CLASICA. Junto a destacado solistas, en el Colón
Descolló el director surcoreano Chungki Min con la Filarmónica
Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Décimo concierto del abono, con obras de Paul Dukas, César Franck y Camille Saint-Saens. Dirección: Chungki Min Solistas: Arta Arnicane (piano), Felipe Delsart (órgano). El viernes 19 en el teatro Colón.
Un concierto de características interesantes y a la vez de proyección didáctica ofreció la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires (OFBA) en su décima intervención en su ciclo del Colón, con la reaparición del ascendente director surcoreano de importante labor europea Chungki Min.
Porque en esta oportunidad el repertorio estuvo integrado por obras de tres compositores que tuvieron mucho que ver con las actividades de la música en Francia y, sobre todo en la Ciudad Luz, cuando se creó la Societé Nationale de Musique, que replanteó e hizo renovar notoriamente con los años el repertorio galo.
Porque empezando el concierto con Paul Dukas (1865-1935), que fue a la vez un destacado critico musical y profesor de composición en el Conservatorio parisino, se escuchó la obertura ‘Polyeucte’, escrita en 1891 para la tragedia de Corneille y que revela en su cuarto de hora de extensión algunas influencias reconocibles Aquí, el director invitado dio una cuidada exposición de la obra.
A renglón seguido, el compositor belga nacido en Lieja César Frank (1822-1890) ocupó la escena con sus conocidas ‘Variaciones sinfónicas para piano y orquesta’, pieza que data de 1885, de su período de madurez, donde lució la solista letona de cuarenta y un años Arta Arnicane, en su reaparición también entre nosotros.
Dueña de un preciso y elegante toucher, en una partitura donde el instrumento no busca contrastar con la orquesta sino que se acopla con su virtuosismo siguiendo el termino de variaciones que lo califica. Impecable en tal sentido el desempeño de la solista, ganadora de distinguidos premios en su carrera.
SAINT-SAENS
Pero el verdadero héroe, si cabe el término, de la función, fue el maestro surcoreano Chungki Min, descollando en la Sinfonía Nº 3 en Do menor op.78, de Camille Saint-Saens (1835-1921), uno de los grandes de la música gala que estuvo en nuestra ciudad en dos ocasiones (la segunda en el Colón) a comienzos del siglo pasado, dirigiendo inclusive su celebérrima ‘Sansón y Dalila’.
Con algo más de media hora de extensión y un orgánico generoso, escrita en dos movimientos, esta sinfonía comprende en el segundo de ellos, Allegro, un acorde de órgano (Maestoso) ejecutado en el concierto con eficacia por el instrumentista argentino de activa labor Felipe Delsart, para concluir con otro imponente Allegro donde el director surcoreano cerró con una verdadera explosión del público, mientras señalaba y hacía aplaudir a los diferentes grupos instrumentales e integrantes de la OFBA.
Calificación: Muy bueno