ESTA TODO LISTO PARA QUE EN DICIEMBRE VUELVA A ABRIR SUS PUERTAS LA CATEDRAL DE NOTRE DAME
La ansiada reapertura de la “casa común”
Ceremonias religiosas y culturales señalarán el gran acontecimiento, cinco años y medio después del devastador incendio que casi destruyó el templo. La asistencia de los fieles en grupos reducidos se habilitará en febrero.
Cinco años atrás la noticia estremeció al mundo: se estaba incendiando la catedral de Notre Dame, uno de los más entrañables símbolos del catolicismo europeo, a la vez que un baluarte en la historia social y cultural del Viejo Continente.
La imagen de las llamas que devoraban la estructura construida en el glorioso “tiempo de las catedrales” desató una impensada reacción pública en un mundo orgulloso de su indiferencia religiosa. Algo muy profundo, el eco de la antigua fe perdida, había sido removido por un desastre de características inimaginables.
Ahora la catedral que inspiró esos sentimientos volverá a abrir sus puertas después de un largo y costoso proceso de reconstrucción.
La reapertura de Notre Dame tendrá lugar el fin de semana del 7 y el 8 de diciembre, con varios actos que marcarán el punto de partida de un extenso programa de celebraciones religiosas y culturales que señalarán el retorno a la actividad tras el devastador incendio del 15 de abril de 2019.
EL PROGRAMA
El templo volverá a abrir el sábado 7, con un oficio religioso al que asistirán jefes de Estado y de Gobierno extranjeros y otros invitados. Como paso previo el presidente francés Emmanuel Macron pronunciará un discurso en la explanada exterior, con la intención de respetar lo que en su país califican de “principios de laicidad del Estado”.
Fuentes del Elíseo quisieron recalcar el carácter republicano de la ceremonia inicial, que estará "dirigida a todos los franceses", no solo a los católicos, "sea cual sea su filosofía o sus creencias". Insistieron también en que será un momento de celebración de carácter internacional, debido a que se trata de un templo famoso en el planeta entero.
Al día siguiente, el domingo 8 por la mañana, habrá una gran misa de consagración del templo, con la asistencia de Macron y de unos 150 obispos de todo el mundo, así como de fieles seleccionados entre las organizaciones católicas de París.
Y por la tarde se oficiará una segunda misa, a la que podrán asistir los fieles que se registren en una aplicación digital. A partir de ahí comenzarán de forma parcial las visitas individuales.
De las ceremonias no participará el papa Francisco, quien anunció que no podrá concurrir, según comunicó días atrás en conferencia de prensa el arzobispo de París, monseñor Laurent Ulrich.
Ulrich indicó que el Papa, quien una semana más tarde tiene previsto viajar a la isla francesa de Córcega, "quiere concentrar" su tarea en "países pequeños, que padecen situaciones difíciles, guerras, guerras civiles o tensiones internas o internacionales, esa es su preferencia".
TIEMPO DE ALEGRIA
Pese a esta ausencia notoria, Ulrich destacó la "alegría" que significa la reapertura, porque "vamos a reencontrar la casa común donde todos, sobre todo los más pequeños y los más pobres, tengan su lugar".
Entre el 9 y el 15 de diciembre habrá una serie de misas con intenciones específicas, que serán cerradas. Entre ellas, una dedicada a los bomberos que lucharon contra el incendio, y que lograron que el templo no quedara totalmente destruido, y otra a los trabajadores que participaron de la reconstrucción.
En el mes de febrero comenzarán las visitas de grupos de peregrinos, para lo que ya hay registrados cerca de 37.000 personas.
El arzobispo Ulrich recalcó que las visitas a Notre Dame seguirán siendo gratuitas, como lo eran antes del incendio. Lo dijo en respuesta a la ministra de Cultura, Rachida Dati, quien semanas atrás había propuesto cobrar 5 euros a cada visitante de modo de obtener fondos para la conservación del patrimonio religioso.
"Mantenemos sin cambios nuestra posición", insistió Ulrich refiriéndose al "necesario libre acceso a las iglesias y catedrales", aunque recalcó que eso "no está en contradicción con la preocupación por salvaguardar el patrimonio religioso".
La renovada Notre Dame tendrá nuevo mobiliario y un nuevo gran relicario, en el que podrán conservarse las reliquias de la pasión de Jesucristo que guardaba el antiguo y que fueron sacadas a toda prisa durante el incendio.
Tras la reapertura de la catedral se permitirá además el regreso de sus conciertos musicales. También se verificará el retorno de su impresionante órgano, que no resultó dañado en el incendio aunque debió ser desmontado y sometido a la limpieza integral de su complicado mecanismo, conformado por unos 8.000 tubos.