Insatisfacción y aburrimiento crónico: ¿el mal del nuevo siglo?

La insatisfacción, en el sentido más simple del término, puede verse como un sentimiento favorable que empuja a las personas a no conformarse y buscar la mejora constante. Sin embargo, cuando este sentimiento se vuelve crónico puede provocar muchos desajustes emocionales y desmotivación que, de manera contraproducente, reducen las oportunidades de crecimiento y evolución. 
¿Cómo darse cuenta cuando se está frente a este fenómeno? ¿Qué hacer cuando el tedio vital se hace presente?

SÍNDROME DE INSATISFACCIÓN CRÓNICA
La obtención de satisfacción inmediata es inversamente proporcional al sostenimiento de la satisfacción a lo largo del tiempo. Dicho de otro modo, a mayor velocidad en la satisfacción del deseo, más pronta la llegada del aburrimiento y pérdida de sentido de lo ya alcanzado. 
En una época repleta de velocidad y satisfacción inmediata, se observa con mayor frecuencia a personas siguiendo zanahorias imaginarias de manera automática, sin disfrutar el proceso y sin alcanzar resultados que brinden suficiente complacencia.
Si bien la vida es una búsqueda constante de desafíos, hay personas que experimentan con profundo malestar la experiencia de sentirse insatisfechas, dejándose bloquear por la frustración o explorando los cambios sin hilo conductor o norte específico. Se cae, entonces, en el aburrimiento o tedio vital, caracterizado por un estado crónico de apatía y falta de motivación.
La insatisfacción crónica es un sentimiento de carga displacentera que se sostiene constante o en aumento, a no ser que se ponga un límite. Consiste en experimentar que la vida transitada o los logros alcanzados no son suficientes. Se sustenta en una experiencia de desvalorización personal y constante comparación con otros, ubicándose la persona desde el lugar de la falta. Si bien la falta es constituyente del ser humano, en estos casos se vive con profundo malestar y una vivencia de desmotivación en relación al presente y la posibilidad de alcanzar a futuro resultados diferentes.
La persona que vive insatisfacción crónica se siente atormentada por pensamientos recurrentes o creencias centrales fijas que le informan que “hace todo mal” o que no podrá alcanzar sus proyectos o establecer un cambio.
Es importante buscar ayuda en cuanto se detectan los primeros síntomas ya que, al no tratarse, pueden derivar en padecimientos como ansiedad, depresión o inseguridad constante.

COSTO OCULTO DE LA RECOMPENSA
En psicología existe un fenómeno llamado costo oculto de la recompensa. Se encuentra en escenarios donde a una persona motivada intrínsecamente, se le ofrece un adicional de recompensa externa a la tarea originalmente realizada por interés. Por sentido común, uno podría pensar que el impacto del reforzador sería multiplicador de la motivación, sin embargo, contrariamente a lo esperado, la persona decae en su sentido motivacional al reemplazarse el móvil interno por un control externo, perdiendo sentido de empoderamiento con la actividad.
La moraleja conduce a pensar en un adecuado equilibrio y administración entre motivadores intrínsecos y extrínsecos y a desarrollar los móviles internos, encontrando aquello que a cada uno le haga sentido.

CUANDO EL ABURRIMIENTO SE TRASLADA AL TRABAJO
La motivación es un fenómeno que en el campo laboral encuentra una veta de desarrollo exponencial.  
Es frecuente encontrar a personas desmotivadas por sentir que ya no encuentran más oportunidades de crecimiento, porque desarrollan tareas repetitivas y mecánicas, porque perciben mal clima laboral, porque no encuentran oportunidades de cambio y la lista continúa.
Adicionalmente, muchos intentos de motivación a nivel corporativo, se han formulado en el campo de premios y castigos, pero no tanto en la potenciación de motivadores internos que favorezcan el sentido de la tarea para los trabajadores.
Estudios en psicología social dieron cuenta que los premios e incentivos son mucho más efectivos cuando se ofrecen ante la realización de tareas mecánicas. Sin embargo, cuando debe estimularse la creatividad, el pensamiento estratégico y la innovación, la motivación extrínseca deja de ser una herramienta válida, expresando corta vida hábil. El trabajo sobre la autonomía, el propósito y el sentimiento de maestría sobre una tarea son mejores potenciadores de la motivación y el cumplimiento de objetivos en estos casos.
Queda tarea para hacer en este campo, en pos de buscar mejores oportunidades de motivación que reduzcan la insatisfacción laboral.

¿CÓMO SUPERAR LA INSATISFACCIÓN CRÓNICA?
Habiendo analizado este fenómeno y considerando que, muchas veces, se trata de un padecimiento silencioso que no se identifica de manera inmediata, algunas recomendaciones a tener en cuenta son:
*Validar las propias emociones: Para comenzar, es importante amigarse con uno mismo. Quienes sienten insatisfacción crónica, suelen sentirse enojados consigo mismos, no siendo este un buen punto de partida. Validar lo que uno siente es el primer paso para buscar ayuda e intentar el cambio.
*Identificar las creencias o pensamientos rumiatorios limitantes: La insatisfacción se sostiene en pensamientos resistentes al cambio. Poder identificarlos, volcarlos a un papel, objetivizarlos, permite tomar una leve distancia para buscar leerlos desde diferentes perspectivas. Normalmente, ante estados de displacer, suele prevalecer lo que se conoce como mentalidad fija que sostiene una idea de no cambio y poca permeabilidad a lo nuevo. Cultivar, por el contrario, una mentalidad de crecimiento, ayuda a abrir nuevas miradas y oportunidades de aprendizaje.
*Proponerse metas realistas: Lo ideal es considerar la gradualidad, identificando pequeños pasos alcanzables, lejos de metas lejanas abstractas e irreconocibles. En ocasiones, cambiar levemente la rutina, conversar con otras personas o comenzar la lectura de un libro, pueden ser grandes pasos en pos de un objetivo.
*Evitar las comparaciones: Las comparaciones surgen de una visión idealizada del otro. En la mayoría de los casos, solo se observa la superficie de lo que ocurre en la vereda del vecino y se conoce muy poco de la realidad de su situación. Sostener una comparación sobre dichos filtros y ficciones, solo llevará a una mirada deficitaria del propio campo. Los especialistas recomiendan siempre establecer comparaciones sobre uno mismo, en la medida que se puedan ir estableciendo metas medibles y posibles.
*Entender el fracaso como parte de la vida: A nadie le gusta fracasar o cometer errores. Sin embargo, es un hecho claro y frecuente, más de lo que se imagina. El problema no es fracasar, sino no aprender del fracaso. En la mayoría de los casos, cuando hay reflexión después del error y este se capitaliza en aprendizaje, puede surgir una mejor versión que la pensada originalmente.
*Buscar ayuda: Todos estos movimientos en ocasiones no son posibles sin ayuda o acompañamiento de otros, tanto personas de la propia red, como ayuda profesional. Levantar la mano y dejarse ayudar siempre es un acto de coraje y de cambio.

Silvana Vattimo
Lic. en Psicología – (M.N. 48.082)
Directora en SCI COMUNIDAD