Como en "Machuca", "Araña" habla de política, de amores y traiciones. Nuevamente es tarea del realizador Andrés Wood subrayar el pasado y leer en el presente su memoria. Esta vez no se trata de chicos de distintos ámbitos que pueden convivir hasta que la violencia los separa. Esta vez los protagonistas son adultos que fueron adolescentes y algunos tuvieron ideales diferentes, mientras otros cambiaron de patrón y de ideología.
Wood de alguna manera cuenta sobre gente joven que integró el grupo de derecha Patria y Libertad durante el gobierno de Salvador Allende y que se convirtió en un factor de disidencia y violencia, hasta desaparecer luego de la caída del mandatario.
OLVIDAR EL PASADO
Aquí se habla de una mujer que integró aquel grupo (interesante actuación de Mercedes Morán) y ahora como empresaria se niega a reconocer su pasado y necesita borrarlo haciendo desaparecer a quien de alguna manera se lo recuerda (el Gerardo de Pedro Fontaine).
Historia que sucede en constante paralelo, lo que fueron antes estos jóvenes que triunfan en la sociedad chilena de los negocios y la presencia actual e imprevista de un compañero de ellos, amante entonces de la ahora empresaria, que representó un status ideológico del que ahora ella reniega.
Thriller que mezcla lo político y lo pasional con un triángulo que en los "70 estuvo unido en el sexo y la acción y que ahora cambió la marcha entre fundaciones educativas y reuniones de ejecutivos glamorosos. El filme no tiene una estructura limpia y se contamina de lugares comunes y clichés varios, logrando sus mejores méritos en la descripción de la juventud setentista ardiente y contestataria. (María Valverde es la versión joven de Inés, representada en la madurez por Morán)
Por el contrario, la intrusión actual de aquellos que integraron Patria y Libertad en grupos religiosos para fomentar el caos no alcanza representatividad ni verosimilitud en la descripción.
"Araña" es una obra a medio camino, de buen ritmo y algunas actuaciones interesantes, que no alcanza la altura de "Machuca" aunque enfatiza la necesidad de replantear la memoria como mecanismo de conocimiento.
Calificación: Buena