Éramos tan pobres…

La frase, inmortalizada por Alberto Olmedo, aplica a la Argentina del siglo XXI y recae en materia de responsabilidades sobre todos los gobiernos que llevaron las riendas del país a lo largo de las últimas décadas, sin excepción.

El flagelo de la pobreza llegó a un punto nunca visto en el 2001, allá lejos y hace tiempo, cuando estalló el insostenible modelo de la Convertibilidad. De allí en más, la sociedad experimentó mejoras parciales, buenas rachas, soplos de aire fresco. Desde los escombros y a partir del fuerte alza de los precios internacionales de la soja, la gestión de Néstor Kirchner logró mejorar notablemente los números.

Todos los gobiernos que vinieron después, azote de la inflación mediante, no hicieron más que empobrecer a los argentinos. Fue un cuesta abajo hacia el abismo actual y el descenso lleva grabado a fuego los nombres de Cristina Fernández, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei.

El dato de pobreza difundido por el Indec el jueves, ese doloroso 52,9% -la cifra más alta desde el 2003- al que se le suma un 18,1% de indigencia -6,2 puntos porcentuales por encima del semestre anterior- no hace más que reflejar la decadencia del país, otrora granero del mundo.

El latigazo duele. Los guarismos del semestre son propiedad de la gestión Milei pero sería injusto o sesgado en el análisis adjudicarle al mandatario libertario la completa responsabilidad de este desastre. Su administración levantó el telón sobre los restos que dejaron sus antecesores donde, sin ir más lejos, Alberto Fernández se despidió con un 40% de pobres.

Cierto es también que la ejecución del severo plan de ajuste fiscal que ensaya el equipo económico de Milei no podía generar otra consecuencia más que recesión, aumento del desempleo, crecimiento del trabajo en negro y multiplicación de la pobreza e indigencia. No se conocen otros resultados con recetas semejantes.

El equilibrio fiscal es un mandamiento inalterable del gobierno libertario y una condición nunca vista en las administraciones nacionales argentinas. Habrá que ver si resulta sustentable con tremendas cifras sociales.

Por lo pronto, el Ejecutivo ha decidido mantener a flote a los que menos tienen con el fin de evitar un estallido y la consecuente ingobernabilidad. Por eso es que el año próximo el gasto en planes sociales crecerá 27,7% -casualmente hay elecciones legislativas- y alcanzará u$s 3.857 millones, u$s 838 millones más de lo destinado en 2024.

Según explicó el periodista Bernardo Vázquez en Clarín, el Ministerio de Capital Humano es el único que tiene “la billetera abierta”. Los fondos destinados a planes sociales se dividen en cuatro programas: Políticas Alimentarias, Inclusión Social, Acompañamiento Social y Volver al Trabajo. 

Mientras tanto, como siempre, la clase media queda a mitad de camino. Carece de las espaldas anchas que brinda la riqueza a la hora de soportar los aumentos en todos los rubros, pero tampoco califica para la ayuda social. Desesperados, poco a poco sus miembros han dejado de percibir los beneficios de los subsidios.

Sin ir más lejos, en el ámbito porteño el martes el precio del boleto de subte aumentará a $757, acercándose a los valores que los pasajeros de otras provincias pagan a la hora de tomar un colectivo. El problema no reside en actualizar tarifas y quitarle al Estado el peso de una mochila de plomo en materia de subsidios, sino en que al mismo tiempo el gobierno ha decidido ponerle un techo del 2% a la homologación de las paritarias. Es decir que todo sube, menos los salarios.

Eufórico en su cruzada libertaria, el presidente Javier Milei a veces peca de ingenuo en materia política. Ignora o no quiere ver que lo simbólico también es relevante. Que el día de anunciar una pobreza récord salga a saludar al balcón de la Casa Rosada acompañado por Susana Giménez es, por lo menos, un gesto de frivolidad.

Otro tanto le cabe al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien celebró los números que ha logrado hasta el momento la gestión Milei y adelantó que se viene “la deep motosierra”, donde se buscará avanzar sobre sectores como el transporte, la navegación y la habilitación de las sociedades anónimas deportivas en el fútbol.

EL AJUSTE

En la semana el presidente Javier Milei estuvo de gira por los Estados Unidos, campaña destinada a negociar el desembarco de inversiones extranjeras y mostrarle al mundo que ha nacido una Argentina distinta. Tocó la legendaria campana en Wall Street, se reunió con Elon Musk y en el recinto de las Naciones Unidas le advirtió al resto de los países sobre “las políticas colectivistas que violentan los derechos de propiedad”. 

Convertido en un hilarante Quijote contra el comunismo, expresión ideológica que casi ha desaparecido de la faz de la tierra, el presidente Milei alza el estandarte del equilibrio fiscal y el recorte a escala nacional, pero las provincias no le siguen el tranco, resisten el ajuste.

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), dirigido por Nadin Argañaraz, recalca los siguientes puntos:

* El gasto en personal del consolidado de las cinco jurisdicciones subnacionales más importantes disminuyó un 16,7% en el primer semestre de 2024, mientras que a nivel nacional la baja fue del 18,2%.

* El gasto en prestaciones de seguridad social se redujo un 18% en las cinco jurisdicciones seleccionadas y un 26% en el gobierno nacional.

* En cuanto a las transferencias corrientes, el gasto descendió un 16% en el ámbito subnacional y un 28% en el gobierno nacional.

* En lo referente al gasto de capital, el consolidado subnacional presentó una caída real interanual del 49%, mientras que el gasto de capital a nivel nacional se redujo en un 81% durante el primer semestre.

* En resumen, el gasto primario del consolidado de las cinco jurisdicciones subnacionales disminuyó un 20% real interanual durante el primer semestre, mientras que el gasto nacional tuvo una baja del 32% en el mismo periodo.

Los datos de la actividad económica dibujan un mapa de lo que es la Argentina actual. En la semana se conoció que la economía en julio rebotó un 1,7% frente al mes anterior, pero se desaceleró 1,3% con respecto al mismo mes del año anterior.

En la lectura fina y ante la vana esperanza de encontrarnos frente a brotes verdes, vale advertir que sólo el campo mostró números saludables (23,6%), seguido por Explotación de Minas y Canteras (5,7%) y Electricidad, gas y agua (3,6%). El resto de los rubros cerró en rojo.

“Las actividades con mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE en julio de 2024 fueron Agricultura, ganadería, caza y silvicultura y Explotación de minas y canteras. En contraposición, las ramas de actividad con mayor incidencia negativa fueron Industria manufacturera y Comercio mayorista, minorista y reparaciones”, reveló el informe oficial.

El agro tracciona a partir de la demanda externa, los precios internacionales y las exportaciones, pero puertas adentro la recesión es incuestionable. La industria, según datos de FIEL, se desplomó 10,8% interanual en agosto, mientras que el consumo masivo registró una retracción del 7,8%.

Como siempre, cuando hay poca plata se gasta en lo justo y necesario. De allí que el informe difundido por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios marque una baja sostenida en Indumentaria y Calzado (-17%) -a remendar y seguir usando-; Transporte (-13,8%) -se camina más o se usa la bicicleta-; y Recreación y Cultura (-21,7%) -chau al cine, el teatro o las comidas afuera-. 

INCERTIDUMBRE

El ajuste y la pobreza siempre terminan por hacer mella. El Indice de Confianza en el Gobierno, que elabora la Universidad Di Tella, mostró que en septiembre fue de 2,16 puntos, con una baja de 14,8% respecto del mes anterior. 

El mercado laboral también es un espejo donde se reflejan las circunstancias de la economía. El último informe de la Universidad Católica, rubricado por el sociólogo Eduardo Donza, remarca que:

* Se observa una estabilización de la desocupación.
* El incremento en la tasa de desocupación (6,2 a 7,6), no se debe a una destrucción de empleo sino a un incremento de la oferta laboral, empujado por la inflación. 
* En 2024 se incrementó la proporción de desocupados que fueron cesanteados del sector estatal. Pasó de representar al 3%, en el 2° trimestre de 2023, al 4,4% en ambos trimestres de 2024.
* Se incrementó el peso relativo de los jefes de hogar en el total de desocupados. Pasó de 28,4% al 32,5%.

La declinación del país es evidente. ¿Podrá revertirla Javier Milei y sus políticas libertarias? ¿Nos salvará el mercado? El humor, a veces, también oficia como advertencia. Hace muchos años el cómico Tato Bores encarnó el personaje del “argentinólogo” Helmut Strasse. En el documental titulado El misterio de la Argentina, el locutor decía: “A medida de que profundizamos en nuestras excavaciones, no nos quedan dudas de que la Argentina existió alguna vez. Pero lo que nos seguimos preguntando es: ¿cómo era aquel país? ¿cómo y por qué desapareció?”