Nazareno Casero y Mica Vázquez analizan su trabajo en ‘Jardines salvajes’, que protagonizan en el Multieatro

Delicias de la convivencia ‘millennial’

Junto a Carlos Portaluppi y Viviana Puerta, y dirigidos por Ricardo Hornos, encarnan a una pareja joven con un bebé en camino, que sostiene una disputa territorial con sus vecinos.

Nazareno Casero y Mica Vázquez tienen 38 y 37 años, respectivamente. Si bien son jóvenes, sus carreras comenzaron cuando eran pequeños: en el caso de Nazareno, papá Alfredo lo inició en la comedia en los ‘90, con un personaje en el ciclo de culto ‘Cha cha chá’. Mica, en cambio, tuvo su primera oportunidad como actriz de la mano de Cris Morena, quien la fichó en 2001 para ‘Chiquititas’, uno de sus tantos éxitos.

Ahora, ambos comparten cartel en ‘Jardines salvajes’, comedia que se presenta en el Multiteatro, con un elenco que completan Carlos Portaluppi y Viviana Puerta. En la pieza escrita por Karen Zacarías y dirigida y adaptada por el ganador del premio Tony Ricardo Hornos, encarnan a una pareja joven  con un hijo en camino que se muda al lado de un matrimonio tradicional. En un primer momento, la convivencia entre vecinos va bien hasta que una disputa territorial hace surgir problemáticas de todo tipo. pero sobre todo generacionales.

En la pieza, ellos representan a los millennials, con puntos de vistas más conciliadores y empáticos con su entorno, algo que Mica y Nazareno parecen profesar   también en la vida real, a juzgar por lo charlado con La Prensa.

TRANSFORMACION

Vázquez, mamá de Balthazar y actual integrante del staff del canal de streaming Luzu TV, asegura que le encanta la variedad de cosas que le permite su carrera: “Me mantiene viva esto, que pasen estas cosas y tener estas propuestas para seguir viviendo de lo que amo”. Por su parte, el ex actor de ‘Maradona: Sueño bendito’ (Amazon) reflexionó: “Empezamos a trabajar en una época en la que no existían las redes sociales ni los seguidores como tal. Hoy ha cambiado mucho todo y hay que estar todo el tiempo reinventándose y renovándose; entonces, hay que estar atento a qué es lo próximo y para dónde va a mutar todo”.

-¿Encontraron puntos en común con sus personajes?

(M. Vázquez) -Mi personaje está full mamá, gestando, muy soñadora, pero con las hormonas revolucionadas; entones va y viene con cambios de humor, pero en general apacigua, es conciliadora. Es un personaje que es lindo porque está sonriente, habla bajito, vive tranquila. En algunas cosas es bastante diferente a mi y en otras tiene rasgos míos que traigo de todo lo que fue mi embarazo, lo que está bueno.

(N. Casero) -Yo no tengo tantos puntos en común con el personaje y eso es una de las cosas que más me atrae. Es un abogado que está trabajando en una startup de nuevas tecnologías y no tengo nada que ver con eso, pero me divierte poder transitarlo, jugarlo. Conozco personas que están en ese rubro, entonces, de alguna manera no me resulta tan ajeno, aunque creo que en realidad lo que sucede es que todos tratan de tener una mirada de unión o pacífica hasta que se encuentran con diferencias, con que no están cómodos con lo que está pasando. Ahí empiezan a mostrar un poco más las uñas y es divertido porque a todos en algún punto nos pasa. Tal vez no por un tema vecinal, pero abre el interrogante de cuán flexible es uno ante las vicisitudes, los cambios o las cosas nuevas.

PUBLICO COMPLICE

-¿Piensan que el humor es la única solución cuando hay diferencias irreconciliables?

(MV) -No sé si es la solución, pero ayuda.

(NC) -Quizás no sea la salida pero es un buen analgésico. Reírse de las cosas, de los problemas, te pone en un lugar en el cual químicamente lo recibís de otra forma.

-¿Qué les da el teatro que no les den otros formatos?

(MV) -El teatro tiene la magia del vivo, del momento, de que pasan cosas diferentes todos los días. Te podés olvidar la letra, hacer algo distinto. Es lo espontáneo, lo que pasá ahí queda ahí. Cada función es distinta porque cada público lo es. Hay algo de eso que es muy atractivo de hacer y de ver.

(NC) -Es una dinámica en la cual tenés que estar una hora y media con un texto, no tenés muchas posibilidades de cometer errores y si los tenés, debe salvarte un compañero. Entonces, es un entrenamiento que te saca del lugar cómodo que puede ser una ficción o una película, en donde tenés que aprenderte un pedacito del texto y ya está. Esto está bueno porque te saca de lo cotidiano.

-También da nervios...

(MV) -Sí, claro, pero el día que no los tengamos no vamos a actuar más. Cada función es diferente, y si bien hay cosas que se automatizan, yo creo que el teatro vive de los cambios de todos los días, de cómo estamos nosotros y de cómo está el público, lo que te genera estar en constante atención. Hay mucho estímulo y estamos todos pendientes de eso.

(NC) -El teatro te mantiene vivo. Pensá que una risa del público que está donde antes no estaba, al actor lo obliga a frenar, esperar a que terminen de reírse y volver a empezar. Eso lo vas viendo a medida que pasan las funciones. Te das cuenta que hay chistes que pegan muchísimo y otros que no tanto, entonces cada situación te quita el piloto automático.

ELLOS ‘LA VEN’

-Ambos comenzaron a trabajar desde muy chicos, ¿cómo ven el recorrido artístico que hicieron hasta ahora?

(MV) -Yo estoy muy feliz, transitando una maternidad que me encanta y en paralelo puedo hacer cosas de actuación y conducción. Mi pasión más grande siempre fue actuar, todo lo que es ficción me encanta, y lo más lindo en la variedad, hacer cosas distintas. Quiero que siga así, que me sigan pasando cosas.

(NC) -Yo también estoy muy contento con mi carrera. Con el diario del lunes pienso en dónde podría haber hecho algo diferente, cuándo podría haber tomado tal o cual determinación, pero no me arrepiento de nada, miro y trato de aprender de lo transcurrido. También intento ser un poco más flexible conmigo mismo y de castigarme menos. Mica y yo, los dos empezamos a trabajar en una época en la que no existían las redes sociales ni los seguidores como tal; hoy ha cambiado mucho todo y hay que estar todo el tiempo reinventándose y renovándose. Debemos estar atento a qué es lo próximo, para dónde va a mutar todo.

-¿Y para dónde piensan que va todo?

(MV) -Está yendo para el lado del streaming.

(NC) -Sí, pero también creo que van a empezar a cotizarse más las cualidades humanas porque hoy ya podés hacer con facilidad una película con inteligencia artificial, entonces lo que va a pasar es que una persona que toca un instrumento o que se puede parar sobre un escenario a mostrar su talento, va a tener un peso más grande. Yo veo algunos que en las redes la rompen pero les hacen una entrevista y se caen a pedazos porque no tienen el conocimiento de cómo hablar con las personas sino que lo hacen frente a likes. Entonces hay algo que está en constante cambio, yo no lo veo como que va todo para un lado y ya sabemos para dónde va a ir. Pienso que va a ir cambiando y está en uno saber cómo acomodarse y reinventarse.