“El mercado de capitales debería ser el lugar adonde canalizar el ahorro”

El Banco Central bajó las tasas de referencia al 40%. Es una oportunidad para estimular el crédito productivo. “Los préstamos ahora se enfocan hacia el sector privado”, destaca Diego Martínez Burzaco. Adiós al plazo fijo.

Como un boxeador que sorprende con golpes inesperados, el equipo económico del presidente Javier Milei todas las semanas tira un gancho al hígado. Esta vez decidió bajar diez puntos la tasa de interés, llevándola al 40% anual. Es el sexto recorte en apenas cinco meses.

La medida obliga a replantear la estrategia de inversión, tanto para las empresas como para los ahorristas de a pie, aquellos que hasta hace poco tiempo encontraban en el plazo fijo una alternativa para combatir el proceso inflacionario.

El escenario dista de ser sencillo. Diego Martínez Burzaco, country manager de Inviu, recalca que pese a que el plazo fijo ahora queda cancelado como opción rentable. La nueva realidad permite lubricar las líneas de crédito, tanto a nivel personal como para el sector productivo. “Los préstamos que empiezan a aparecer están destinados ahora al sector privado”, enfatiza el economista.

-¿Esperaban una baja tan pronunciada y repetida de la tasa de interés de referencia?

-Para ser sincero, no esperábamos esta magnitud de caída tan rápida. Hay dos cosas: la primera, para darle la derecha al gobierno, es cierto que la desaceleración de la tasa de inflación es más abrupta de lo que uno podría haber previsto al principio del año. Eso da cierto margen. También es cierto que esta baja agresiva de la tasa de interés se puede dar en un contexto donde prevalecen las restricciones al movimiento de capitales. Creo que esas dos cosas confluyen a que se pueda ir disminuyendo la tasa de referencia de la economía sin enfrentar riesgos de que se produzca una corrida contra el dólar. Lo cierto es que se secó bastante la plaza de pesos, no solamente en términos nominales sino también reales.

-Sólo queda la vía bursátil o el paralelo para obtener divisas.

-Eso desde ya. El acceso real al dólar es a través del dólar financiero del mercado de capitales, que a su vez también tiene algunas limitantes. Por ejemplo, agentes económicos que acceden al Mercado Unico y Libre de Cambios no pueden hacerlo porque sino se bloquea. Además hay una oferta de dólares que viene por el lado del Contado con Liquidación por los exportadores que hoy liquidan sus exportaciones 80% al oficial y 20% en el CCL. Eso también permite tener ofertas en el Contado con Liquidación y más o menos tenerlo en los niveles de $ 1.100 en que está actualmente.

ESTRATEGIA

-A la hora de planificar una estrategia de inversión, ¿cuánto los afecta la baja de la tasa? ¿Tienen que reorientar las decisiones?

-Claramente el mayor desafío es cómo determinados inversores, como empresas que tienen excedentes monetarios, pueden cubrir o mantener el valor de ese capital con tasas que está a la baja. Son inferiores a las de la inflación. Es un gran desafío. El año pasado quizás una empresa a la hora de tomar una decisión de qué hacer con su excedente monetario, si no lo invertía en un instrumento financiero con tasa de interés tenía la opción de comprar mercadería. Se stockeaban y de alguna manera el bien les daba cobertura inflacionaria. Hoy hay muchas empresas que están sobrestockeadas, hay debilidad en la demanda por la recesión económica y por lo tanto, stockearse hoy no es una opción. Entonces van al mercado financiero y preguntan qué pueden hacer. Acá el desafío es perder lo menos posible contra la inflación, claramente.

-¿Qué hace el ahorrista de a pie que siempre recurre al plazo fijo? ¿Debe descartar este instrumento?

-Sí, sin dudas. Desde el punto de vista de los hacedores de política económica y monetaria se entiende porque la idea es que los pasivos remunerados del Banco Central dejen de remunerar en el menor plazo posible. Esto para evitar que eso genere más emisión con la cual pagar esa deuda del Banco Central. La emisión futura presiona sobre los precios. Desde el punto de vista del inversor claramente es un problema. Quizás viendo el vaso medio lleno es una oportunidad para las empresas o para los individuos que están pensando en sacar un crédito por distintas motivaciones. Una empresa puede necesitarlo para financiar capital de trabajo. Hoy hay bastantes instrumentos en el mercado de capitales con una tasa bastante más baja que la inflación. Para cualquier individuo privado que busca un crédito personal, es una buena noticia. Lo mismo ocurre con el crédito hipotecario. El equilibrio fiscal hace que el Estado salga del lado tomador del crédito y que el crédito que empieza a aparecer esté orientado al sector privado. Esa es una muy buena noticia.

-Ese siempre fue un costado flaco de la Argentina si se lo compara con otros países de la región.

-La participación de la intermediación financiera en la Argentina contra el PBI debe estar en orden del 11%. En Chile en algún momento superó el 100%, y en Brasil está entre el 50 y el 60%. Lamentablemente en la Argentina durante los últimos 30 años el crédito fue escaso y lo poco disponible que había justamente lo tomaba el Estado para financiar sus desequilibrios. La herramienta fiscal es muy potente en ese sentido, que los recursos excedentes para el crédito se redirijan al sector privado, que en definitiva es el que va a promover un PBI per cápita más alto a través de inversión o consumo.

-Es un cambio de lógica importante: salir de la especulación y poner el dinero a trabajar.

-Sin dudas. Creo que hay varios cambios de paradigma importantes. Lo que pasa es que cuando se analizan en el corto plazo todavía se ve una economía débil, sigue habiendo incertidumbre. Por eso tal vez la parte de la demanda está muy debilitada. El primer cambio de paradigma es esto de que el equilibrio fiscal se respeta a rajatabla. El segundo es que efectivamente el crédito que va apareciendo ahora va dirigido al sector privado. El tercer cambio es que, si esto se estabiliza y sale bien, el mercado de capitales debería ser el gran actor donde se ofrecen distintos instrumentos de inversión y financiación y se canaliza el ahorro hacia la inversión. El crédito bancario siempre fue cooptado por el Gobierno para equilibrar su déficit, y eso también ocurría con el poco crédito disponible en el mercado de capitales. También esto es una oportunidad, sin dudas.

-¿El juego entonces pasaría a ser en una etapa futura el de capitalizar empresas, moverse en ese segmento?

-Hoy es difícil encontrar ese timing en este contexto, con una inflación todavía alta, aunque está bajando. Donde aun hay un deterioro de los ingresos reales en términos muy marcados. Obviamente también está la recesión. Si esto sienta las bases para algo distinto, mirando hacia tres o cuatro años vista, pudo haber valido la pena.

CEPO

-¿Qué proyección tiene acerca de la salida del cepo cambiario y qué efecto puede generar en la economía?

-Tengo varios puntos de vista. Claramente el Gobierno está en una zona de confort. Decidió acumular reservas, sanear el Banco Central, tienen los valores del dólar libre relativamente controlados y adicionalmente la inflación está bajando. En ese escenario aún hay poco poder de fuego porque todavía no hay un colchón de reservas que permita controlar alguna eventual corrida. Si el costo de oportunidad de esto es más recesión, al menos de corto plazo, el Gobierno elige dar la señal fuerte de seguir saneando el Central y que la inflación baje. Se puede disipar un poco también esta expectativa de recuperación en V. Claramente que a medida que más se dilata la salida del cepo están pateando un poquito más hacia adelante la recuperación económica. Tampoco me imagino que la solución sea que nos den un crédito puente y levantarlo enteramente. Me parece que lo más natural y sano para la Argentina y su historia es seguir reconstruyendo con recursos propios, aun a costa de más recesión, mientras que esto sea tolerado por la sociedad.

CANASTA

-El presidente Milei habló de avanzar hacia una competencia de monedas. ¿Cuál es su opinión?

-Parecería que esa es la idea. Es lo que tienen muchos países donde terminan conviviendo la moneda local y el dólar. Además, creo que más allá del comportamiento histórico del argentino, en un contexto donde hay competencia de monedas lo interesante es que no quedaríamos atados a los shocks que puedan producirse en el país de la moneda madre. En definitiva ahí radicará luego las decisiones de la gente de en qué moneda transaccionar y en cuál ahorrar. Eso es una decisión personal y subjetiva.

-¿Eso implica un cambio en la normativa para la firma de contratos?

-Entiendo que para que circule otra moneda libremente también hay que lograr acuerdos en el Congreso. Esto para reconocer nuevas monedas de libre circulación. Requiere de todo un cambio de marco legislativo.