“Llegará el día que será preciso desenvainar una espada por afirmar que el pasto es verde” decía G.K. Chesterton a principios del siglo XX.
Con el triunfo de la fórmula Milei - Villarruel, fueron apareciendo visiones y opiniones diferentes al relato que se venía imponiendo desde hacía décadas.
La clase política, los grandes medios de comunicación, los planes de estudio, un sector significativo del arte y de los intelectuales, fomentaron una narrativa creada por la izquierda cultural sobre los valores que la sociedad debía promover.
Esto, ahora empieza a ser cuestionado, aunque los grandes medios aún persisten en defender el relato. Han sido colonizados por otra casta: la de la “corrección mediática”. Es así que el valor relevante de la familia compuesta por un hombre, una mujer e hijos, no solo es discutido, sino denostado. Y con ello, a quienes lo defienden.
Hoy existen medios alternativos a los medios de comunicación tradicionales, que pese a las restricciones que imponen, son el gran canal para enfrentar a los dueños del relato que ven a la familia natural como una visión retrograda o medieval (como expresó un columnista del canal LN+ la semana pasada).
LOS HECHOS
El Ministro de Justicia Cúneo Libarona fue citado en la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados, la semana pasada y dijo: “Se acabó solo el género. Nuestro valor es la familia. La familia es el centro de la sociedad y la educación. ¿Cuáles son los valores familiares tradicionales? el amor, la unión, el trabajo, el estudio, la solidaridad, la igualdad ante la ley, la igualdad de trato, promover los símbolos patrióticos, los valores patrióticos, respetar y honrar a nuestros próceres… Esto resulta esencial para el bienestar de los individuos y la armonía y cohesión social. Nosotros rechazamos la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología. (aplausos) Son inventos subjetivos que carecen… (Interrupciones y alboroto). Esto está en la Constitución, la Biblia, el Corán, la ciencia, la naturaleza del ser humano...”
CON LAS MANOS ATADAS
Uno de los tópicos que se le cuestionó al Ministro es que no podía estar en contra de una Ley Nacional, (N 26.743) cuyo artículo 2 define a la identidad de género como “la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”.
Lo que primero uno debería preguntarse es si todas las leyes positivas son justas, a lo que respondemos que, dado que están plasmadas por seres humanos falibles, es posible que las leyes también puedan tener falencias. Lo segundo es considerar que, si no se admitiera criticar una ley, las cámaras legislativas no podrían reformarlas o derogarlas.
DOGMA DE FE
Que la sexualidad es una construcción social y subjetiva independiente de los condicionamientos biológicos es una creencia con fundamentos bastante endebles. Tan es así, que solo puede sostenerse mediante procedimientos totalitarios: cancelando o denostando al que piensa distinto.
La perspectiva de género estableció un nuevo tabú: hacer inconcebible que alguien pueda pensar que existen dos sexos y que lo normal es que el sexo y el género se desarrollen en mutua armonía. La doctrina de las diversidades sexuales forma parte de la nueva “religión queer”. Quien no crea en ella, comete el más grave de los pecados.
PERIODISMO WOKE
Apenas terminó el mensaje del ministro de Justicia, varios comunicadores expresaron su indignación. Esa noche se pudo, visiblemente molesta, a Débora Plager que no podía creer que el ministro no aceptara las diversidades y las nuevas familias que no respetan la biología. En la misma dirección también se expresaron otros miembros del programa que conduce el periodista Paulino Rodrigues en LN+.
El periodista Luis Novaresio en su programa “Buen día Nación” además de repudiar las declaraciones del funcionario, reclamó un pedido de disculpas incondicionales o su renuncia. Afirmó que sus dichos provocaron dolor y que le daba pena escucharlo, además de otros calificativos.
También se observaron expresiones de rechazo en otros canales, como, por ejemplo, en el programa ¿La Ves? del periodista Jonatan Viale de la señal TN.
Los conductores de radio también se sumaron a las críticas. El periodista Marcelo Longobardi se preguntó ¿qué clase de ataque medieval le ha agarrado al ministro? o la airada crítica de Ernesto Tenembaum, por nombrar solo a dos de los conductores radiales más conocidos.
La casta política encabezada por la izquierda y el peronismo, también reaccionó, presentando al día siguiente un proyecto de juicio político. La Diputada Nacional Mónica Macha (Unión por la Patria) fue la impulsora. En ella acusa al funcionario por mal desempeño en el ejercicio de sus funciones y por incumplir las leyes vigentes en materia de género. El diputado Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) expresó: “si le queda algo de vergüenza debería renunciar”.
LA REALIDAD
Al respecto, el vocero presidencial Manuel Adorni manifestó: “Nosotros no queremos negocio con las políticas de género, no queremos que se discrimine absolutamente a nadie y pretendemos que el que se autoperciba como se autoperciba, que no exija a otro que reconozca esa autopercepción, nada más me parece que tenemos que ser más libres y no cuestionarnos todo tanto”.
Por su parte el reconocido politólogo y escritor Agustín Laje, expresó en la red social X : “Brillante @m_cuneolibarona La ideología de género es la absurda suposición de que la identidad sexual del ser humano se define no por la realidad de su cuerpo, sino por el contenido de su imaginación y de las ficciones jurídicas a la carta” y sostuvo:”El problema no es que un grupo ultraminoritario quiera mentirse a sí mismo, adhiriendo a una concepción absurda de la sexualidad; todo el mundo tiene derecho a vivir en el error si así lo desea. El problema es que ese absurdo se convierta en política estatal y, por lo tanto, se obligue a todos los argentinos a financiarlo y convalidarlo”.
¡Se tenía que decir, y se dijo!
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