La Argentina, en punto muerto

 

Se festejó con la boca redonda de gol, como se celebran las grandes conquistas, aunque el 8,8% de inflación en abril que difundió el Indec durante la semana está flojito de papeles, atado con alambre. Su estabilidad depende del cepo al dólar y de los servicios cuyos precios ahora se actualizan por goteo.

Lo cierto es que el Gobierno logró su objetivo primario, alcanzar un dígito de inflación mensual. Y lo hizo con una velocidad inusitada, mucho más rápido de lo que casi todos esperaban. Es más, las proyecciones de las consultoras privadas vislumbran que el dato de mayo oscilará entre el 4 y el 5%.

El logro es apreciable aunque no incuestionable. Vale poner las cosas en contexto. Lo que para la Argentina es una cifra fabulosa producto de su triste historia, para las economías desarrolladas es un espanto. De hecho, toda la política de tasas que implementa la Reserva Federal de los Estados Unidos no tiene otro fin más que bajar la inflación al 2%... anual.

Los libertarios aclaran algo sobre lo que no sería necesario echar luz. No es lo mismo tener un 8% de inflación mensual -guarismo que también tuvo Alberto Fernández-, como parte de un proceso ascendente que exhibir el mismo número en un contexto de tendencia a la baja. Porque como decía Alfredo Zitarrosa, “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”.

Conocido el dato, los expertos salieron a hablar. Hoy las redes sociales son generosas en esto de canalizar la opinión. Miguel Angel Broda, gurú económico y expatron de Javier Milei en su consultora, dejó en claro que la inflación hallará su piso en el nivel del 4% mensual, “lo cual es altísimo”, dijo. Agregó, también, que no seguirá bajando puesto que “no hay plan de estabilización".

El presidente de la Nación tomó nota del fuego amigo y se lanzó a una esgrima verbal contra los colegas economistas que le cuestionan la dinámica de la motosierra y la licuadora, y en referencia a la inflación le pregunto a su audiencia: "¿Creen que baja de casualidad?"

La divulgación del índice de inflación, festejado hasta el hartazgo por el oficialismo, tuvo otra consecuencia: el Banco Central bajó la tasa de interés de referencia hasta el 40%, en lo que fue el sexto recorte consecutivo en tan solo cinco meses.

La medida dibuja un nuevo escenario. Con plazos fijos que ya no arrojan un atractivo rendimiento mensual, ¿hacia donde debería canalizarse el dinero de los ahorros? Los expertos consideran que ha llegado el momento de sacar créditos e invertir, tanto a nivel corporativo como personal. Es parte de la nueva lógica económica que impulsa el equipo de gobierno, es decir dejar de lado la especulación financiera y volcar los fondos hacia la lubricación del sector productivo.

BAJO CERO

Como siempre, la realidad soporta y se somete a lecturas diversas. Una de ellas remarca que la contracara del ajuste fiscal y monetario que fue clave en la baja de la inflación es un palpable incremento de la pobreza y una fuerte caída de la actividad productiva y el consumo. No les falta razón.

La última semana el Indec difundió también los datos del uso de la Capacidad Instalada de la Industria, que fue apenas del 53,4% en abril, contra un 67,3% del mismo mes del 2023.

Los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores a la línea general son refinación del petróleo (80,0%), sustancias y productos químicos (64,9%), papel y cartón (63,5%) y productos alimenticios y bebidas (54,5%).

Por su parte, los bloques sectoriales que se ubican debajo del nivel general son industria automotriz (50,8%), productos del tabaco (50,5%), industrias metálicas básicas (50,0%), edición e impresión (48,3%), productos minerales no metálicos (47,2%), productos de caucho y plástico (44,1%), productos textiles (38,5%) y metalmecánica excepto automotores (38,0%).

Según datos del IPI manufacturero, la producción de gaseosas, aguas, sodas, cervezas, jugos para diluir, sidras y bebidas espirituosas registra en marzo una baja interanual de 24,0%. En tanto, la producción de carne vacuna tiene en marzo una caída interanual de 17,3%.

Por otro lado, en lo que respecta a la elaboración de lácteos, según datos de la Dirección Nacional de Lechería de la Secretaría de Bioeconomía, la producción primaria de leche –materia prima de la industria láctea– presenta una disminución interanual de 14,4% en el mes bajo análisis.

El desplome del consumo impactó de manera directa sobre el comercio. Tanto es así que en el sector inmobiliario informó de un descenso de la cantidad de locales puestos en alquiler durante el último bimestre.

En pleno proceso de ajuste y reordenamiento de la macro, la economía no arranca. Los especialistas se reúnen en exclusivos cónclaves y debaten en los auditorios de las universidades si la recuperación tendrá forma de V o si más bien la dinámica se asemejará a una J inclinada. No se ponen de acuerdo. Sólo coinciden en que el 2025, cosecha mediante, seguramente será más prometedor.

CRUJE EL EMPLEO

"Lo que tuvimos en los primeros meses fue un descalabro de precios que ahora se están ordenando a través de una profunda recesión", señaló Martin Redrado, ex presidente del Banco Central y titular de la Fundación Capital. Y planteó la necesidad de implementar una revolución para los impuestos al trabajo. Puso el dedo en el ventilador.

La economía argentina hace una década que no genera empleo genuino. Es más, los especialistas advierten que la recesión actual no hará más que generar despidos y multiplicar el desempleo. En el primer trimestre ya son 100.000 los empleos registrados destruidos, según cálculos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) hechos a partir de la Encuesta de Indicadores Laborales de la Secretaría de Trabajo.

Los nombres de las empresas comprometidas son de grueso calibre: la cadena de supermercados Changomas, Acindar, PepsiCo, General Motors y  Fate son algunas de ellas.

Changomas lleva cesanteados 27 trabajadores y trabajadoras en San Justo;  otros 7 en La Tablada, y en el shopping Alto Avellaneda ya se cuentan 17. Y pueden agregarse más telegramas en la sucursal de Bahía Blanca. La empresa aduce la caída de las ventas por la situación económica que atraviesa el país.

Fate, por su parte, una de las tres fábricas que producen neumáticos en la Argentina, anunció que despedirá a 97 empleados y que, consecuentemente, ajustará su estructura para adecuar sus operaciones al contexto del negocio.

Además, el grupo Arcelor Mittal, dueño de Acindar, paralizó por segunda vez este año su planta de Villa Constitución como respuesta al derrumbe en las ventas. Afecta a más de 3.000 operarios.

Un sector de la población no sólo hace foco en la recesión sino que también realiza una segunda lectura: sostiene que el mercado laboral necesita un cambio de raíz y que para que eso finalmente ocurra urge que el Congreso de la Nación apruebe la Ley Bases que impulsa el Gobierno.

“Las reglas laborales actuales son discriminatorias y regresivas, pues con la justificación de dar derechos a aquellos que ya están en el mercado laboral dejan fuera a los que quieren ingresar al mismo. El Congreso argentino está frente a una oportunidad de empezar a desanudar la crisis laboral argentina. En las últimas elecciones una mayoría de la sociedad votó por un cambio de rumbo y la Ley Bases es un instrumento concreto para empezar a implementarlo”, enfatiza Eugenio Marí, economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso.

En la Argentina de hoy sólo prospera la oferta de empleo precario, donde se destaca el sistema de reparto de productos en moto o bicicleta, un trabajo que se multiplicó durante los últimos años y que resulta bueno, a falta de otros. Una porción relevante del mercado laboral ha pasado a ser, además, el reino del monotributo.

Así las cosas, no es de extrañar que la pobreza siga creciendo en la Argentina. De acuerdo a un estudio de la Universidad Di Tella, el flagelo afectó al 48,9% de la población en el semestre noviembre-abril, es decir a  29,4 millones de personas de un total de 46 millones de habitantes.

Se trata de un incremento de 0,6 puntos porcentuales respecto del período octubre-marzo y de 7,2 puntos en comparación con el dato semestral que la casa de estudios informó en diciembre pasado.

La Canasta Básica Total (CBT) promedio de la región del Gran Buenos Aires (GBA) para el semestre de referencia se estimó en $203.642 por adulto, lo que representa un aumento interanual de 265,3%, indicó el último nowcast de Di Tella.

En esta Argentina dónde pasa de todo, todo el tiempo, la vorágine parece ser un mandamiento libertario. Las crónicas cuentan que Javier Milei toma su descanso sólo los domingos, cuando recibe invitados en la Quinta de Olivos –políticos, economistas y allegados-, y al atardecer asiste a la proyección de una ópera en el microcine. Lleva apenas cinco meses de gobierno. Cambiará el país para siempre o producirá un daño irreparable. El futuro no tiene grises.