Crítica: "En la oscuridad: Star Trek 3D", nueva versión del clásico de ciencia ficción
La Enterprise corre riesgos
"En la oscuridad: Star Trek 3D" (Star Trek into darkness). Estados Unidos, 2013. Dirección: J.J. Abrams. Guión: Alex Kurtzman, Damon Lindelof y Roberto Orsi, basado en la serie de televisión "Star Trek", creada por Gene Roddenberry. Fotografía: Dan Mindel. Música: Michael Giacchino. Actores: Chris Pine, Zachary Quinto, Zoë Saldana, Karl Urban, John Cho y Anton Yelchin. Presenta: UIP. Duración: 132 minutos. Calificación: Para todo público.
Es la doceava entrega de la saga de los "60, que el gran público conoció por televisión, como "Star Trek", la serie creada por Gene Roddenberry.
La historia simple puede ser captada por los que no conocen ni la original ni las posteriores, porque simplemente es la eterna lucha de los "muy buenos" contra los "muy malos". La diferencia es que sucede intergalácticamente con toda la parafernalia tecnológica disponible en estos momentos.
Mientras el bueno del capitán de la Enterprise, James Kirk (Chris Pine), proyecta nuevas exploraciones por rincones lejanos del Universo, se produce un incidente grave, la Flota es atacada en su base londinense, el problema es que el enemigo está adentro de la misma Flota Estelar. La única solución es dirigirse al planeta Klingon y llegar posteriormente a la Bahía de San Francisco.
ENEMIGOS NATURALES
Pero el manejo de los Klingon, enemigos naturales, va a requerir una actitud especial porque puede traer problemas futuros a nivel interestelar. Es ahí cuando aparece el malo de turno, un tal John Harrison, que se parece más a un villano de series de James Bond que de Star Trek, pero que paradójicamente la moderniza bastante. Entre lucha y lucha, también reaparece el preferido de la saga, el joven doctor Spock (Zachary Quinto), ese híbrido encantador de orejas grandes, que nació de un habitante de Vulcano y un humano con la total incapacidad de mentir (imaginar los problemas que esto le trae) y un férreo concepto ético.
AMISTAD Y ALGO MAS
Más allá de las luchas, los enfrentamientos intergalácticos, esta versión da un lugar especial a la amistad y al sentimiento en general y refuerza el concepto general de un mundo integrado, donde semejantes y diferentes puedan convivir en armonía.
La novedad del 3D, el diseño de una Nueva York con reminiscencias de filmes como "Metrópolis" y "Blade Runner", más el querido Vulcano y la increíble aparición de Leon Nimoy, el original Spock de los 60, con más de ochenta años, pero bien conservado por la magia de la virtualidad son las mayores sorpresas de esta versión.
El inglés Benedict Cumberbatch de voz nocturnal, Chris Pine y Zachary Quinto, son algunas de las atracciones de "En la oscuridad: Star Trek 3D", que, reiteramos, puede atraer no sólo a fans de la saga por su nuevo acercamiento a esta realidad de terrorismo y violencia, contrarrestado por la importancia de las emociones y la amistad.
Calificación: Buena