La segunda fase del Plan Milei

Por Carlos Pérez *

La segunda etapa del plan de estabilización ya había empezado, puesto que ya se reemplazaron más de la mitad de los pasivos del BCRA (casi $20 billones) por Letras del Tesoro, en los activos de los bancos comerciales. Faltan otros $15 billones, aproximadamente.

Una segunda etapa para disimular la demora de la salida del cepo, proceso en el que no se define el “sendero” de una salida secuencial que permita setear y anclar expectativas de los sectores productivos. En el terreno operativo, esto debería implementarse con una dinámica que vaya eliminando restricciones del Banco Central y de la CNV, semana tras semana, y de menor a mayor.

De esta forma, se marcaría un sendero que ofrecería certidumbre a la producción. Tampoco en esta segunda etapa se aporta certeza alguna respecto del cómo se sale del cepo. Antes era competencia de monedas versus dolarización y ahora se plantea que será con tipo de cambio fijo o flotante.

Otra reflexión, pasar de la etapa de déficit cero a la de emisión cero es un tanto redundante, ya que el déficit cero incluye a la emisión cero en lo esencial. Es como pasar de una etapa superior a una inferior. Sí tendría sentido a la inversa.

De hecho, tanto en la Convertibilidad como en el gobierno de Macri había emisión cero sin déficit cero. Tratando de inferir las posibles consecuencias económicas de esta singular segunda etapa creemos que el gobierno busca acotar la brecha cambiaria, con un política monetaria (de tipos de interés reales positivos) más autónoma y más dura. En tanto, este nuevo sesgo de la política monetaria demorará la reactivación de nuestra economía.

RECESION PROFUNDA

El piso de la recesión se ubicó entre marzo y mayo, aunque la recuperación hacia delante será lenta sin claros drivers de crecimiento. En efecto, los primeros indicadores de actividad del mes de mayo confirman que la recesión se sigue sintiendo con fuerza en diversos sectores de la economía.

Hacia delante, el consumo seguirá limitado en el marco de una recuperación de los ingresos muy parcial, que podría amesetarse con una desinflación que encontrará un freno y un mercado laboral en tensión.

Además, el ajuste en la inversión pública, la incertidumbre en torno a cuándo y cómo se sale del cepo y hacia qué esquema cambiario se busca ir son factores que condicionarán la dinámica de la inversión. De esta forma, en nuestro escenario base la recuperación económica se demora hasta el 2025.

En este sentido, todavía no se ve un programa de desarrollo que mueva los motores de crecimiento, como el consumo, la inversión y las exportaciones. La semana pasada el INDEC publicó los datos de actividad del mes de abril, señalando una baja del 1,7% i.a., con un aporte positivo del agro de 4,45 puntos.

Así, excluyendo este sector, la caída de la actividad habría alcanzado los 6,2 puntos interanuales. En términos desestacionalizados, presentó una leve merma en la comparación mensual (-0,1%), acumulando ocho meses en negativo.

En tanto, los indicadores adelantados de mayo exhiben datos mixtos, en algunos casos mostrando rebotes moderados (especialmente en algunos datos de consumo y del sector de la construcción), mientras que otros rubros continúan muy resentidos (en particular los industriales). En detalle, el consumo masivo mostró un incremento del 1,7% mensual en la medición desestacionalizada, aunque quedando aún un 14,8% por debajo del nivel de

noviembre previo. Por su parte, la venta de autos al mercado interno se expandió un 6,2% mensual en mayo, si bien se sostiene un 11,5% por debajo de noviembre. En cuanto a la actividad de la construcción, más allá de las caídas interanuales de gran magnitud (-37,2% abril), ésta habría tocado un piso en marzo, mostrando números positivos en la comparación mensual en abril y mayo.

En cuanto a la industria, si bien en abril diversos indicadores habían exhibido un ligero repunte, con el índice de producción industrial mostrando un alza del 1,8% mensual sin estacionalidad (-12,7% vs. nov-23), los primeros datos de mayo no exhibieron una recuperación adicional.

De hecho, tras la mejora de abril, la producción de hierro y acero disminuyó un 4,8% mensual (aunque sin volver al piso de marzo), mientras que la de automóviles un 8%, siendo el peor mes de actividad del año.

De esta forma, desde Fundación Capital sostenemos que el piso de la recesión se habría alcanzado en el trimestre marzo-abril-mayo en términos generales, previéndose hacia delante una recuperación muy gradual. En la comparación con otras crisis económicas, se verifica una caída más pronunciada respecto a las experiencias del 2009, 2014, 2016 y 2018, aunque en mucha menor medida que las crisis del 2001 y del Covid en 2020.

En detalle, si se analiza la caída porcentual acumulada hasta que la actividad tocó el piso en cada episodio, en 2009 la merma fue del 3,1%; en 2014 del 3,2%; en

2016 del 2,8%; y en 2018 del 3,5%.

Recordemos que en la actualidad el Estimador Mensual de la Actividad Económica (Emae) exhibió una baja

del -4,8% acumulado entre noviembre de 2023 y abril. Por su parte, entre el shock de diciembre de 2001 y abril de 2002 la contracción fue del 6,2%, si bien la economía había comenzado a contraerse en julio de 1998 con una baja acumulada desde esa fecha del 21,2%. Finalmente, durante la crisis del Covid-19 la caída del PBI en los dos primeros meses fue del 23,8%.

En definitiva, estamos atravesando una recesión de importante magnitud, donde la casi totalidad de los sectores económicos se vieron afectados (a excepción del agro, la minería y la energía).

Además, la industria manufacturera continúa mostrando números negativos, siendo particularmente relevante por su peso en el empleo registrado (18,7% en 2023). Hacia delante, los drivers que podrían guiar la recuperación no son claros, tema que abordaremos a continuación.

RECUPERACION

En línea con los indicadores adelantados de mayo, la actividad económica habría tocado un piso en el segundo cuarto del año. En lo que respecta a la segunda mitad del 2024, en nuestro escenario base se verificarían números desestacionalizados positivos en el segundo semestre, aunque aún negativos en la comparación año a año, recuperándose los niveles previos recién en 2025, de la mano de un programa integral de desarrollo que logre movilizar el consumo, la inversión y las exportaciones.

En cuanto al consumo, los salarios del sector privado registrado se recuperaron en el período febrero-abril (+2,8% real), confirmando que ya tocaron su piso, aunque sin compensar la abrupta caída de diciembre y enero.

En efecto, a abril se ubicaban un 9,6% por debajo del nivel de noviembre. Para mayo, el promedio de los convenios relevados anticipan nuevamente una leve recuperación, con subas en los acuerdos paritarios en promedio del 7% mensual frente a una inflación del 4,2%.

Hacia adelante las autoridades probablemente busquen que la paritaria de Camioneros marque un sendero, con una lógica de ajustes mensuales decrecientes (5% mensual en junio, 4% en julio, 3% en agosto). De hecho, Comercio cerró en esta línea (5%, 4,5% y 4%, respectivamente).

Sin embargo, de confirmarse este esquema de aumentos, en el tercer trimestre la mejora del poder adquisitivo podría amesetarse, en línea con una desinflación que se frenaría en el marco del retomado ajuste de precios relativos.

Aún más, los datos de empleo no dan buenas noticias. El Indec reveló que la tasa de desempleo subió 0,8 puntos en el primer trimestre de 2024 frente al mismo período del año previo, alcanzando al 7,7% de la población económicamente activa (PEA).

Al mismo tiempo, también se incrementó en 1,8 puntos i.a. la población ocupada o subocupada demandante de empleo, llegando al 16% de la PEA, constituyendo una presión adicional sobre el mercado de trabajo.

De esta forma, el consumo privado seguirá limitado en lo que resta del año, aunque estimamos bajas de menor cuantía que en el primer semestre. En detalle, se prevé en el escenario gradual una caída promedio del 3,5% interanual.

Por su parte, el ajuste en la inversión pública, la incertidumbre en torno a cuándo y cómo se sale del cepo y hacia qué esquema cambiario se busca ir son factores que

condicionarán la dinámica de la inversión.

 

* Director coordinador de la Fundación Capital.