El 22 de noviembre de 1594, el Papa Gregorio XIII consagró a Santa Cecilia como la patrona de la música, honrando a pasión de una joven romana quien prefirió el martirio antes de abandonar su fe y lo hizo cantando hasta que murió decapitada.
Nosotros sabemos (o creemos saber) qué pensaban los hacedores de la patria o, al menos, qué habían leído para formar sus opiniones. Sin embargo, poco conocemos de sus gustos musicales o su formación en la ejecución de instrumentos.
Este es un breve e incompleto relato de las preferencias musicales de algunos de nuestros próceres.
Se le atribuye a Belgrano la invención de una danza folclórica de salón llamado La Condición, que creó estando invitado en Catamarca a fin de homenajear a los que lucharon por la libertad hasta vencer o morir. Después de las victorias de Salta y Tucumán, fue una pieza obligada en cada tertulia patriótica.
El general San Martín había aprendido a tocar la guitarra como alumno de un músico español, Fernando Sors, en 1797. Solía ejecutar una pieza llamada La gota de agua.
Con la campaña libertadora algunas obras folclóricas propias de Argentina, como “El cuando” terminaron diseminándose por Chile y Perú.
Otro prócer afecto a la composición fue Gregorio Araoz de Lamadrid, bravo guerrero de la independencia, también conocido como el General Vidalita. Cuentan que, cuando era visitado por Euterpe, la musa de la música, nadie podía interrumpirlo so pena de ser víctima de la furia del general .
Juan Galo Lavalle era un buen bailarín y era él quien comenzaba los saraos, que generalmente terminaban con alguna conquista amorosa del apuesto general ..
Rosas, tocaba la guitarra, y su hermano Prudencio solía bailar el gato al son de los acordes ejecutados por don Juan Manuel .Existe una iconografía de Juan A. Pradére donde se lo ve al futuro Restaurador vihuela en mano.
En la Buenos Aires al principio del siglo XlX había unos pocos artistas con formación académica .Por esta razón fue que Blas Parera se convirtió en el compositor de las dos versiones de la marcha patriótica que dio lugar al Himno Nacional ,una con letra de Vicente López y Planes y la otra ,hoy olvidada, por Fray Cayetano Rodríguez.
Quiere la tradición, a través de un cuadro de Pedro Subercaseaux, que Merceditas Escalada de San Martín haya cantado el himno en la tertulia de Mariquita Sánchez de Thompson pero no fue así y sinembargo se convirtió en una fantasía fundacional de nuestra iconografía.
Blas Parera no fue muy afortunado, ya que el haber compuesto nuestro himno, basado en algunos acordes que evocan a la Ifigenia de Mozart, no le otorgaron inmunidad política. Se dice que debió volver a España escondido en la caja de un piano. Pasó los últimos años de su vida en Mataró, Cataluña, sobreviviendo dando clases de música, con poca fortuna (tan escasa que no se ha podido hallar su tumba en el cementerio de esa ciudad) .
Por haberse extraviado la partitura original , nuestro himno debió ser recreado por Juan Esnaola, según lo recordaba en su infancia .A pesar de ser un hombre de negocios, director de varias empresas, Esnaola se hacía un tiempo para enseñar a tocar el piano a Manuelita Robustiana Rosas Ezcurra .
Justamente, el Salón de Manuelita era frecuentado por Juan Bautista Alberdi, quien además de pensador, diplomático y legislador, era un excelente compositor.
Quien también escribía can ciones en sus momentos de ocio era el general Edelmiro Mayer, curioso personaje de nuestra historia que fue general de tres ejércitos: el americano –durante la Guerra Civil, en comisión,- , en el mexicano –donde por poco fue fusilado si no fuera por la oportuna intervención de Domingo Sarmiento durante su permanencia en EEUU .Al volver al país le fue reconocido a Mayer el grado de general quien también fue el primer gobernador de Santa Cruz. Nos dejó algunas piezas que fueron populares en su época, tanto como las de un joven ciego llamando Miguel Hines cuyo padre ,que llegó a estas orillas durante las invasiones inglesas , se rumoreaba era un hijo bastardo de Jorge IV (que tuvo varios aunque no siempre los reconocía .
Esta historia no podía estar completa –en realidad, está harto incompleta– sin referirnos a Regina Pacini de Álvear, la diva portuguesa que sedujo a Marcelo T. de Alvar y por quien abandonó los escenarios del mundo para casarse con el futuro presidente .De allí en mas solo se permitía cantar cuando su Marcelo se lo pedía.