“El problema es que el mercado está carísimo”
Los mercados hicieron de las suyas. De manera imprevista, al menos para buena parte de los inversores, la plaza internacional se lanzó en una dinámica de montaña rusa. El estremecimiento fue suficiente como para que, más temprano que tarde, los medios bautizaran la jornada como Lunes negro.
El pánico mermó un día después cuando las bolsas recuperaron parte del terreno perdido. Hay, sin embargo, un fondo de cocción que preocupa. El economista Germán Fermo, director de MacroFinance, analiza las circunstancias de la caída y proyecta qué puede ocurrir a futuro.
-¿Qué explicación le encuentra a las zozobras desatadas el lunes en los mercados?
-El Nikkey rebotó rápido, con lo cual revirtió todo lo anterior. No es un detalle trivial. Yendo a las causas que generaron el sell off, el mundo entero se endeuda en yenes y lo que ocurrió es que el Banco Central de Japón salió a subir su tasa de interés. Eso apreció el yen, con lo cual todas las deudas en yenes se encarecieron. Eso generó que todos los endeudados en esa moneda salieran a cerrar la deuda y para cancelarla vendieron los activos que habían comprado. Así funciona el carry, te endeudás y comprás otra cosa. Dado que el yen rendía cero, trataban de sacar un rendimiento positivo en otro lado y así hacían la diferencia. Es un mercado enorme que se viene gestando hace más de tres décadas. Esa es la primera razón.
-¿Cómo impactó el famoso informe laboral de los Estados Unidos?
-En segundo lugar, los datos de empleo salieron mal pero muy mal para los Estados Unidos. Por lo tanto el fantasma recesivo empezó a aumentar su probabilidad y el mercado comenzó a descontar esa chance. Eso explica porqué hubo tanta demanda por bonos cortos norteamericanos. Las tasas cortas bajaron muy sustancialmente con lo cual hay un aspecto que de alguna manera descuenta una recesión bastante más probable de lo que se esperaba. El mercado no tiene eso descontado.
-Algunos analistas resaltaron que también influyó el clima electoral en los Estados Unidos.
-En tercer lugar, Kamala Harris se está acercando a Trump en las encuestas de la campaña presidencial. Ocurre que el mercado prefiere a Trump y tiene priceado a un Trump ganador. Es decir que el hecho que Harris se acerque en las encuestas también es una mala noticia.
-¿Influyó el contexto de política internacional?
-El hecho de que haya un conflicto en Medio Oriente, que por ahí puede escalar, tampoco ayuda.
BALANCES
-¿Qué análisis hace de los balances corporativos presentados durante las últimas semanas?
-Esta es una época de reporte de resultados. La semana pasada reportaron casi todas las tecnológicas grandes, si bien ofrecieron buenos resultados nada fue espectacular. Y el mercado tiene descontado un crecimiento espectacular en lo que son los retornos, las ganancias de estas compañías. Y pareciera que la realidad está mostrando lo contrario. Ahí hay un exceso de valuación, especialmente de las empresas tecnológicas contra la realidad macroeconómica. La macro no es dramática pero tampoco es lo explosivamente buena que tienen priceadas las acciones tecnológicas.
-¿A qué conclusión arriba?
-En esencia la conclusión es que hay varios factores que están contribuyendo a la negatividad, pese a la recuperación del Nikkei. Creo que la negatividad en promedio para el Nasdaq va a seguir. Agosto suele ser el peor mes del año a nivel de retornos. Creo que el principal problema acá no es un drama macroeconómico sino que encuentra un mercado carísimo, especialmente el segmento de las tecnológicas.
-¿Puede esto impactar en los emergentes?
-Por supuesto que sí. Si se exacerba este cierre de carry global puede haber un problema en los emergentes pero no lo veo como un desafío inminente por ahora. Hay que ir viendo cómo el Banco Central de Japón va monitoreando este tema. Tampoco son abruptos en los cambios de política monetaria que ensayan. De manera que por el momento, si bien es un contexto relativamente complicado, los emergentes tienen una ventaja: están baratos en su relación con el Nasdaq. Lo que acá realmente tiene que adelgazar es el Nasdaq, no los emergentes. Toda mi tesis radica en que percibo que el Nasdaq está carísimo y está totalmente por encima de cualquier realidad macroeconómica razonable.