Extenso debate por el presupuesto
El Senado se encaminaba a dar sanción definitiva al cálculo de gastos y recursos para 2019. Más de 40 oradores se anotaron en la discusión de un proyecto clave para avanzar con el ajuste fiscal. El oficialismo lo quiere para enviar una señal de gobernabilidad al FMI.
La Cámara de Senadores se encaminaba a convertir en ley el proyecto de presupuesto 2019, último de la actual gestión presidencial. Se esperaba la votación para la madrugada después de un debate cuya duración se calculó en más de 12 horas,
De acuerdo con la estimación de diversos sectores el proyecto sería aprobado por una mayoría que rondaría los cuarenta votos reunidos por Cambiemos, un sector del bloque Justicialista, senadores peronistas del Interbloque Federal y de partidos provinciales.
Además del cálculo de gastos y recursos para el año próximo, el cuerpo se aprestaba a sancionar cinco leyes complementarias: un pacto fiscal con las provincias que flexibiliza el ajuste que debían hacer los gobernadores, un revalúo de las ganancias de las empresas de acuerdo con la evolución de la inflación, un régimen de monotributo especial para pequeños productores cañeros y una modificación del mínimo imponible al impuesto a los bienes personales.
Había un entendimiento entre el oficialismo y sectores de la oposición para que este último fuera sustituido por un proyecto alternativo del senador Miguel Pichetto. También estaba planeado aprobar un proyecto correctivo del impuesto extraordinario al capital de cooperativas y mutuales para bajar su coeficiente de 6 a 3%.
Entre los puntos principales del presupuesto se destaca una previsión de equilibrio fiscal primario comprometido con el FMI. Otras variables macroeconómicas fundamentales son una inflación del 23%, una caída del PBI del, 0,5%, un dólar de 40 pesos y un 70% del total del gasto público destinado al gasto social.
El gasto total será de 4 billones de pesos, la recaudación subiría un 38,9% y se ubicaría en 4.8 billones, el consumo privado tendrá saldo negativo del 1,6%, la inversión tendrá una baja del 9,7 por ciento y las exportaciones una suba del 20,9%. Se crea un fondo de 6500 millones a girar a las provincias para compensar la rebaja de subsidios al transporte.
En la Cámara de Diputados y por presión de los gobernadores peronistas el Ejecutivo aceptó aumentar los gastos en 23 mil millones de pesos y los gastos en 2 mil millones. Ese gasto excesivo no tiene financiamiento asignado.
En defensa del proyecto el macrista Esteban Bullrich sostuvo que “es falso que los recursos del estado son infinitos” y que “el 0% de déficit que propone el presupuesto es un primer paso” para salir de una política fiscal que llevó al país al fracaso. Recordó, además, que “8 de cada 10 gobernadores acompañan este presupuesto”. En cuanto a la provincia de Bs. As. sostuvo que “ha sido dejada de lado por los gobernadores en esta negociación, ya que no se actualiza el fondo del Conurbano”.
Acto seguido rechazaron la iniciativa varios oradores en su mayoría kirchneristas. Marcelo Fuentes rechazó el presupuesto porque en su criterio “ofrecía más ajuste y precarización”. Pronosticó que “más deuda, mas transferencia de ingresos, más fugas de capitales será la herencia” del próximo gobierno.
También rechazaron la iniciativa la “adolfista” María Catalfamo, las kirchneristas Norma Durango, Magdalena Odarda, Silvina García Larraburu, Anabel Fernández Sagasti y María Sácnum y los peronistas Guillermo Snopek, Mario Páis, Eduardo Aguilar y José Mayans. Lo defendieron los macristas Alfredo De Angelis, Silvia Giacoppo, y Laura Rodríguez Machado.