Disparates de la Reforma Educativa de la Provincia de Buenos Aires

Cuando uno ha recorrido más de treinta años de docencia, secundaria, terciaria y universitaria  y accedido a las distintas jerarquías que habilita la profesión y, además,  está avivado, uno se da cuenta  a la legua cuando se halla  frente a un chantapufi.

La introducción viene a cuento porque el actual Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires, esto es, el Ministro de Educación bonaerense nos propone una Reforma Educativa que cuando uno lee los fundamentos queda pasmado por el vocabulario tan de moda y estilo de la progresía insubstancial. 

En primer orden el/las no se cosa que no quede claro que alumnos involucra a todos y entonces  las feministas se indignen con este señor mayor, el Ministro. Señor mayor, de corbata y saco, que debiera dejar la modernidad adolescente porque ya se le pasó el tiempo. Por supuesto no faltan palabras como otredad, poner en valor, deconstruir, justicia curricular. En fin este aggiornamento contra natura huele a falso. Pero vamos a lo importante.  

Luego de leer atentamente el mamotreto con ínfulas de sapiencia pedagógica y voluntad de cambio uno descubre que en términos generales es más de lo mismo en algunos ítems y empeora en otros.

PALABRA MAGICA
 
La propuesta divide el año escolar en dos cuatrimestres, el primero comienza en marzo y cierra en julio y el segundo inicia en agosto y culmina en diciembre. Pero entremos en los detalles. Partamos de cero esto es marzo de 2025. Primer año. Al comienzo, integración. Se da un tiempo para que los alumnos se conozcan, se miren de reojo, sepan de  la escuela,  las pautas, las normas, los baños, los recovecos para esconderse, donde fumarse un porro,  en fin, según reza el decreto: “Favorecer la construcción del oficio de estudiante de la escuela secundaria”. En síntesis se pierden quince días en construir a un estudiante secundario.

(?!) Supongo que la idea, tan propia de la candidez progre, consiste en administrar bálsamos a los jóvenes aniñados  puesto que el pasaje del primario al secundario es tan sufriente y angustiante que las juveniles almitas se traumatizarían quizás para siempre. ¡El docente progre no puede permitir semejante desatino! Avancemos.

Luego de estos quince días fundamentales comienza  el primer cuatrimestre, con las materias correspondientes, hay que obtener un siete o más para aprobar. Sin embargo puede desaprobar cuatro e intensificarlas (aprobarlas) en los primero quince días de julio, antes de las vacaciones de invierno, compartiendo  el aula con los que ya aprobaron. No piense el lector que las escuelas tienen más aulas para poner a los que aprobaron con otro profesor para profundizar según dice el decreto de marras. Esto es una chantada vergonzosa.

Porque lo que va a ocurrir es que los que aprobaron ya no vayan a la escuela desde el primero de julio cuando comienza la intensificación,  y si se quedaran estarían al pepe porque el Profesor no puede dividirse entre los que saben y los que no saben. Fin. Esto se llama nivelar para abajo. 

Continuemos con los dislates. Supongamos que los que tenían que intensificar, esto es aprobar, no lo lograron en julio,  bueno, la ruleta del Ministro los autoriza a una nueva intensificación los primeros quince días de agosto, tiempo que deberían compartir el aula con los que ya aprobaron a los que no se les puede explicar nuevas cosas porque están con los intensificados. El que sabe pierde quince días más. Si el lector no me sigue tiene razón porque esto es un mambo propio de mentes alucinadas por libros de pedagogía que les ha secado el cerebro como al Quijote se le secó de tanto leer libros de caballería.

No continúo con los restantes períodos que serían diciembre,  febrero y marzo siguiente porque estamos frente al mismo problema. En síntesis los que saben, los que entienden, tendrán seis meses de clases. Los intensificados ocho meses. Las escuelas de la Provincia de Buenos Aires gracias a estos iluminados por la pedagogía del ablande se hundirán en el barro  de la barbarie.

Sin posibilidad de que las privadas los socorran porque estarán en la misma. Solución: irse de la Provincia. Como se van de Venezuela. Pero hay más.

ASISTENCIA Y CONVIVENCIA

El alumno podrá faltar 28 días al año. No difiere de la actualidad. Sin embargo introducen un segundo conteo de ausencias. Supongamos que las 28 ausencias se han producido en los mismos días de la semana a lo largo de los meses. A partir de superar las 28 pueden seguir concurriendo pues ahora ingresa el nuevo conteo. ¿Cómo es? Por materia, si supera el 25% de ausencias de las clases dadas, por ejemplo matemática, intensifica esa asignatura. Sumar las 28 anuales permitidas más el 25% posterior da una cuenta que uno puede  decir sin dudar  son muchas. Si se trata de que los jóvenes no se queden en las calles, no es la solución.

Hay que crear otros establecimientos que no hacen a esta nota. Pero la frutilla del postre es la convivencia, la vestimenta, la moda y los estilos personales. Como el asunto es largo y con palabras super top vamos al texto de la ley que el Señor Ministro nos ha regalado, sin que nadie le pidiera semejante tontería. Dice el Decreto: “Se reconoce que la vestimenta (accesorios utilizados por los estudiantes como aros, viseras, gorro, maquillaje, pelo teñido, etc.) es una de las tantas maneras de expresar, comunicar y compartir que adoptan las identidades juveniles, es por ello que las regulaciones en torno a la misma no pueden desentenderse del marco de derechos integrales establecidos por la normativa educativa vigente que busca garantizar la construcción de subjetividades, diversas, democráticas y justas. El estilo que la persona elige con respecto a su vestimenta es parte de una decisión personal sobre el propio cuerpo y por tanto debe ser respetado.” 

Y a la escuelas privadas que tienen uniforme le solicitan que no fuercen los estereotipos de género optando por prendas que puedan vestirse indistintamente de la identidad de género. Algo parecido a una moda andrógina.

¡Super top!

El debate sobre género y sexo no forma parte de este artículo.
  
DISPARATES FINALES

En el texto copiado hay varios problemas. Primero:  el etcétera del primer párrafo, es preocupante. ¿Por qué?   Porque podría incluir antifaces, máscaras del Che Guevara, chador, burka, parches en el ojo, un día sí, otro no porque hoy me autopercibo pirata y mañana no, sombreros de cowboy, de recolectores de algodón del Mississipi, gorra de baño, gafas de natación y las miles de locuras que podrían realizarse si la permisividad llega a los niveles disparatados que el Señor Ministro cree que afirman subjetividades. Y si a esto le agregamos la vestimenta podríamos pensar en mallas porque me auto percibo guardavidas, bikinis, disfraces de hadas,  príncipes encantados, algunos muchachos podrían ir con tacos altos o vestidos de zulúes. En fin la variedad es infinita en este asunto de las subjetividades.

¡Basta no se puede continuar! Tenía razón Juan Llach en su libro Educación para todos cuando afirma que el gasto burocrático se lleva cerca de un 40% de los recursos. Esto es el gasto de los genios de la pedagogía enquistados en los Ministerios. ¡La Educación no de para más locuras!