El pulso de los mercados

La economía global está en una situación de cara o cruz

Por Juan J. Llach *

Superados los serios temores inducidos por las caídas del Silicon Valley Bank y del Credit Suisse se tranquilizaron los mercados financieros, pero las inquietudes siguen en pie.

Estamos en una situación de cara o cruz y la economía global puede encarrilarse o descarrilar. Afortunadamente, ya quedó atrás la pandemia, pero otras amenazas emergieron.  No sólo por la guerra de Rusia vs. Ucrania, las citadas quiebras de bancos de primera línea y los disensos internos, en casi todo el globo terráqueo, aunque los más preocupantes son los de EE.UU. y Francia.  

Al contrario, la inflación se está acotando en las economías desarrolladas, no así en Latinoamérica, especialmente en la Argentina, en fuerte aceleración, y en Venezuela.

El resultado de estas novedades financieras, como ya lo preveíamos, es que habrá una desaceleración de la economía global. El FMI es, como siempre, más optimista. En consonancia, el último The Economist del 15 de abril, tituló en su tapa “Riding High, the lessons of America´s astonishing economy”, soslayando la alta inflación que, sin embargo, está en claro descenso, desde un máximo de 9.1 en junio de 2022 anualizado 2022 hasta la muy baja de 5% en marzo de 2023.

Una buena noticia para el Cono Sur es la firmeza del precio de sus commodities, en especial, los granos gruesos (maíz y soja) y sus derivados. La moderación de la inflación y un crecimiento más rápido que el previsto seguirán dependiendo de que la guerra Rusia-Ucrania, al menos se estabilice y que el problema de algunos bancos no se trasforme en una corrida bancaria generalizada. La gran pregunta es, más allá de la tecnología, ¿cuál será el motor de demanda que nos llevaría nuevamente al crecimiento?

La Fed lo puso en claro, al aumentar sus tasas de referencia y, al anticiparla, advirtió que la economía estadounidense no está arreglada aún. Al ser anticipada denotó cierta ansiedad. ¿Seguirán subiendo las tasas? Ello dependerá de la inflación, pero creemos que no lo hará.

Bajar la inflación y consumir más energías verdes podrían ser el módico precio de la amenazante crisis global, pero están sujetos a la guerra en curso y de la crisis bancaria.

El dólar sigue en pausa, pero con tendencia a devaluarse respecto al euro, pero tomar nota, la inflación bajando. Puede estar pesando la enorme deuda global, pública y privada, que se acerca a los u$s 305 billones y al 300% del PBI mundial. Esta deuda está, en su mayoría, nominada en dólares.

Contrariamente a lo dicho aquí, con Sergio Massa como primer ministro extraoficial, en marzo pasado se aceleró la inflación al 7,7% mensual, cerca del 16% bimestral y del 142% anual, y no hay ni programa ni lucha eficaz contra ella, jugando así con fuego. Es bueno recordar que, entre los 15 años transcurridos entre 1975 y 1989 (hiperinflación), la inflación anual superó con largueza, el 100% anual promedió, la Argentina no creció, sólo exceptuando 1986, por los efectos del Plan Austral. Ahora no hay nada ni parecido. Si en las elecciones de este año triunfa la oposición, es muy probable que se intente un programa más ambicioso, aunque políticamente complejo para ser exitoso.

 

* Catedrático de la Universidad Austral.