Una buena base resulta clave para el éxito y manejo responsable del dinero de las nuevas generaciones

Educar para un mejor futuro financiero

Cada vez más jóvenes buscan desarrollar sus habilidades emprendedoras. En los últimos 3 años hubo un incremento del 500% en la participación de los cursos de la ONG Junior Achievement.

“Apropiarse del manejo de dinero desde una edad temprana es el primer paso para estimular la confianza, la autonomía y la salud financiera en la sociedad en su conjunto. A partir de los 13 años, los jóvenes pueden acceder a herramientas como una billetera virtual, que ofrecen oportunidades, pero también conllevan riesgos potenciales, incluyendo posibles estafas que pueden afectar sus finanzas. Ahí radica la importancia de mantenerlos informados, que aprendan haciendo y puedan evaluar de primera mano las consecuencias de sus decisiones financieras”, explicó a La Prensa Fiorella Aiello, coordinadora de educación financiera de la ONG Junior Achievement Argentina.

En un mundo financiero cada vez más complejo e incierto, donde la tecnología avanza a pasos agigantados y las opciones de inversión se multiplican exponencialmente, la educación financiera se ha convertido en una herramienta crucial para el éxito y el bienestar de los jóvenes.

Un estudio reciente realizado por Junior Achievement Argentina junto al Centro de Evaluación de Políticas Basadas en la Evidencia (CEPE) de la Universidad Di Tella, con el apoyo de BBVA, arrojó hallazgos importantes de la investigación "Los adolescentes y las finanzas. Conocimiento y hábitos en Argentina”. El estudio mostró que 7 de cada 10 jóvenes consideran que la educación financiera es la asignatura más relevante para su futuro, incluso por encima de matemáticas o informática.

El estudio tuvo como objetivo caracterizar el conocimiento financiero de los jóvenes de 14 a 19 años y conocer sus necesidades en relación con la educación financiera, el manejo de conceptos, los hábitos financieros y las herramientas y productos utilizados.

Respecto a los hábitos, herramientas y productos utilizados, los resultados indican que el 86% de los jóvenes tiene como medio de pago más frecuente el dinero en efectivo.

En tanto, el 54% de los varones manifiesta tener la costumbre de ahorrar, mientras que esto se refleja en un 44% del total de las mujeres. La diferencia en términos de género resulta más amplia en la percepción de conocimiento que en el grado objetivo de conocimiento en sí. Mientras que 29% de los varones auto percibe un conocimiento financiero alto; esta cifra disminuye a 16% de las mujeres. Lo mismo sucede al evaluar la confianza en el manejo del dinero: el 33% de los varones se cree capaz de administrar sus ingresos, en contraposición al 21% de las mujeres.

Otro de los datos relevantes es que sólo un 35% de los jóvenes argentinos de entre 14 y 19 años dijo haber participado cotidianamente en charlas sobre la economía familiar. Además, se evidencia que solo uno de cada cuatro jóvenes siente confianza en el manejo de su dinero.”

SIN PLAN A LA VISTA

La necesidad de cursos de educación financiera aparece como más urgente que nunca. En un mundo cada vez más complejo e interconectado, los jóvenes se enfrentan a una gran cantidad de productos y servicios financieros, así como a nuevas formas de gestionar su dinero. Sin una instrucción adecuada, navegar en este mar de opciones puede ser abrumador y llevar a decisiones equivocadas con consecuencias negativas a largo plazo.

“Todas las personas estamos inmersas en un mundo atravesado por variables financieras y todos manejamos dinero, sea poco o mucho. Día a día tomamos decisiones que repercuten sobre nuestro presupuesto, al realizar las compras diarias, arreglar nuestro hogar o educarnos o realizar un hobby”, indicó la coordinadora de educación financiera.

Luego agregó: “No podemos esperar a que los jóvenes abran su primera cuenta en el banco o ganen su primer sueldo para enseñarles sobre temas básicos de economía y finanzas. Desarrollar en ellos las habilidades necesarias para gestionar dinero es el primer paso para tomar decisiones responsables, conscientes y competentes, que acompañen su proyecto de vida”.

“A pesar de esta demanda y de la aprobación de un Plan Nacional de Educación Financiera (PNEF), la temática aún no es parte de la currícula oficial. Acercarles propuestas educativas en las que se apropien de los contenidos, descubran nuevas herramientas y recursos, aprendan a planificar, administrar, invertir y rentabilizar sus ahorros inteligentemente es la clave para una base financiera robusta que les permita sentirse capaces de aportar valor en sus vidas, sus familias y sus comunidades”, remarcó Fiorella Aiello.

Pese a esto, actualmente el PNEF se implementa de forma limitada a través de diversas acciones, como programas educativos en escuelas, campañas de difusión, herramientas digitales y capacitación de docentes. Uno de estos espacios para instruirse lo desarrolla este organismo internacional que desde 2021 ofrece cursos para las escuelas para que los estudiantes profundicen nociones sobre ahorro, presupuesto, crédito seguros e inversiones, haciendo una primera aproximación al mundo de las finanzas.

Así, los alumnos están divididos en tres niveles: “Cuentas contigo”, a partir de los 11 años, “Economía personal”, a partir de los 14 años, y “Finanzas personales”, a partir de los 16 años. Cabe destacar que los contenidos del primer nivel están accesibles también para jóvenes de hasta 30 años que busquen instruirse en la temática. Allí las temáticas abordadas se han adaptado según la edad del participante fuera del ámbito escolar.

“Todos nuestros programas son gratuitos para jóvenes, escuelas públicas y privadas con subvención. Dando prioridad y haciendo foco en brindas oportunidades a jóvenes en situación de vulnerabilidad”, resaltó Aiello.

AUMENTO EXPONENCIAL

Según datos oficiales de la entidad, la cantidad de participantes en sus programas creció un 500% en los últimos 3 años. En 2021, 10.566 jóvenes completaron programas de educación financiera, mientras que, en 2023, esa cifra ascendió a 64.584.

También participaron un total de 3.735 escuelas y 5.693 docentes de todo el país en los programas de educación financiera.

“En lo que va de 2024 ya participaron más de 60.000 estudiantes. No lo hacemos solos, sino que hay una gran red de empresas, organizaciones y gobiernos que nos apoyan para llevar más y mejores herramientas a los jóvenes de todo el país”, señaló la educadora.

En conjunto, los tres programas que realiza la entidad han capacitado a más de 100.000 jóvenes de todo el país en los últimos cuatro años.

Por otra parte, en los últimos dos años, a través del trabajo conjunto entre Junior Achievement y Mercado Pago, más de 3.000 jóvenes de 142 escuelas de todo el país participaron del programa Finanzas personales, que tiene como objetivo brindar herramientas financieras para la administración de su propia economía. De hecho, 8 de cada 10 estudiantes declaró que se percibe competente para manejar sus finanzas y el 57% identifica el nivel de riesgo que tienen que afrontar al momento de realizar una inversión.

Cabe destacar que, en la actualidad, más de 1 millón y medio de adolescentes de 13 a 17 años tienen una cuenta digital en Mercado Pago y comenzaron a dar sus primeros pasos en el uso y administración de su dinero. De acuerdo con un relevamiento realizado por Mercado Pago, el 70% de los jóvenes accedió a una tarjeta prepaga Mastercard y 3 de cada 10 comenzó a generar rendimientos a través de Mercado Pago.

Entre los principales usos que los jóvenes le dan a su cuenta digital resalta la posibilidad de enviar y recibir dinero (94%), los pagos a través de QR (47%) y las recargas de su teléfono celular y/o transporte (32%). En sus consumos frecuentes destacan las comidas rápidas, productos de supermercados y kioscos, y videojuegos en línea.

EN PRIMERA PERSONA

Detrás de los números, hay historias de jóvenes deseosos por alcanzar proyectos que le permitan avanzar en sus vidas, e indirectamente, también ayuden a sus familias y su comunidad.

Los estudiantes que participaron en los programas de Junior Achievement son testimonio del poder transformador de la educación financiera. Sus historias inspiran y muestran el impacto real que tiene este conocimiento en sus vidas.

“Me resultó una experiencia muy buena por el simple hecho de que me ayudó a conocer conceptos financieros que desconocía, también por así decirlo un primer acercamiento a algunas herramientas financieras que pueden resultarme útiles, mostrándome las ventajas y desventajas de cada una. Además, como se hizo mención en algún punto del programa, nos ayudara a tomar decisiones de forma segura, realizando un estudio o evaluación previa a la situación financiera en cuestión y no precipitándose en la toma de malas decisiones”, explicó Lautaro Maciel Sayago, de 22 años, que vive en Tartagal, Salta.

Por su parte, Julián Rodríguez, desde San Martín, Buenos Aires, se mostró también conforme y reconoció su voluntad de mejorar sus finanzas personales. “Considero que mi experiencia fue muy buena con el programa ya que los contenidos fueron muy bien presentados, de forma dinámica y bien explicados. Esto me permitió comprender mejor el programa y reconsiderar varios malos hábitos que tenía al momento de cuidar mi economía personal”, contó el joven de 25 años que a partir de los nuevos contenidos tendrá más cuidado al usar cualquier herramienta financiera.

Muchas personas se sienten intimidadas por el lenguaje económico y creen, erróneamente, que la educación financiera es exclusiva para expertos con años de estudio. Este miedo a no comprender los conceptos básicos representa una barrera importante que impide a muchos acceder a cursos y herramientas que podrían mejorar significativamente su bienestar financiero.

Con tan sólo 17 años y a punto de lanzar su propio emprendimiento, Abigail Eibar de Mendoza es prueba de que animarse a cursar finalmente brinda frutos que le permitirán alcanzar su sueño de ser independiente financieramente. “Su método de enseñanza es claro, eficaz y a medida que iba aprendiendo los conceptos, los iba aplicando a mi vida diaria. Me brindaron herramientas para mi emprendimiento”, indicó la joven.

Sus testimonios demuestran cómo la educación financiera no es un lujo, sino una necesidad. Es una inversión en el futuro de los jóvenes, una herramienta que les permitirá construir una vida más próspera, segura y llena de oportunidades.