Dos bellos homenajes a Gardel en forma de libros

POR WALTER SANTORO *

Meses atrás escribí una nota, que salió publicada en La Prensa, titulada "por qué alguien sería gardeliano", en razón de que todas las personas, en un primer encuentro, se sienten obligadas a preguntarme si siempre fui Gardeliano y se sorprenden de mi respuesta. Entendiendo que pasaron 86 años de la desaparición física de Carlitos y su recuerdo solo vive en los llamados Gardelianos, es difícil entender por qué alguien hoy podría ser fan de aquel excepcional hombre. Si bien el tango esta íntimamente relacionado con su figura, su historia solo existe en el imaginario de los tangueros. Pero cada vez que respondía a la pregunta, la explicación, que me llevaba varios largos minutos, iba transformando la cara de quien estaba preguntando y veía que, en general, se apasionaban por el tema, no tanto por la pasión con que les narraba los acontecimientos, sino por las razones que me llevaron a convertirme en fan de este excepcional hombre y que, a diferencia de varios otros gardelianos, mi pasión se despertó, no solo por sus excelsas interpretaciones, sino porque comencé a conocer su vida y descubrí la gesta que entrañaba su historia.

Esto otorgó un plus a su calidad de artista y determinó que detrás de este exitoso creador existió un gran hombre, que de la nada supo llegar a ser "Gardel", si vale el elogio a sí mismo.

En segundo orden, creo que también el gran descontento que todos los argentinos vivimos diariamente al ver el permanente desmedro de nuestra identidad, situación que despierta en todos nosotros sentimientos que van del amor al odio en un cerrar y abrir de ojos, siempre con el eje puesto en el medio de alguna polémica por personas que pasan a ser Dios o demonio y dependiendo de las circunstancias vividas de cada quien; polémicas muy propias de los argentinos y que hoy se encuentra exacerbada a tal punto, que hemos logrado poner todo en tela de juicio o en descrédito.
Por eso asombra que Gardel no tenga ni haya tenido detractores, nadie arrastra temas pendientes contra él (hecho muy poco frecuente entre los argentinos famosos), salvando una pequeña y mal interpretada frase de Borges, que varios han utilizado para generar la tan buscada polémica argentina del descrédito, que sin duda parte de lo que nos marca el fracaso día a día como sociedad.

EL COMIENZO

En el año 2011 comencé a leer los primeros libros sobre la vida de Carlos Gardel que me habían recomendado y me permitirían involucrarme en aquella etapa de nuestra historia. Descubrí que existían cientos de libros biográficos que narraban los hechos en forma cronológica y algunos en los que se discutía muy apasionadamente su origen o nacionalidad, algo que me llamó mucho la atención, pero muy pocos en los que se analizara la gesta y el sacrificio que implicó. Es cierto que las biografías narran los hechos y acontecimientos cronológicamente, pero no destacan la importancia que algunas de sus hazañas tuvieron, las que marcaron la diferencia sobre los demás artistas de la época y que seguramente son las que sostienen la pasión de millones de gardelianos alrededor del mundo. Entendí entonces que para poder transferir ese fervor a otras personas era necesario narrar los hechos de otra manera y de ser posible, en breves historias que pudieran ser comprendidas y asimiladas con la lectura de un par de horas. 

Luego de la presentación en sociedad de la Fundación Gardeliana en el año 2019, surgió del periodista Adrián Martínez, del centenario diario La Prensa, quien venía siguiendo el trabajo iniciado en el 2011 con la Fundación Industrias Culturales Argentinas, el ofrecimiento de que la Fundación tuviera un espacio quincenal para publicar historias sobre Gardel.

Tras el éxito de las primeras notas consulte a Fernanda Jara, periodista de Infobae, gardeliana por herencia, sobre la posibilidad de publicar también en ese diario y su respuesta fue "que siempre había espacio para Carlitos". Me pareció una gran oportunidad, perfecta para comenzar con un ciclo de historias cortas que llamamos "Sucesos Gardelianos", notas que han tenido en el público una gran acogida. Esto me hizo entender que el público estaba ávido de historias de vida sobre los grandes hombres y en esta ecuación entraba sin ninguna duda Gardel. 

Esto me hizo ver una gran dificultad, que los libros que se estaban publicando no acompañaban las necesidades del mercado, se basaban en biografías largas y tediosas, material para pocos, podríamos decir, exclusivo para historiadores, con poco interés para el público de esta época.

Pero también existía la posibilidad de otra publicación que fuera de la mano con el nuevo público, que contara su vida a través de imágenes, ya que existen miles de fotografías suyas, las que acompañadas de un pequeño relato que otorgue orden a los hechos, brindarían un importante sustento gráfico a su historia. Este desafío tuvo inmediata aceptación en la Editorial El Ateneo, a quienes sin mediar objeciones se les ocurrió lanzar una colección sobre la vida de los Grandes Artistas del Tango en Imágenes, comenzando con Carlos Gardel, en una publicación de excelencia a todo color. 

PROCESO DIFICIL

Ambos libros -disponibles en la librería El Ateneo y por Mercado Libre- se irían trabajando en paralelo, la gran base de imágenes creada serviría para el acompañamiento del segundo libro que habíamos nombrado "Sucesos Gardelianos". Pero el que requería una exhaustiva dedicación era la biografía en imágenes. Cuando comencé a planificar el libro "Gardel en imágenes", pensé que iba ser un trabajo sencillo y rápido de armar, esto mismo le comenté a la directora de la editorial El Ateneo Marcela Luza; y le enfaticé que iba a prepararles el material para hacer un libro como jamás se había visto, único en su tipo, que narraría la vida de Gardel, basada en la línea de tiempo que habíamos creado 10 años atrás.

Así comenzamos a trabajar, ordenar y clasificar la base de imágenes que la fundación posee de 1583 fotos originales; nuestro primer inconveniente fue cuando nos encontramos que una gran parte de las fotos, no tenían epígrafe ni fecha cierta de realización, sobre todo las de los primeros años y que, según los libros consultados, cambiaban arbitrariamente o la fecho a la ubicación.

De alguna manera era lógico, las fotos en casi todos los libros, no poseían carácter narrativo, sólo se habían incluido para ilustrar las ediciones, así que debimos comenzar un trabajo de investigación o arqueología fotográfica, consultamos la gran biblioteca de revistas y diarios de la época que posee la Fundación, así como las bibliotecas de la Nación, del Congreso y la Cámara del Senado de la Nación, para chequear datos y fechas, y así descubrimos otras cientos de nuevas fotos, muy valiosas, pero con la problemática de que se encontraban en calidad de foto de diario o revista, y que si las incorporábamos en la publicación iban a desentonar con las otras, de las poseíamos la foto original.

Un gran problema que planteó un nuevo desafío, así que resolvimos incorporar un nuevo software, de última generación con inteligencia artificial; que nos permitiría trabajar las imágenes de los diarios, reconvirtiéndolas nuevamente en fotos, un proceso que llevó varios meses de trabajo y no en todos los casas con el resultado deseado. Sumamos a la gesta a varios de los gardelianos investigadores de la vida de Gardel, que gustosos, debate de por medio, se sumaron al proyecto.

Así pudimos ordenar y hacer crecer la base de fotos de 1.586 imágenes a más de 3500, la mayoría de ellas desconocidas para el público general. Todo este proceso retrasó el diseño del libro, creando en el editor la duda de que fuéramos el socio correcto para este proyecto, si bien nos avalaba nuestra trayectoria la demora no había sido la acordada. Este malestar desapareció con la primera entrega de imágenes, de más de 500, ordenadas con respeto a la cronología aprobada; para empezar a diseñar el libro, paralelamente al restauro de las imágenes fuimos trabajando el guion que introduciría las imágenes en la historia. Los textos tenían la particularidad que debían ser breves porque el libro iba a ser bilingüe y también había que agregarle los epígrafes de cada una de las fotos, un gran desafío.

Hoy, un año y meses después, podemos afirmar que, desde la Fundación, creemos haber conseguido nuestro cometido, y esperamos que estas obras, que ya se encuentran a disposición del público puedan iluminar a los futuros gardelianos.

PROLOGO "SUCESOS GARDELIANOS"

Su historia comienza como la de tantos otros miles de inmigrantes que con trabajo, perseverancia, compromiso con la excelencia profesional, simpatía, inteligencia y un natural don de gente ante propios y extraños, forjó los cimientos que lo catapultaron a la conquista de Buenos Aires, luego París, conocida como la vidriera del mundo, donde se daban cita las personalidades más destacadas de la sociedad de la época, y pocos años más tarde New York, donde se consagro a través de sus inolvidables películas.

La voz y el encanto magnético de Gardel cautivaron al público de Europa y toda América, que cada noche agotaba las entradas para escuchar a ese cantor argentino del que todos hablaban, y que había logrado convertirse en uno de los artistas más importantes del mundo occidental.
Gardel supo forjar amistad con algunos de los principales empresarios y figuras artísticas de la época entre las que se encontraban, Charles Chaplin, Luciene Boyer, la Mistinguett, Maurice Chevalier. Todos elogiaron su arte, logrando difundir y consagrar definitivamente nuestra música popular y con ella nuestra propia cultura e identidad. Gardel se transformó en "nuestro primer y mejor embajador de nuestra cultura a nivel mundial".

Podemos relatar la vida de una persona de diferentes maneras siendo la más común en forma lineal o cronológica, destacando los hechos más importantes de su vida, pero es difícil acceder al conocimiento de un artista a través de sus éxitos, por eso me propuse contar, en varias historias breves, algunos de los más importantes y simpáticos momentos de su trayectoria, los que ayudaran a entender y conocer al hombre que como pocos, fue artífice de una corta y muy exitosa existencia, con una impensada vigencia que lo mantuvo permanentemente presente hasta nuestros días, lo que nos permite afirmar que es parte activa de nuestra vida. 

Su nombre es tomado como sinónimo de éxito. Quien dice "Sos Gardel" define al ganador, siendo el más importante elogio que una persona pueda otorgar o recibir. En el imaginario colectivo se grabó esta imagen, nacida de su voz y de su mágica sonrisa. Sus discos, fotos y películas, son reliquias que millones de personas han admirado, pasión que se transmite de generación en generación.

Para este trabajo hemos seleccionado algunas historias de colegas y amigos a quienes agradezco su contribución, breves historias que me parecieron oportunas incluirlas en esta edición y simpáticas que hemos catalogado como "Sucesos Gardelianos".

* Presidente de la Fundación Gardeliana