Frontal réplica a la agenda de la muerte

Durante un seminario en el Senado de la Nación en el Día del Niño por Nacer expertos dejaron al descubierto que la Argentina enfrenta una grave crisis poblacional. La compleja trama de factores que inciden en este fenómeno y los cinco pasos para lograr una gran nación.

Aulas vacías, jardines de infantes y colegios que cierran, maternidades de sanatorios que se reducen en tamaño o directamente son reemplazadas por áreas de internación cardiológica y traumatológica porque dejan de ser rentables… las consecuencias de más de 10 años de una serie de factores que en conjunto atentan contra la vida, ya son hoy claramente visibles. Las tendencias demográficas en la Argentina revelan el triste triunfo de los lineamientos que unos pocos han impuesto a nivel global y la crisis del recambio poblacional es ahora una realidad también en nuestro país.
Así lo reveló esta semana en el Senado de la Nación Miguel Angel Schiavone, rector de la Universidad Católica Argentina (UCA) y doctor en Salud Pública, durante el Seminario “Políticas para cuidar la vida”. En el encuentro, organizado por las Direcciones Generales de Cultura y de Relaciones Internacionales del Senado nacional, participaron también especialistas de diferentes instituciones y organismos, entre ellos los doctores Abel Albino (presidente de la Fundación CONIN) y Paola Delbosco presidente de la Academia Nacional de Educación. 
“La tasa de natalidad tuvo una brusca caída, especialmente en los últimos años, cuando se implementaron políticas dirigidas a la reducción de los nacimientos”, afirmó Schiavone, quien también remarcó que “la tasa de fecundidad experimentó un descenso de casi un 43% en los últimos 10 años”.
En esa línea, el rector de la UCA señaló que en la actualidad un poco más del 40% de las mujeres en edad fértil no tiene hijos y el 60% que sí tiene, tiene un promedio de 1,4 /1,3 hijos, “con lo cual la posibilidad del recambio poblacional está seriamente afectado”, subrayó.
Todo esto ha llevado a que en la Argentina haya un aumento de la población de más de 60 años, con un decrecimiento importante de la población de menos de 15 años.
“El tema demográfico es la consecuencia del no cuidado de la dignidad y la vida humana. Estamos frente a una verdadera epidemia silente, que se propaga en casi todo el mundo y a la que le damos poca atención”, lamentó el doctor en Salud Pública, quien recordó que “mientras durante la pandemia de covid teníamos todos los días la cantidad de fallecidos, internados y la cantidad de gente en terapia intensiva, hoy por hoy no tenemos todos los días en los medios de difusión la cantidad de niños que no han llegado a la vida por distintas razones”.
Según destacó el rector de la UCA, a pesar de que la cantidad de población fue en aumento, la tasa de crecimiento poblacional ha ido en descenso.
Y el panorama es aún peor en la Capital. “La Ciudad de Buenos Aires vive una situación crítica o más profunda: en los últimos ocho años se redujo a la mitad el número de nacimientos”, enfatizó Schiavone.
 

CAUSAS Y CONSECUENCIAS
Estas marcadas tendencias demográficas ya han tenido consecuencias. “Aulas vacías, escuelas que están cerrando, y no por un tema económico porque no hay gente para pagar la cuota sino porque no hay niños, no hay nacimientos. Un segundo impacto visible son las cunas vacías. El Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento cerró su maternidad porque no era rentable. Lo mismo sucedió con la clínica Tachella, en el Oeste, y en algunos centros de Capital Federal no han cerrado pero han reducido a la mitad la cantidad de camas de maternidad y destinado espacios para cardiología o traumatología… es un signo evidente de lo que está pasando”, describió el especialista en Salud Pública.
Respecto de las causas que han conducido a la realidad demográfica actual, Schiavone expresó que “en todo proceso, y en Medicina especialmente, hay una multicausalidad de los fenómenos”. 
En cuanto a las causas generales, el catedrático se refirió al retraso en la edad de la maternidad. “Las parejas hoy necesitan primero tener el departamento, después el viaje a Europa, después si es posible el viaje a Oceanía o alguno de estos lugares exóticos, hasta que llegan a los 50 y se dan cuenta que les falta tener un hijo”, describió, para luego añadir que también existe un menor número de adopciones. 
Por otra parte, se refirió al acceso a métodos anticonceptivos y el aborto, que se ha impulsado con fuerza en los últimos años. “En 2022 se registraron 96.694 abortos, muy lejos que aquellos 500.000 que nos decían en el debate de la ley del aborto. ¡Cuántas mentiras nos han dicho y cuántas cosas mucha gente ha creído!”, lamentó Schiavone, quien hizo un repaso de los hitos que contribuyeron al panorama demográfico actual: “Este tema comenzó en 2012 con la ley Fal, en 2013 se extendió con el plan REMEDIAR (que incorporó elementos anticonceptivos al plan), se extendió con el ENIA (el programa para la reducción del embarazo adolescente) en 2017 y concluyó en 2019 con la ley del aborto”.
Asimismo, apuntó al fenómeno de reducción de hogares de estructura conyugal. “Uno ve cada vez más hogares de jóvenes solos que hoy por hoy disfrutan de ir al gimnasio, pero quiero saber de qué van a disfrutar cuando tengan 65 años y no tengan familia”, reflexionó.
Schiavone se refirió además a los factores económicos, que suelen esgrimirse como excusa de la necesidad de no tener hijos, como una explicación falaz. “Esto no es real. El 20% de la población con nivel bajo quiere tener hijos, el 15% en el nivel medio y solamente el 8% de la población de nivel alto quiere tener hijos. O sea que el factor económico, no sería (un verdadero impedimento)”.
Apuntó por otra parte a la inserción laboral de la mujer, a la que calificó de “un aparente éxito, que en realidad es un fracaso”.
Respecto de los factores morales, que inciden en la actual tendencia demográfica, el rector de la UCA mencionó el hipertecnisismo y la cultura del egoísmo. “La sociedad hipertecnisista necesita hiperconsumo. A la gente se la obliga a consumir permanentemente y para ello no puedo tener un hijo, porque si tengo un hijo, no voy a tener plata para ir al gimnasio, ni para juntarme con los amigos, porque voy a destinarle tiempo a otra persona. Esto ha impregnado a la sociedad hoy por hoy. Es muy difícil retrotraer una cultura que lleva varios años de ser impulsada, este tema del egoísmo, nos lleva a la presencia de una sociedad de consumidores pero también de consumidos, de gente que solamente tributa”, argumentó.
 

GEOPOLITICA
Además de esta visión moral, Schiavone hizo referencia a la visión geopolítica. “Los países pueden ser productivos o extractivos. Nuestro país está direccionado a ser extractivo: lo fuimos siempre, y parecería ser esa la tendencia hacia el futuro. Un país extractivo necesita pocos habitantes, porque si un país con las riquezas naturales que tiene la Argentina tuviera una población importante, esa población consumiría los recursos. Entonces es un país destinado a ser un país extractivo, para lo que necesitamos poca población y especialmente no educada. Es decir, una población que no tenga capacidad de un espíritu crítico y reflexivo, para saber a dónde voy”, remarcó.
Como contrapartida, explicó que para que un país pueda ser productivo se necesitan tres cosas: gobierno, territorio y población. “Hace falta un gobierno con una mentalidad productiva, no que vengan a perforar la cordillera y se lleven los materiales, no que vengan al puerto de Rosario a llevarse los granos de trigo, no que lleguen al océano Atlántico en ese tubo que va desde Vaca Muerta hacia afuera, para eso necesitamos un gobierno con capacidad de pensar en un país productivo”, advirtió, para luego continuar: “Un país productivo no se mide por sus recursos económicos sino por su gente, por su población”. 
A modo de cierre, Schiavone interpeló a la audiencia con la pregunta que consideró más importante: “¿Quién define las políticas demográficas?” Y en esa línea mencionó un corto del famoso personaje de Disney, Pato Donald, titulado “Family Planning Donald Duck” (1967), donde se adoctrinaba a la población para que no tuviera hijos. 
“Hay que tener mucho cuidado con el tema demográfico, hay que saber dónde estamos parados, fijemos políticas demográficas, tengamos claro lo que queremos hacer y veamos lo que hicimos en los últimos diez años, que fue justamente lo contrario a lo que debíamos hacer”, finalizó el experto en Salud Pública.
 

HACIA UNA GRAN NACION
Por su parte, el doctor Abel Albino, presidente de la Fundación Cooperadora de Nutrición Infantil (CONIN) y médico pediatra propuso “cinco pasos para una gran nación”.
“Salir en defensa de los niños es una obligación moral que tengo. Si no hiciese eso, no merecería ser llamado pediatra”, expresó al comenzar su alocución y enumerar los que considera -luego de 33 años de estudiar el tema- los cinco aspectos centrales que debería atender nuestro país:
1.Preservar el cerebro. Desde el embarazo y durante los primeros dos años de vida-, que es el momento en que el cerebro experimenta su mayor y más rápido crecimiento. 
2.Educar el cerebro. “La educación es una semilla maravillosa, pero toda semilla para fructificar necesita un sustrato. Y el sustrato anatomofisiológico, anatomofuncional donde se siembra la educación es un cerebro intacto. Si no tengo cerebros intactos, no tengo qué cosa educar”, resumió Albino.
3. Cloacas. “Todo el alimento que les damos a los chicos se pierde porque no hay cloacas y cuando no hay cloacas, hay parasitosis. He visto salir parásitos por los conductos lagrimales de los niños, he investigado con una universidad en Mendoza parasitosis en la población que atendíamos y llegamos a encontrar cuatro familias de parásitos por niño”, relató el presidente de Conin.
4. Agua corriente y caliente. “El agua caliente es dignidad, pero el 40% de la población no tiene agua corriente y el 50% de la población no tiene cloacas”, lamentó. 
5. Luz eléctrica. “Con luz eléctrica podemos conservar alimentos, sino la comida se pudre. Pueden calefaccionarse, pueden refrigerarse en verano aunque sea con un ventilador chiquito, pueden estudiar después de las 6 de la tarde”, sintetizó. 
“La promoción de los derechos humanos sigue siendo la estrategia más efectiva contra las desigualdades entre los hombres y entre los pueblos y para incrementar la seguridad pues las víctimas de las penurias y la desesperanza cuya dignidad humana se viola con impunidad son una presa fácil del llamado a la violencia y pueden convertirse en violadores de la paz. Eso decía Benedicto XVI. Por favor hagan algo”, concluyó Albino.