El volar es para los pájaros
Hoy, esa utopía yace bajo tierra. La humanidad ha aceptado que no puede volar y que, si hay algo incontrovertible, es la naturaleza. Sin embargo, en nuestro país, una ley autoriza a contrariarla.
En efecto, desde 2012 a esta parte, la ley 26473 permite que una persona que se
Su artículo 3 autoriza a toda persona a "...solicitar la rectificación registral del sexo y el cambio de nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida''.
El Registro Nacional de las Personas queda obligado a proceder a esa rectificación. Es decir que otorga al interesado una identidad falsa, pues no se trata en esta norma de casos de intersexualidad -que se dan cuando persona nace con características de ambos sexos- sino, simplemente, de que el solicitante se
Semejante dislate parece salido del Ministerio de la Verdad que imaginara Orwell, que la establecía de modo oficial por ajena que fuera a la verdad
No es ajena a ese rumbo la oficialización -en múltiples reparticiones- del
La ley que comento -y la tontera de deformar el idioma- tienen algunos años, pero son de estricta actualidad. Forman parte del
Semejante distorsión resulta insostenible a la luz de la propia conducta estatal, aún no enteramente carcomida. Si las personas pueden falsear su sexo -y el Estado tiene la obligación de aceptarlo- cuesta comprender que, por otra parte, su Código Penal castigue las falsificaciones de moneda, de instrumentos públicos o de marcas de comercio (cosa que hace en su Capítulo
La oposición debe tomar buena nota de estas anomalías. Y ya debería comprometerse a derogar las