Fue al encabezar la conmemoración del 134° aniversario del bautismo del Lago Argentino, en El Calafate
Cristina llama a "defender la soberanía nacional"
En pleno conflicto por el inconveniente con Estados Unidos, la Presidenta afirmó que con la gestión kirchnerista "hemos demostrado que podíamos tomar decisiones propias" y pidió a los ciudadanos que "piensen en argentino".
La mandataria Cristina Fernández advirtió hoy que las "decisiones" del país "las toma el presidente desde la Casa Rosada y no se las impone nadie desde otro lugar", y llamó a todos los argentinos a "defender la soberanía nacional" y los "intereses del pueblo".
En medio del conflicto diplomático con los Estados Unidos por la incautación de parte del cargamento de un avión militar de ese país, la jefa de Estado sostuvo que "en estos ochos años" de administración kirchnerista "hemos demostrado que podíamos tomar decisiones propias" sin la injerencia de otras naciones.
Al participar de la conmemoración del 134 aniversario del bautismo del Lago Argentino, en El Calafate, la Presidenta pidió a sus conciudadanos que "piensen en argentino, piensen en su país porque la defensa nacional no puede tener color ni bandería política".
Si bien no hizo referencia al decomiso de elementos del avión estadounidense que aterrizó en Ezeiza el jueves pasado -en un episodio que incluyó una queja formal del canciller Héctor Timerman ante la Embajada norteamericana-, la mandataria habló de la necesidad de "defender el interés nacional".
"¿Saben que es tal vez lo más importante de estos ocho años que hemos tenido de gestión desde que Néstor (Kirchner) empezó la Presidencia de la República hasta ahora? que las decisiones que toma el presidente las toma él en la Casa Rosada y no se la impone nadie desde otro lugar", enfatizó, lo que fue coronado con un encendido aplauso de la concurrencia.
La jefa de Estado sostuvo que "no hace falta que los argentinos pensemos igual", sino "simplemente que tengamos la honestidad intelectual a la hora de discutir y, por sobre todas las cosas, defender siempre los intereses de la nación y del pueblo, porque esa es la verdadera soberanía nacional y popular".
De paso, deslizó que "sería injusto, además de fácil, querer colocar la responsabilidad de nuestras desventuras solamente en intereses externos: para que los intereses externos triunfen -advirtió- siempre tienen que encontrar voceros y actores internos. Así ha sido en los 200 años de historia".
Durante su actividad en El Calafate, que incluyó la inauguración del Natatorio Municipal local, la primera mandataria volvió a quebrarse al recordar a su esposo, el ex presidente Kichner fallecido en octubre del año pasado.
"Convoco a todos a que imitemos los ejemplos de la gente que dio mucho o poco pero entregó su vida por lo que pensaba", resaltó y pidió honrar a todos aquellos "argentinos a quienes se le fue la vida imaginando un país diferente".
Al insistir en que "nada puede haber sobre" la defensa de la soberanía nacional "y eso -expresó- es lo que nos tiene que unir a todos los argentinos", la Presidenta consideró imprescindible "dar por superados determinados debates y discusiones para ingresar en otros temas; no se puede seguir discutiendo lo mismo que hace 200 años y que nos dividieron".
En estos ocho años, reiteró, "hemos demostrado claramente que (es posible) otro modelo de país, de desarrollo económico, de inclusión social, de soberanía nacional y de incorporarse al mundo pero desde nuestro propio proyecto y, fundamentalmente, con la dignidad y soberanía que tiene que tener cada país cuando toma las decisiones".
"Creo que en esto no hay ninguna duda y esto no significa que uno siempre acierte o que no tenga errores, pero creo que le hemos dado una vuelta a la historia de un país en el que ningún argentino creía que las decisiones que tomaba un gobierno nacional las tomaba porque realmente pensaba en el bienestar de su pueblo", afirmó.
Al respecto, destacó que "siempre había la sensación clara que eran sistemas impuestos desde afuera. A mí me tocó como legisladora nacional escuchar discursos y ver cómo se votaban cosas que no tenían nada que ver con nuestros intereses nacionales porque, si no se hacía tal cosa, si no se hacía lo que decía el Fondo Monetario, o tal o cual, se derrumbaba el mundo".