La Iglesia pide que el cambio de gobierno no signifique crisis

La Iglesia pidió hoy que el cambio de gobierno en diciembre no signifique una crisis sino una “alternativa normal” de la vida democrática y volvió a advertir, a dos meses de la muerte del fiscal Alberto Nisman, que resulta “imprescindible” asegurar la independencia del Poder Judicial del poder político.

La Conferencia Episcopal Argentina, que preside monseñor José María Arancedo, reclamó a los candidatos presidenciales dar a conocer sus plataformas con claridad, sin incurrir en agresiones y en el marco de un debate entre postulantes a la Casa Rosada que es “inaceptable” evadir.

“El proceso electoral es una preciosa oportunidad para un debate cívico acerca del presente y del futuro que deseamos para la Argentina. Es necesario crecer en madurez para que un cambio de autoridades no signifique una crisis sino una alternativa normal de la vida democrática”, sostuvo. 

Los obispos presentaron el documento “Las elecciones, exigencia de compromiso ciudadano” en una rueda de prensa en la sede episcopal del barrio porteño de Retiro, al término de la 170ª reunión de la comisión permanente del Episcopado.

"En temas importantes y permanentes, sea posible acordar entre distintos partidos y sectores sociales políticas de Estado que se desarrollen más allá de los cambios de gobierno, de manera que las legítimas iniciativas que cada nuevo candidato proponga implementar no signifiquen hacer tierra arrasada y abandonar todo lo hecho hasta ese momento", sugirieron.

Al presentar el documento, los obispos ratificaron que resulta “imprescindible” asegurar la independencia del poder judicial y la plena vigencia de la división de los poderes republicanos.

En tanto, el presidente la Comisión de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, se refirió a la muerte de Nisman, ocurrida luego de denunciar a la presidenta Cristina Fernández en una causa vinculada al atentado terrorista a la AMIA, y pidió "alentar a los jueces para que continúen la investigación y se resuelva" el caso.

En el documento, los obispos insistieron en que es necesario que cada candidato haga conocer con “claridad y detalle lo que se propone impulsar y realizar” y estimaron “indispensable” que se organicen debates serios y a fondo donde se puedan confrontar propuestas y proyectos.

“Es inaceptable evadir el debate de ideas y plataformas”, aseveraron.

Tras considerar que “no reducir el ejercicio democrático sólo a la cuestión electoral cada dos años, sino asumir cada día la necesaria participación ciudadana”, estimaron que “el proceso electoral es una preciosa oportunidad para un debate cívico acerca del presente y del futuro que deseamos para la Argentina”.

Los obispos exhortaron a la ciudadanía a elegir gobernantes no como el resultado del “marketing” ni por su imagen mediática, sino mediante un ejercicio responsable donde se evalúe la honestidad e integridad de las personas, la capacidad y la idoneidad para la función, las propuestas y las ideas, y la voluntad y capacidad de diálogo.