Enfermedad cardiovascular: los cuidados paliativos son beneficiosos para mejorar la calidad de vida

La implementación de terapias a base de cuidados paliativos centradas en el paciente, incluida la prescripción, el ajuste o la interrupción de la administración de medicamentos según sea necesario, puede ayudar a controlar los síntomas y a mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades cardíacas, según la nueva declaración científica “Farmacoterapia paliativa para enfermedades cardiovasculares” de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) que se publicó recientemente en la revista profesional de la Asociación, “Circulation: Calidad y resultados cardiovasculares”.
En la nueva declaración científica se revisa la evidencia actual sobre los beneficios y los riesgos de los medicamentos paliativos esenciales y cardiovasculares. En la declaración se proporciona orientación para que los profesionales de cuidados de salud incorporen métodos paliativos como parte del manejo integral de los medicamentos en todas las etapas de las afecciones del paciente, lo que pone énfasis en la importancia de la toma de decisiones compartida y la atención orientada a objetivos.
Los cuidados paliativos son instancias de atención médica especializada que tienen como objetivo aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud debido a enfermedades graves. Este enfoque puede beneficiar a los pacientes con enfermedades cardiovasculares, incluidas las enfermedades coronarias, las enfermedades de las válvulas del corazón, la hipertensión arterial pulmonar y la insuficiencia cardíaca. Estas afecciones reducen significativamente la calidad de vida del paciente, requieren tratamiento continuo, suelen ser progresivas y se asocian con altas tasas de mortalidad. La progresión de muchas enfermedades, de crónicas a avanzadas y en etapa terminal, puede ser impredecible y estar marcada por un empeoramiento de los síntomas que da lugar a hospitalizaciones recurrentes.
Los cuidados paliativos complementan la atención cardiovascular estándar ya que disminuyen los síntomas físicos, ayudan a controlar la angustia emocional y permiten que los pacientes puedan tomar decisiones que coincidan con sus objetivos de atención. El enfoque paliativo puede integrarse con el manejo de los medicamentos de los pacientes sin importar la etapa en que se encuentre la enfermedad cardíaca, desde una enfermedad cardíaca crónica y estable hasta una enfermedad cardiovascular avanzada y terminal. Y, lo que es más importante, los cuidados paliativos respaldan un enfoque de tratamiento más orientado a los objetivos y centrado en el paciente.
En estudios anteriores se demostró que, agregar intervenciones de cuidados paliativos a la atención basada en evidencia mejora la calidad de vida, el estado funcional, la depresión, la ansiedad y el bienestar espiritual de los pacientes, y reduce el riesgo de readmisión hospitalaria para pacientes con enfermedades cardíacas avanzadas en comparación con el uso solo de atención clínica. A pesar de estos beneficios, menos del 20 % de las personas con enfermedades cardíacas en estado terminal reciben cuidados paliativos.
Además, a pesar de los importantes avances en la atención cardiovascular, aún persisten las disparidades en la atención y en los resultados relacionados con la raza, el origen étnico, el género y los determinantes sociales de la salud. Las personas con insuficiencia cardíaca que se remiten a cuidados paliativos son predominantemente blancas, tienen un nivel socioeconómico más alto y mayores probabilidades de recibir atención en centros médicos académicos. Los pacientes que pertenecen a grupos raciales y étnicos subrepresentados tienen menos probabilidades de recibir cuidados paliativos, lo que contribuye a peores resultados y a un mayor riesgo de mortalidad temprana.
“Es fundamental que los pacientes estén bien informados sobre su diagnóstico y sobre cómo el manejo de los medicamentos puede cambiar a medida que avanza la enfermedad, de esta forma tendrán tiempo suficiente para establecer y compartir sus objetivos”, afirma la doctora Katherine E. Di Palo, presidenta del grupo de redacción de declaraciones, directora sénior de Excelencia en Atención Transicional de Montefiore Medical Center y profesora asistente de medicina en Albert Einstein College of Medicine de la ciudad de Nueva York. “Estos objetivos a menudo incluyen la disminución de los síntomas como la dificultad para respirar, la fatiga y el dolor, así como una mejora del sueño, el estado de ánimo y el apetito”, añade.
Para lograr estos objetivos, en el caso de los pacientes con enfermedades cardíacas en etapa avanzada se debe dar prioridad a los medicamentos cardiovasculares que alivian los síntomas, como los diuréticos para controlar la retención de líquidos en la insuficiencia cardíaca. Agregar medicamentos paliativos a las terapias cardiovasculares basadas en evidencia puede ser un complemento para controlar los síntomas y optimizar la calidad de vida. Entre los medicamentos paliativos más comunes se encuentran los antidepresivos, los opioides para aliviar el dolor y la dificultad para respirar, y los medicamentos contra las náuseas.
“Dadas las complejidades que trae aparejadas el manejo de medicamentos cuando se trata de personas con enfermedades cardíacas, se recomienda un enfoque basado en el trabajo en equipo. La colaboración entre médicos multidisciplinares de atención primaria, cardiología y cuidados paliativos es necesaria para ofrecer una atención eficaz y centrada en la persona”, afirma Di Palo.
Dado que el estado de salud de los pacientes puede cambiar rápidamente, es fundamental mantener conversaciones continuas para garantizar que los planes de tratamiento se ajustan a las preferencias y prioridades del paciente. Los médicos deben evaluar sistemáticamente los riesgos potenciales de cada medicamento, los beneficios que aportan y el tiempo previsto para obtener dichos beneficios, y comunicárselos a los pacientes.
La retirada y la reducción de los medicamentos son también componentes esenciales del manejo de los medicamentos paliativos para las personas con enfermedades cardíacas. La retirada de medicamentos implica disminuir, retirar o suspender un medicamento con el objetivo de mejorar los resultados. La reducción de los medicamentos se enfoca en disminuir la dosis o en cambiar a otro medicamento según la respuesta del paciente al tratamiento.
“La retirada de medicamentos que tienen beneficios limitados o que presentan un mayor riesgo de eventos adversos se puede realizar de manera segura con el consentimiento del paciente”, informó Di Palo.

En la declaración se proporcionan varios ejemplos de casos en los que puede ser apropiado considerar la retirada de los medicamentos, como cuando el tiempo para obtener los beneficios del tratamiento puede ser mayor que la esperanza de vida del paciente. Se pueden recetar medicamentos que reducen la capacidad de coagulación de la sangre (también conocidos como anticoagulantes) para disminuir el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos. Sin embargo, algunos de estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de hemorragia, especialmente en pacientes mayores de 75 años que tienen un mayor riesgo de sufrir caídas. También se puede considerar la interrupción de los antiinflamatorios no esteroides (AINE) en pacientes con enfermedad cardíaca terminal debido al mayor riesgo de hemorragia y retención de líquidos. Aunque los betabloqueadores se recetan comúnmente para el control de la presión arterial alta y la insuficiencia cardíaca, pueden contribuir a la fatiga y al deterioro funcional en la enfermedad cardíaca terminal. Un programa de reducción gradual de la dosis puede ayudar a disminuir el riesgo de presión arterial alta de rebote o la abstinencia cuando se suspenden abruptamente la administración de dosis elevadas.
Otra de las razones para considerar la retirada de medicamentos es la polifarmacia, definida como la toma de cinco o más medicamentos al día. Esto aumenta el riesgo de reacciones adversas o efectos secundarios, no tomar los medicamentos según lo prescrito, readmisión hospitalaria y mortalidad. Los gastos de bolsillo excesivos en los que se incurre al comprar los medicamentos también pueden generar la necesidad de dejar de prescribir ciertos medicamentos.
Se necesitan más investigaciones en el futuro para determinar las mejores formas de proporcionar un acceso oportuno y específico al manejo de los medicamentos paliativos, en particular para los pacientes con enfermedades cardíacas avanzadas que pertenecen a grupos raciales y étnicos subrepresentados, y que tienen menos probabilidades de recibir cuidados paliativos o pueden enfrentarse a barreras para recibirlos.
La redacción de esta declaración científica estuvo a cargo del grupo de redactores voluntarios en nombre del Comité de Farmacología Clínica del Consejo de Cardiología Clínica y el Consejo de Enfermería Cardiovascular y Ataque Cerebral de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón). Las declaraciones científicas de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) promueven una mayor conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares y los ataques cerebrales y ayudan a facilitar la toma de decisiones informadas sobre el cuidado de salud. Las declaraciones científicas describen lo que se sabe actualmente sobre un tema y qué áreas necesitan más investigación. Si bien las declaraciones científicas informan el desarrollo de pautas, no hacen recomendaciones de tratamiento. Las pautas de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) proporcionan las recomendaciones de práctica clínica oficiales de la Asociación.