La revolución tatengue

La porción tatengue de Santa Fe vibró con el equipazo que Unión formó en 1975. Había ascendido el año anterior y, para afrontar el regreso a Primera División luego de cinco temporadas de ausencia, el presidente Súper Manuel Corral apostó fuerte. Para empezar, contrató a un técnico de enorme prestigio como Juan Carlos Lorenzo. Y de la mano del Toto se fueron sumando Hugo Orlando Gatti, Victorio Nicolás Cocco, el uruguayo Baudilio Jáuregui, Ernesto Mastrángelo, Víctor Bottaníz, Víctor Marchetti, Miguel Angel Tojo, Oscar Trossero, Eduardo Marasco, el León Roberto Espósito, el Chapa Rubén Suñé… Jugadores de primer nivel que se vistieron de rojiblanco para protagonizar una gran campaña en el Metropolitano. El equipo del Toto fue cuarto en el Metropolitano, un torneo en el que le ganó nada más y nada menos que a River, el futuro campeón del certamen, en un partido durísimo.

El comienzo de la campaña fue arrollador. Unión cosechó cinco triunfos consecutivos: 2-1 a Atlanta, 2-1 a Chacarita, 4-2 a Newell´s, 1-0 a Central y 2-1 a Boca. Lideraba el torneo junto con River, al que enfrentó en la 6ª fecha. Ese día, los millonarios se impusieron 4-2 en un partido que generó una enorme expectativa. El tropezón no fue caída porque los tatengues se recuperaron rápidamente y continuaron disputándole mano a mano el título a los de Núñez. Ya se había afianzado como titular Leopoldo Jacinto Luque, el atacante al que Lorenzo le dio plena confianza para ganarse un lugar -hasta le pronosticó que sería el 9 titular de la Selección en el Mundial ´78 cuando ni siquiera había sido citado por César Luis Menotti- y que se entendía a la perfección con Héber Mastrángelo y Marchetti.

River fue demoledor en la segunda rueda. Encadenaba un triunfo tras otro y nada parecía detenerlo. Unión, que entre otros notables resultados le había ganado 7-1 a Racing, trataba de no perderle pisada. En la 25ª jornada, los santafesinos debían recibir al puntero. Rápido para los negocios y seguro del potencial de las huestes del Toto, Corral le propuso a su par millonario, Rafael Aragón Cabrera, ceder la localía y jugar en la cancha de Vélez para asegurarse una más que jugosa recaudación.

Los dirigidos por Angel Labruna tomaron la iniciativa contra un rival bien plantado en el fondo. Pinino Mas ensayó una chilena que hizo lucir al Loco Gatti. El Pato Fillol se lo negó a Mastrángelo.  El partido, además de intenso, se fue haciendo cada vez más duro. Nadie regalaba nada. Ni escatimaba pierna fuerte. El Beto Alonso y Jota Jota López probaban con remates de media y larga distancia que el arquero local se las ingeniaba para contener. Pese a la mayor insistencia de los visitantes, el 0-0 no se modificaba. Pero tras un ataque de River, Cocco sacó un largo pelotazo para la corrida de Mastrángelo. Héber les ganó a todos en velocidad y puso en ventaja a los santafesinos.

Cuando volvieron del descanso, los millonarios redoblaron la ofensiva, pero sus intentos se reducían a los disparos del Negro López y el Beto. Ambos chocaban con un Gatti invencible. Trullet se fue expulsado por golpear a Perico Raimondo y Mas le siguió los pasos por una dura entrada contra Cocco.

El duelo estaba planteado con total nitidez: los ataques de River versus las réplicas de Unión. Fillol se lo negó a Mastrángelo y Gatti interceptó un peligroso centro de Pedro González. A los millonarios se les acababan los recursos y los santafesinos lastimaban con su aptitud para responder a las incursiones de sus adversarios. Y por la misma vía  a través de la que abrió el marcador, Unión halló el segundo gol. Luque fue el encargado de aumentar la cuenta.

Cerca del final, Gatti le atajó un penal al Beto Alonso y entonces quedó demostrado que no había caso. Todo estaba a pedir de ese conjunto tatengue que no bajaba los brazos en la lucha por el título, la recompensa que tanto deseaba para hacer todavía más significativa la revolución que vivió en ese inolvidable 1975.