Fausti, el pibe de Oro

 

Faustino Oro tiene diez años y un apellido que parece haber marcado su futuro desde que nació el 11 de octubre de 2013. El chico, oriundo del barrio de San Cristóbal, ahora vive en España con sus padres, Alejandro y Romina. A Europa se fue porque acá ya no le quedaban rivales pese a que desde hace tiempo casi todo se puede resolver de manera virtual. Es un genio y necesita seguir avanzando casilleros. El mundo del ajedrez habla de él y en la semana fue noticia una vez más. En esta ocasión no por un triunfo, sino porque no logró desbancar del récord de precocidad al estadounidense Abhimanyu Mishra, maestro internacional.

El norteamericano Mishra obtuvo ese privilegio con tan solo 10 años, 9 meses y 3 días y se convirtió en gran maestro a los 12 años, 4 meses y 25 días. Antes nunca nadie había logrado el mayor título del ajedrez mundial a tan temprana edad. Oro luchó el fin de semana pasado por el título de maestro internacional con apenas 10 años, 8 meses y un día de vida. Para conseguirlo, debía ganarle al español Alex Garrido Outon, sumar 5,5 y alcanzar la tercera (tiene dos) y última norma (actuación específica en un torneo que se logra jugando con tres banderas) de maestro internacional, título previo al de gran maestro. Pero no pudo y esa medalla le sigue faltando.

El pibe porteño, por quien sus padres dejaron sus respectivas carreras para apoyarlo, perdió en el club Ajedrez con Cabeza, ubicado en Chamberí, un distrito de Madrid. Fausti necesitaba vencer a Outon. Condujo blancas y terminó haciendo tablas tras 45 movimientos al cabo de casi cuatro horas de juego. Su actuación fue muy positiva: finalizó invicto, ocupó el puesto de escolta y se ubicó a medio punto de los ganadores. No los alcanzó ni al estadounidense Eric Rosen ni al venezolano Pedro Ramón Martínez Reyes quienes sumaron, ambos, 5,5 unidades cada uno. Sin embargo...

La buena noticia para Oro, como tantas otras que va cosechando el pequeño ajedrecista argentino con cada movimiento de piezas que va haciendo, es que aún puede lograr el récord que busca: tiene tiempo hasta el 16 de julio. Antes comenzará en Barcelona una competencia similar a la de Madrid y allí tendrá otra oportunidad para ir por esa tercera norma que persigue y se le escapó hace un puñado de días.

Expertos en el tema y entrenadores que trabajan con Oro aseguran que solo es cuestión tiempo que lo consiga. Sus padres dicen que lo único importante es que sea feliz. Mientras, los pasos del pequeño ajedrecista son gigantes. No pasan inadvertidos para nadie y desde la Federación Argentina de Ajedrez (FADA) apuestan fuerte por su carrera en la alta competencia. En mayo un grupo de empresarios acordó con la dirigencia de la Federación un programa para apuntalar a Fausti, a quien ven como un genio del deporte de los caballos, torres y peones de madera. Se pusieron de acuerdo y armaron un equipo de trabajo.

Desde entonces, Oro cuenta con cinco entrenadores y viáticos suficientes para solventar sus necesidades económicas. Todo eso le permite seguir desarrollándose. Les bancan los gastos para viajes, alojamientos y todo lo que necesitan él y sus padres para vivir en España y ser parte de los torneos más importantes del planeta.

El chico es número uno del mundo desde que tenía 8 años y en abril de 2023 se convirtió en el maestro FIDE más joven de la historia, con 9 y medio. Es el único ajedrecista de la historia que, a tan temprana edad, alcanzó una fuerza de juego de 2351 puntos de Elo (así se denomina el puntaje del ranking del ajedrez).

¡En marzo derrotó al mejor jugador del mundo! El noruego Sven Magnus Carlsen, de 30 años, cayó frente al pibito argentino en una partida bullet (a un minuto para cada jugador) en 48 movimientos. Fue el primer encuentro entre estos dos jugadores en el circuito de torneos Bullet Brawl, que semanalmente se lleva a cabo por Internet en el sitio Chess.com. “Estoy muy contento; una gran alegría para mí porque nunca había jugado contra él”, dijo Oro, quien admira a Carlsen desde que supo que existía.

Por ahí va Fausti. Sigue acumulando logros y el asunto de la precocidad no debería ser un tema que los presionen ni a él ni a quienes lo apoyan. El tiempo dirá hasta dónde puede crecer. Por ahora no para de hacer jaque mate. Y al parecer, más temprano que tarde, no habrá rey que encuentre escapatoria a sus movimientos.