EL PULSO DE LOS MERCADOS
Las palabras moderadas de J. Powell cambiaron drásticamente el escenario
Hemos recibido excelentes noticias de los mercados en la última semana de julio, a pesar de que Estados Unidos ingresó en lo que los expertos consideran una recesión técnica (dos trimestres consecutivos de caída del Producto Bruto Interno). Esto es porque otros indicadores de la mayor economía mundial -como el mercado laboral, el inmobliario y el consumo- no muestran caídas significativas, aunque la Reserva Federal subió este año las tasas del cero a la horquilla de entre 2 y 2,5 %.
Muy comentadas han sido las declaraciones del último miércoles de Jerome Powell. El presidente de la Reserva Federal destacó la robustez económica de Estados Unidos y dijo que los balances de las empresas son aceptablemente buenos. También aseguro que la inflación, a pesar de la guerra en Europa oriental, va cediendo razonablemente. Insistió en que no habrá una recesión pura y dura. Hubo una frase categórica: la Fed está pensando en desminuir el nivel de aumento de las tasas de interés en lo que resta de 2022. Pensábamos los agentes del mercado que las tasas de interés iba a llegar al 4 % a principios de enero. Ahora parece que no será así.
En mi opinión, esto ya ha sido descontado en el precio de los activos bursátiles. Me refiero al 4 % de tasa de interés, dado que sería una condición indispensable para que la inflación -hoy en torno al 9,1 %- baje al 4-4,5 % que la Fed fijó como primer objetivo. La mayoría de los expertos que yo sigo consideran que, dada la situación internacional, es muy probable que el aumento del costo de vida en Estados Unidos esté en junio del año que viene en torno del 6 % anual. Muy lejos de lo que la Reserva Federal considera como el óptimo económico: 2 % anual.
Así las cosas, el mercado tomó muy a bien las palabras más moderadas de Powell. Mañana, el Dow Jones arrancará en 32.845,13 puntos, mientras que el Standard & Poor's 500 lo hará en 4.130,29. El Nasdaq, donde cotizan las principales tecnológicas, volvió a los 12.390,69. Los tres principales indicadores neoyorquinos cerraron julio con notables recuperaciones: el Dow subió un 6,7 %, el S&P un 9,1 % y el Nasdaq un 12,4 %.
Las palabras de Powell también fueron un bálsamo para los commodities y las monedas mostraron un rebote técnico. Es decir, el dólar no sólo cayó contra el euro y el yen, sino también contra el real y el peso mexicano. El oro, la plata y el cobre tienen ahora un potencial alcista del 10 %, de acuerdo a nuestros cálculos. El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió el viernes un 2,3 % y elevó a 98,62 dólares el barril. Aquí también influyó el hecho de que ningún analista considera que la OPEP disponga esta semana aumentar la producción de crudo, desairando los árabes al debilitado Joe Biden. La soja, finalmente, tiene buenas posibilidades de volver a la zona de 1.550 dólares.
Me parece que de aquí a fin de año vamos a ver un dólar corrigiendo a la baja, con los commodities en alza. ¡Ojo, lector, que el oro puede recuperar su protagonismo, en un escenario en que empieza a ceder la inflación en Estados Unidos y la Fed va moderando las subas de tasas. El techo de 2.000 dólares la onza será probado en los próximos meses, de acuerdo a mi visión de los acontecimientos, desde los u$s 1.764 actuales.
Las criptomonedas tuvieron un repunte en los últimos quince días. El bitcoin volvió a los u$s 23.500 desde los u$s 18.000 del peor momento, cuando el mercado asimiló todo lo malo del año. El ethereum en u$s 1.680, desde los u$s 1.000. En mi opinión, irá en camino a los u$s 35.000 el primero y los 2.300, el segundo. La magia de los mercados.