Épica gira de Boca Juniors

A pesar de que la temática de la nota que se presenta a continuación no encuadra en las que suele abordar este cronista, su importancia sociopolítica e histórica lo ameritan.
Se trata de la memoria de una épica gira que el club más popular de fútbol argentino, Boca Juniors llevó a a cabo por Europa a comienzos de 1925 dando inicio de tal suerte a una auténtica leyenda que conviene traer a colación no solamente por su contenido deportivo, ya importante desde luego, sino que afirmó en el planeta la fama que aún persiste actualmente con relación a la escuadra auriazul y que desde entonces, hace ya un siglo, ha convertido en un punto de peregrinaje internacional inigualable a su mítico estadio ‘La Bombonera’ y al barrio donde nació, creció y continúa su existencia La Boca del Riachuelo.
El 4 de febrero de 1925, el Club Boca Juniors comenzó una gira hacia el Viejo Continente para hacer historia: logró triunfos resonantes que pusieron al fútbol argentino en las primeras planas del fútbol mundial. Cuando todavía el fútbol argentino no estaba en los primeros lugares del mapa futbolístico internacional el club de la Ribera (fundado tan solo el 3 de abril de 1905) decidió emprender una aventura, tal vez inspirada en la experiencia de Nacional de Montevideo que -debido a la gran actuación de Uruguay en el fútbol de los juegos olímpicos de 1924- fue invitado por varios clubes europeos a una gira de partidos amistosos.

RUMBO A ESPAÑA
Justamente la gira de Boca comenzó el 4 de Febrero de 1905 con rumbo a Montevideo para embarcarse desde allí en el buque Formosa y navegar veintidós días hasta pisar tierras ibéricas.
Al parecer el cansancio del viaje, factor utilizado tan habitualmente como excusa en nuestros días, poco influyó en el ánimo y la condición física de aquel recordado plantel xeneize: ganó quince partidos, perdió tres y empató sólo uno, convirtió cuarenta goles y recibió sólo dieciséis en contra. La prensa europea quedó cautivada ante ese gran Boca de 1925.
Aunque, como detallaba el diario ‘La Nación’ en su crónica de la legendaria partida desde el puerto de Buenos Aires: "Nunca asistió una concurrencia más numerosa que la de anoche al puerto, a despedir a una delegación deportiva (...) Los alrededores de la dársena Sur se vieron ocupados por una multitud (...). Volaron los sombreros por el aire y los pañuelos en señal de despedida", no fue esa fervorosa despedida el motivo del nacimiento de un mito boquense: el jugador número 12, identificado posteriormente con la hinchada, pero que entonces hacía referencia a una sola persona, la única que había viajado junto al plantel sin integrarlo y de su propio peculio. Me refiero a Victoriano Caffarena, conocido cariñosamente como ‘Toto’, fue un socio apasionado de Boca Juniors desde 1922.
Este joven escribano, con notables amor compromiso hacia el club, destacó por su papel fundamental durante la primera gira del equipo por Europa en 1925. En una época sin patrocinios ni recursos externos, decidió vender un campo propiedad de su familia para costear su pasaje y colaborar con los gastos del viaje, demostrando una devoción incomparable.
Su presencia en la delegación no fue meramente simbólica. A lo largo de la travesía que incluyó 19 partidos en tierras europeas, Caffarena asumió múltiples funciones: utilero, masajista, aguatero e incluso director técnico cuando fue necesario.
La relevancia de su figura llevó al delantero Agustín Cerrotti a bautizarlo como el ‘Jugador Número 12’, reconociendo su impacto dentro del grupo.
Más allá de la gira, el escribano continuó aportando al club en diversas capacidades. Encargó la composición del primer himno de Boca en 1926, contribuyó a la consolidación de la identidad xeneize y fue un referente entre los socios. Con el tiempo, se le asignó una platea fija y fue distinguido como socio vitalicio y homenajeado debidamente. Figura relevante no solo del club sino del barrio, un verdadero caudillo local de vasta nombradía, tuvo protagonismo fundamental en la fundación de la ya mítica Segunda República de La Boca junto con otros legendarios vecinos, José Víctor Molina y Benito Quinquela Martín. A la muerte del primero Caffarena sería designado Presidente vitalicio y Dictador. de la que fue designado Presidente Vitalicio – Dictador.

BOCA DE 1925, UN EQUIPO ÉPICO
Era tal el entusiasmo de los jugadores que el plantel entrenó el primer día de embarque en la cubierta del barco. Asimismo conviene destacar que Boca contó con refuerzos, que fueron cedidos gentilmente por otros clubes, como Onzari, de Huracán (autor del gol que pasó a ser bautizado en la historia como ‘olímpico’) y Manuel Seoane, conocido como ‘La Chancha’, que había brillado en Independiente y en ese momento era jugador de El Porvenir. Seoane fue goleador y figura de aquella gira.
Conviene no dejar de mencionar los nombres de los protagonistas de aquella gesta: Américo Tesoriere, Bidoglio, Mutis, Segundo Medici, Alfredo Elli, Mario Busso, Domingo Tarasconi, Antonio Cerrotti, Dante Pertini, Carmelo Pozzo, Atraygues y Garasini. También se incorporaron Octavio Díaz (cedido por Rosario Central), Cochrane (de Tiro Federal), y Luis Vaccaro (de Argentinos Juniors).
El debut futbolístico fue el 5 de Marzo, frente al Celta de Vigo y ante 25 mil espectadores: Boca ganó por 3 a 1 y dejó boquiabierto a todo el público, sobre todo cuando a los dos minutos de juego, Antonio Cerrotti abrió el marcador. Nadie lo esperaba; tampoco él, quien pasará a la historia como el primer jugador argentino en marcar un gol en Europa. Luego, en la revancha, Celta se impuso 3 a 1. Pero Boca había comenzado a hacer historia y estaba decidido a continuarla. Enfrentó a otro grande de Galicia, el Deportivo La Coruña, al que batió por 3-0 y 1-0. Luego viajaron a Madrid, para vencer a los dos grandes: 2-1 al Atlético y 1-0 al Real Madrid. La gira continuó así: Gimnástica (1-0), Real Unión de Irún (0-4), Athletic Bilbao (2-4), Osasuna (1-0), Espanyol (1-0 y 3-0), Seleccionado de Cataluña (2-0). En Alemania, donde se ganaron el apodo de ‘Malabaristas del fútbol’, empataron con el poderoso Bayern Munich (1-1), y golearon a otros equipos germanos: NW Berlin (3-0), Spielvereingung (7-0), Seleccionado de Frankfurt (2-0), Eintracht Frankurt (2-0). La histórica gira culminó con goleada en Francia: 4 a 2 al Olympique Francais (un combinado de figuras).
A la vuelta de la gira, el club de la Ribera estaba en boca de todo el país y extendió la cantidad de simpatizantes por toda la Argentina. Hace un siglo Boca se embarcaba hacia la aventura que le abriría las puertas del fútbol grande a este rincón del sur del mundo.