En 1972 yo tenía 19 años y recuerdo como si fuera hoy al periodista Domingo Di Núbila aparecer en cámara en la pantalla de Canal 13 y anunciar que iba a comenzar a emitirse una serie distinta, donde se iban a conjugar las aventuras, lo policial y las enseñanzas espirituales del budismo. Y de inmediato comenzó el primer capítulo de
Carradine hacía las veces de un solitario monje chino shaolín llamado Kwai Chang Caine, que vagaba a través del viejo oeste norteamericano (era un ciclo de cowboys) para intentar hallar a su medio hermano Danny. Pero a su vez era perseguido por la Justicia y se pedía una recompensa por él por haber matado al sobrino del Emperador de China al salir en defensa de su mentor y guía espiritual, el sabio y ciego maestro Po (Keye Luke), cuando éste fue absurdamente asesinado en la calle por los soldados imperiales que acompañaban al familiar del monarca.
La narrativa de la serie tenía la particularidad de contar -además de las peripecias con las que se enfrentaba el protagonista en el `presente'- en distintos
DAVID Y GOLIAT
Otro atractivo de `Kung Fu' era justamente que vaqueros corpulentos, violentos, hostiles y villanos, se enfrentaban al aparentemente frágil ``chino de rasgos occidentales'' vestido humildemente y descalzo, que solo comía plantas y raíces, y éste los vencía hábilmente con su avezado conocimiento de artes marciales aprendidas durante años. Y nuevamente David vencía a Goliat.
Pero el cóctel de atractivos que contenían estos relatos, además de los conflictos de los personajes que hallaba en cada pueblo y en los que Kwai Chang Caine participaba y solucionaba (como todo héroe de una serie), estaba justamente en los mensajes y ricas enseñanzas espirituales que se transmitían a través de la voz de los monjes superiores, en las anécdotas de aprendizaje que el protagonista rememoraba. En boca de Caine, pero en especial de su maestro ciego Po, se escucharon cientos de frases cargadas de filosofía oriental que fascinaron al público local, sorprendido ante un producto absolutamente distinto a todo lo acostumbrado y que, gracias a Dios, resultó ser
Justamente por eso y porque no tuvo competencia que se le parezca, `Kung Fu' se convirtió en un clásico de culto. Y aún hoy gente joven lo sigue conociendo y disfrutando por Internet.