Correo de lectores
Deseos para estas fiestas
Señor director:
Con sinceridad quiero mandar un mensaje de amor y paz para toda la humanidad. Está comprobado que Jesús existió. El Salvador, nacido en Belén, Palestina, murió crucificado. Ese sublime transgresor, que se atrevió a pregonar la igualdad entre los hombres. Algunos comunistas, los que creen, dicen con orgullo que fue el primer comunista...los socialista decimos el primer socialista.
Era un soñador, pero casualmente los soñadores somos los que cambiamos las cosas. Deseo que no haya más santos inocentes muertos por el mal disfrazado en simpatía, que no nos reunamos para comer como porcinos, que nuestros gobernantes sean equitativos. Que éste rey con su corona de espinas, al cual traicionamos cuando Poncio Pilatos quería que muriera: El que pregonaba la igualdad entre los hombres o Barrabás el ladrón y asesino. Sin titubear, el pueblo dijo que muera ese ser atrevido, peligroso, diferente.
Deseo que nuestros gobernantes cuando asuman, en esa parte qué dicen: “si así no lo hiciera que Dios y la patria me lo demanden”...que lo sientan, que piensen en un instante por Jesús que pregonó con el ejemplo. Fue tan importante su legado, que dividió a la humanidad en un antes y un después. Deseo que lo que sufrió en el calvario no sea en vano, que todos hagamos un mea culpa, y seamos un poco mejor en honor a Jesús, el rey con su corona de espinas.
EDMUNDO J. MAYORGA
mayorgapensamientolibre@gmail.com
Con sinceridad quiero mandar un mensaje de amor y paz para toda la humanidad. Está comprobado que Jesús existió. El Salvador, nacido en Belén, Palestina, murió crucificado. Ese sublime transgresor, que se atrevió a pregonar la igualdad entre los hombres. Algunos comunistas, los que creen, dicen con orgullo que fue el primer comunista...los socialista decimos el primer socialista.
Era un soñador, pero casualmente los soñadores somos los que cambiamos las cosas. Deseo que no haya más santos inocentes muertos por el mal disfrazado en simpatía, que no nos reunamos para comer como porcinos, que nuestros gobernantes sean equitativos. Que éste rey con su corona de espinas, al cual traicionamos cuando Poncio Pilatos quería que muriera: El que pregonaba la igualdad entre los hombres o Barrabás el ladrón y asesino. Sin titubear, el pueblo dijo que muera ese ser atrevido, peligroso, diferente.
Deseo que nuestros gobernantes cuando asuman, en esa parte qué dicen: “si así no lo hiciera que Dios y la patria me lo demanden”...que lo sientan, que piensen en un instante por Jesús que pregonó con el ejemplo. Fue tan importante su legado, que dividió a la humanidad en un antes y un después. Deseo que lo que sufrió en el calvario no sea en vano, que todos hagamos un mea culpa, y seamos un poco mejor en honor a Jesús, el rey con su corona de espinas.
EDMUNDO J. MAYORGA
mayorgapensamientolibre@gmail.com