Francisco celebra la liberación de presos políticos en Cuba
Francisco celebró este domingo la liberación de presos anunciada por el Gobierno de Cuba, tras la mediación del Vaticano, y la calificó de "un gesto de gran esperanza", después del rezo del Ángelus dominical.
"Hace unos días se anunció la liberación de un grupo de detenidos en las cárceles cubanas. Se trata de un gesto de gran esperanza que concretiza una de las intenciones de este año jubilar", afirmó el pontífice desde la ventana del palacio apostólico ante lo fieles que le escuchaban en la Plaza de San Pedro.
Y agregó: "Espero que en los próximos meses se lleven a cabo en diversas partes del mundo iniciativas de este tipo que den confianza al camino de la persona y los pueblos".
El Gobierno de Cuba anunció el martes un proceso gradual de excarcelación de 553 presos poco después de que Washington anunciase que a cambio excluía a la isla de la lista terrorista -una medida con graves consecuencias económicas y financieras- en un acuerdo mediado por el Vaticano.
Ésta es la primera excarcelación de presos en Cuba desde 2019, cuando las autoridades indultaron a 2.604 reclusos. La anterior se produjo en 2015, cuando un total de 3.522 presos fueron excarcelados como "gesto humanitario" ante la visita del papa Francisco.
VOZ RONCA
El pontífice leyó toda su intervención, tanto la introducción de la oración mariana como los llamamientos de tono político que suele pronunciar después, aunque mostró una voz algo cansada y fatigada.
Al final del discurso, de hecho, tuvo algún ataque de tos que le interrumpió.
No obstante, el pontífice argentino, de 88 años, ha aparecido este domingo sin el tutor o inmovilizador externo que le habían puesto en el brazo derecho tras sufrir el pasado jueves una caída en su residencia, la Casa Santa Marta.
El incidente no le causó fractures, solo un hematoma en el antebrazo derecho, pero se optó por inmovilizar su brazo como medida de precaución, tal y como confirmó entonces la Santa Sede.
A pesar de la caída, Francisco continuó con su agenda de trabajo sin problemas, aunque con el brazo inmovilizado con una venda blanca, después sustituida por un tutor.
Esta fue la segunda caída del papa en poco tiempo, ya que el pasado 7 de diciembre, el pontífice, que tiene graves problemas de movilidad, apareció con un gran hematoma a la altura de la barbilla.
En aquel momento Francisco sufrió "una contusión cuando se golpeó con la mesilla de noche", según el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Francisco sufre de una grave gonalgia en la rodilla derecha que le impide caminar por lo que usa una silla de ruedas para moverse o en algunas ocasiones se ayuda con un bastón.