DIEGO FISCHER PRESENTA ‘EL PRECIO DE UNA TRAICION’

La otra cara de la historia

Hay una máxima entre los estudiosos del origen de la humanidad que reza que “la historia la escriben los que ganan”. Sin embargo Diego Fischer se ríe de esa idea y por ello, tal vez, se convirtió en el autor más vendido de la República Oriental del Uruguay.

Es que su olfato periodístico lo lleva a hurgar en donde cree que no todo es como se contó, que esa historia tiene doble faz y que solo fue escrita bajo los intereses del partido político que dominó por casi 100 años las riendas del país. Así surgieron libros exitosos como Qué Tupé (2010), El robo de la historia (2019) y Qué poco vale la vida (2022), y ahora redobla la apuesta con El precio de una traición (Planeta).

Se trata de una novela histórica que cuenta la “epopeya” –como le gusta decir- de Paysandú, hecho trascendental para los uruguayos, que a fines de 1864 tuvo al líder Leandro Gómez al mando de un maltrecho y espontáneo ejército de mil soldados defendiendo el territorio.

En frente, nada menos que un aceitado ejército brasileño de 11 mil combatientes, que incluso contó con la complicidad del gobierno argentino y la traición del mismo Venancio Flores.

Con una profunda investigación, Fischer (Montevideo, 1961) encontró en los registros parroquiales fechas que no coincidían con lo estudiado por los alumnos en los últimos 50 años en la escuela. Aunque minimice su reconstrucción de la historia uruguaya, el autor con sus publicaciones no deja de incluir asteriscos en los manuales de historia.

¿REESCRITURA?

—Usted rechaza la idea pero con sus libros parece estar reescribiendo la historia política de Uruguay.

—Es muy pretencioso pensar que estoy reescribiendo la historia. En lo personal no lo creo. Lo que sí estoy haciendo a través de mis libros es contar hechos que la historia no contó o que los historiadores olvidaron. Personajes que el paso el tiempo minimizó pero cuando se hace una lectura objetiva no hay más que resignificarlos. Por suerte hay mucha historia uruguaya que no está contada con objetividad, así lo puedo hacer yo. Pero sí es cierto que a través de mis investigaciones he revelado episodios que ningún libro o la historia oficial, si cabe ese término, los han contemplado.

—¿Por qué cree que se dio eso?

—En primer lugar porque hubo un partido que gobernó durante 93 años consecutivos en el Uruguay y muchos de los que escribieron la historia lo hicieron a través de esa única mirada, la del Partido Colorado. La misma es una mirada hemipléjica, que luego se repitió cuando llegaron los militares al poder y que se reiteró recientemente cuando llegó la izquierda. Entonces lo que me encontré investigando, es que hay cosas pequeñas que no cambian la historia, como fechas de nacimiento de un héroe como Aparicio Saravia, que se lo celebra un año antes de que naciera porque nadie se tomó el trabajo de ir al archivo parroquial en un pueblo perdido de Uruguay a buscar su ficha, Claro, es un caudillo blanco y al partido opositor no le interesaba la data precisa. Así en varios casos.

—En ‘El precio de una traición’ recrea la defensa de Paysandú del coronel Leandro Gómez.

—La epopeya de Paysandú fue un tema que siempre me cautivó y me genera admiración. Llego a esa batalla porque siempre en la investigación de todos mis libros, fui abriendo ventanas que iniciaron futuras publicaciones. Después voy viendo en base a los aniversarios y fechas redondas, cuándo puede ser mejor editarlo. En este caso era un tema que lo tenía estudiado y en la mira y justo coincide que el próximo 2 de enero de 2025 se cumplirán 160 años de la defensa que inmortalizó a Leandro Gómez y le dio categoría de héroe nacional.

—Cuando tiene un tema tan contundente, ¿por qué darle un marco de novela histórica y no uno propio de crónica?

—Porque no creo que al público, ya sea quienes me siguen desde siempre o nunca me hayan leído, les interese un libro puramente de historia. De hecho, este relato es tan rico en acontecimientos y personajes que me habilitaba al menos a escribir no menos de 500 páginas, pero no puedo ignorar que en la actualidad, un libro no puede tener más de 300 páginas. Debo reconocer que uno compite contra las plataformas, el celular y la vertiginosidad de la vida actual. Si bien no es competencia directa de otro libro, sí con el tiempo que se le otorga a otras cuestiones. Algo que agrego por primera vez y va con los tiempos que corren, es un código QR con el que el lector puede acceder a un video 3D donde se muestra cómo era la ciudad de Paysandú antes de la masacre y destrucción total. Es un video impactante que da la real magnitud de los hechos.

—La historia de Leandro Gómez recuerda a los 300 espartanos pero con otro final. ¿A usted qué lo sorprendió más?

—La dimensión de la traición de Venancio Flores me llamó mucho la atención. Cuando uno lee la historia y los documentos, no puede entender cómo por una ambición personal, un individuo conduce a sus compatriotas a una mascare espeluznante, para luego instaurarse como dictador y hacer marchar a las tropas del ejército para cometer otra tropelía cuantitativamente mayor, como la Guerra de la Triple Alianza.

LO NO DICHO

—¿Qué descubrió de esta historia qué no estaba dicho?

—Terminada la investigación de todo lo relacionado con Uruguay, me di cuenta de que me faltaba la mitad. Que faltaban las razones que llevaron a Brasil a involucrarse de la forma que lo hizo. Y que necesitaba llegar a los archivos de Brasil porque ningún libro uruguayo lo había estimado. Y ahí fui. Para mi sorpresa, el Ejército me abrió su archivo de par en par y en menos de un mes, y de forma digitalizada, me enviaron más de 16 tomos de más de 400 páginas cada uno, con todos los documentos clasificados y cartas de la época. Se hizo la traducción correspondiente de los períodos que me interesaban y me puse a escribir. Fue revelador y angustiante encontrar el pacto entre Flores y el almirante Tamandaré.

—Leandro Gómez tomó figura de héroe nacional.

—Gómez es una figura romántica. Un hombre que entregó todo por sus convicciones y por su dignidad. Él sabía perfectamente cuando llegó por última vez a Paysandú que iba a morir. Porque es imposible superar una relación de fuerzas sin equivalencias de uno contra once. Eran mil patriotas frente a un ejercito de 11 mil soldados que estaban mejor alimentados, mejor entrenados y tenían el apoyo del gobierno argentino de Bartolomé Mitre y la complicidad de Justo José de Urquiza que le suministró los caballos al ejército brasilero a través de Flores.

—Frente a la magnitud de estos acontecimientos, ¿el periodista de actualidad que lleva dentro pierde cada vez más terreno frente al escritor de historia?

—Reconozco que el escritor le va ganando día a día terreno a todo. Si bien me defino primero periodista y después escritor, amar la historia y mi instinto de investigación me llevan constantemente al terreno de la escritura de libros y relegar mi mirada crítica actual. Y si bien mantengo mi columna en el diario El País, donde tomo postura política concreta, el tiempo que me lleva un libro es superador en todo.