DESDE MI PUNTO DE VISTA

La dictadura chavista se fortalece por la ausencia del 'bello gesto'

Edmundo González Urrutia después de su gira por el mundo ha desistido de poner un pie en Venezuela. Ciertamente no daba el perfil que requería un retorno exitoso y gracias a su show y defección la dictadura logra fortalecerse sobre la desmoralización del pueblo venezolano.

La organización política de los demócratas venezolanos es una fábrica de decepciones, entre otras razones porque no plantean lo que todo el mundo sabe: las dictaduras comunistas americanas no tienen ninguna intención de ir a la democracia y no se quiebran sin violencia.

La gira mundial de González Urrutia tuvo un corolario que, más allá de ratificar los principios democráticos de los países que lo recibieron, no deja de ser una derrota para esos países. González debía volver sí o sí, a vencer, resistir como Gandhi o a la cárcel como Mandela. Cualquiera de las cosas que el socrático patriotismo impone a los hombres de principios.

Esa defección, sumada al confuso rol de Corina Machado, vaticinan a la dictadura un horizonte de tranquilidad por la decepción de la rebeldía venezolana que una vez más encuentra inútil su movilización.

Argentina fue uno de los países que apoyó a González Urrutia, y siendo que es de suponer su escasa o nula chance de asumir el poder debió ser previsible para la SIDE y la Cancillería, hay que ver en la recepción por parte de Milei un gesto principista.

Soy de los que creen en la necesidad de lo que Silvio Maresca llamaba “bello gesto", es decir aquello que se hace por principios más allá de sus consecuencias. Milei recibió a González y fue un bello gesto, pero a la par de ello Bullrich lanzaba bravatas de tablón.

El bello gesto del Presidente, no afecta la dignidad de la Nación Argentina, porque era lo que correspondía más allá de la defección última del que se presentaba como el cruzado de la democracia.

Lo que sí afecta esa dignidad son las bravatas de Bullrich. Boqueó Patricia Bullrich una serie de bravatas que si Maduro perdía hoy el poder, la proyectaban como la dama de hierro de Sudamérica. Pero Maduro lejos de dejar el poder se ha afirmado en él, y la dama de hierro se volvió una risible caricatura…

Bullrich de manera irracional sólo conducente al fracaso y al ridículo se expresó haciendo alarde de una capacidad de intimidación internacional que, muy lamentablemente, no tenemos.

Hay que preservar al Presidente: Es hora que Bullrich renuncie.

Y sobre este nueva frustración, vuelvo a rendir homenaje al patriota venezolano Óscar Pérez, quien entendió que la única manera de recuperar la democracia en Venezuela es por la vía de la insurrección armada