tagliaferri (PRO-CABA) aclaró que la Cámara había tardado once meses en expedirse por falta de consenso para conseguir una mayoría de dos tercios. Rechazó a ambos candidatos y reclamó ministros mujeres para la Corte. Aseguró además que el presidente de la Nación se había burlado de la Cámara al nombrar a los jueces por decreto.
Por su parte, el kirchnerismo a través de distintos voceros, calificó las designaciones como un grave ataque institucional contra el Senado y negó validez a la designación de García Mansilla.