El Congreso de 1816 y Catamarca
Gabriela de la Orden *
Hacia 1815, la dirigencia política porteña, apoyada por la del interior, asumió un compromiso imprescindible, declarar la independencia y crear un orden institucional. Para esos fines se convocó a un Congreso General Constituyente, que inició sus sesiones el 24 de marzo de 1816, en la ciudad de Tucumán, en un contexto externo e interno adverso.
Los diputados por Catamarca fueron los sacerdotes Manuel Antonio Acevedo (1770-1825) y José Eusebio Colombres (1778-1859). Tenían en común que no eran catamarqueños, pertenecían ambos a elite de sus ciudades de origen, Salta y Tucumán respectivamente. Ambos se graduaron como doctores en la Universidad de Córdoba. Uno y otro habían realizado una meritoria carrera religiosa, Acevedo en Salta y fue nombrado en el año 1808 cura párroco de Belén (Catamarca). Se conoce, por Jorge E. Lima (2016), que participó con "auxilio material y espiritual" en las batallas de Tucumán y Salta. Por estos servicios, Belgrano le propuso integrar el Cabildo Eclesiástico y Acevedo no aceptó regresando a su Curato de Belén.
José Eusebio Colombres fue designado en 1804 cura párroco de Piedra Blanca, actual departamento Fray Mamerto Esquiú, donde realizó proficua labor misional.
EN EL CONGRESO
El Congreso inició sus sesiones con los representantes de las ciudades de ese entonces, con excepción de las del litoral y la Banda Oriental, bajo la égida del caudillo oriental Artigas. Asimismo estuvieron representadas varias provincias del Alto Perú. Los diputados eran figuras notables de sus respectivas ciudades, clérigos y abogados en general, formados en las Universidades de Córdoba, Charcas, Lima o Santiago de Chile.
Una de las primeras medidas fue la designación del Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón. En sesión secreta del día 6 de julio, los Congresales recibieron al general Manuel Belgrano, al frente de la campaña al Alto Perú, recientemente llegado de Europa en misión diplomática, para recibir su informe sobre sus gestiones en las Cortes europeas. Sobre la forma de gobierno, Belgrano expresó: "...la forma más conveniente.sería la Monarquía temperada, llamando la Dinastía de los Incas...".
La adhesión a la monarquía constitucional fue una estrategia política ante el restablecimiento de ésta en España y por su vigencia en el viejo mundo, contando en esta propuesta con el apoyo del general San Martín, del gobernador salteño Güemes y de numerosos diputados.
El día 9 de julio se realizó la solemne Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas de Sud América de la dominación española y de toda otra dominación extranjera.
En sesión del 12 de julio, Acevedo expresó que era necesario iniciar la discusión sobre la forma de gobierno y expuso la propuesta belgraniana, evidencia de la confianza del autor del proyecto depositada en el diputado catamarqueño. Si bien la moción fue apoyada, no se avanzó sobre el tema.
Algunos diputados, en sesiones posteriores, adhirieron al proyecto monárquico, entre ellos José Andrés Pacheco de Melo (Chichas) y José Mariano Serrano (Chuquisaca). El diputado porteño Tomás Manuel de Anchorena, en sesión del día 6 de agosto, expuso los inconvenientes de la monarquía incásica pronunciándose por la de "federación de provincias". Finalmente no se decidió sobre la forma de gobierno porque no había consenso sobre ella, las tendencias eran monárquico-constitucional frente a las centralistas y federales o confederales.
EN BUENOS AIRES
A comienzos de 1817 el Congreso se trasladó a Buenos Aires. Colombres ya había regresado a Catamarca, en tanto Acevedo tuvo notable participación en el Congreso que sancionó el Reglamento Provisional de 1817 y la Constitución de 1819, rechazada por su carácter centralista. La batalla de Cepeda (febrero de 1820) precipitó la caída del Directorio y la disolución del Congreso. Después de un tiempo en prisión, junto a otros Congresales, Acevedo regresó a Catamarca donde tuvo destacada actuación, entre otras, autor del Reglamento Constitucional, sancionado en 1823, primera Constitución de la provincia. Mientras, Colombres se había radicado en Tucumán.
La anhelada organización constitucional nacional, se logró recién en el año 1853.
* Presidenta de la Junta de Estudios Históricos de Catamarca.