Cómo le fue a la economía de EE.UU. bajo el gobierno de Donald Trump

POR JOSH BOAK

DESDE WASHINGTON - AP

Hace cuatro años era una época de miedo y caos. El número de muertos aumentaba a medida que se propagaba el covid-19. Los mercados financieros estaban en pánico. Los precios del petróleo cayeron brevemente a terreno negativo . La Reserva Federal recortó sus tasas de interés de referencia para combatir la recesión. Y el gobierno de Estados Unidos se embarcó en una ola histórica de endeudamiento (añadiendo billones de dólares a la deuda nacional) para mantener a flote a las familias y las empresas.

Pero cuando Donald Trump recordó ese momento en un mitin reciente, el expresidente exudaba orgullo.

“Tuvimos la mejor economía de la historia”, dijo el republicano a su audiencia en Wisconsin. “La tasa hipotecaria a 30 años estaba en un mínimo histórico, la más baja jamás registrada... 2,65%, eso es lo que eran sus tasas hipotecarias”.

La cuestión de quién puede dirigir mejor la economía estadounidense podría ser un factor decisivo para determinar quién ganará las elecciones presidenciales de noviembre. Si bien una encuesta de Gallup realizada en abril reveló que los estadounidenses eran más proclives a decir que la inmigración es el principal problema del país, la economía en general y la inflación también ocupaban un lugar destacado en la lista.

La encuesta detectó también que los estadounidenses eran más propensos a decir que, como presidente, Trump ayudó al país con la creación de empleo y el costo de vida. Casi 6 de cada 10 estadounidenses dijeron que la presidencia de Biden perjudicó al país en lo que atañe el costo de vida.

Pero las cifras económicas crudas revelan una realidad mucho más complicada durante el tiempo de Trump en la Casa Blanca. Sus recortes de impuestos nunca generaron el crecimiento prometido. Sus déficits presupuestarios aumentaron y luego se mantuvieron relativamente altos con Biden. Sus aranceles y acuerdos comerciales nunca recuperaron todos los empleos fabriles perdidos.

Y luego vino la pandemia, un evento que causó pérdidas históricas de empleos por las cuales Trump no acepta ninguna responsabilidad, así como una baja inflación, por la cual Trump se atribuye todo el crédito.

En todo caso, la economía durante la presidencia de Trump nunca estuvo a la altura de sus propias expectativas.

DECENTE (NO EXCEPCIONAL)

Trump aseguraba al público en 2017 que la economía estadounidense con sus recortes de impuestos crecería a un “3%”, pero agregó: “Creo que podría llegar al 4, 5 y tal vez incluso al 6%, en última instancia”.

Si se excluye la pandemia de 2020, el crecimiento después de la inflación promedió el 2,67% durante el gobierno de Trump, según cifras de la Oficina de Análisis Económico. Si se incluye la recesión inducida por la pandemia, ese promedio cae a un anémico 1,45%.

En cambio, durante el segundo mandato del entonces presidente Barack Obama, el crecimiento promedio fue del 2,33%. Hasta ahora, con Biden, el crecimiento anual promedio es del 3,4%.

MÁS DEUDA

Trump también asegura al público que sus recortes impositivos se pagan solos debido a un mayor crecimiento. Los recortes fueron amplios pero favorecieron desproporcionadamente a las grandes empresas y a quienes poseen una riqueza extrema.

Los recortes de impuestos convertidos en ley en 2017 nunca cumplieron las promesas de Trump sobre la reducción del déficit.

Según la Oficina de Administración y Presupuesto del Capitolio (CBO), el déficit empeoró hasta los 779.000 millones de dólares en 2018.

Esta Oficina había pronosticado un déficit de 563.000 millones de dólares antes de los recortes de impuestos, lo que significa que las rebajas tributarias aumentaron el endeudamiento en 216.000 millones de dólares ese primer año. En 2019, el déficit aumentó a 984.000 millones de dólares, casi 300.000 millones de dólares más de lo que había pronosticado la CBO.

Luego llegó la pandemia y, con una oleada de ayudas gubernamentales, el déficit resultante superó los 3,1 billones de dólares. Ese endeudamiento permitió al gobierno realizar pagos directos a particulares y pequeñas empresas a pesar de que la economía estaba en recesión.

Los déficits también han sido elevados durante el gobierno de Biden, que promulgó una tercera ronda de ayudas para la pandemia y otras iniciativas para abordar el cambio climático, construir infraestructuras e invertir en la industria manufacturera estadounidense. Sus déficits presupuestarios: 2,8 billones de dólares (2021), 1,38 billones de dólares (2022) y 1,7 billones de dólares (2023).

La CBO estimó en un informe publicado el miércoles que la extensión de los recortes de impuestos de Trump que expirarán después de 2025 agregaría otros 4,6 billones de dólares a la deuda nacional hasta el año 2034.

BAJA INFLACIÓN

Según la Oficina de Estadísticas Laborales, la inflación fue mucho menor con Trump y nunca superó una tasa anual del 2,4 %. La tasa anual llegó al 8 % en 2022 con Biden y actualmente se encuentra en el 3,4 %.

Hubo tres grandes razones por las que la inflación fue baja durante la presidencia de Trump: el legado de la crisis financiera de 2008, las acciones de la Reserva Federal y la pandemia del coronavirus.

Trump llegó a la Casa Blanca con una inflación ya baja, en gran parte debido a la lenta recuperación de la Gran Recesión, cuando los mercados financieros colapsaron y millones de personas perdieron sus hogares por ejecuciones hipotecarias.

La tasa de inflación apenas superó en promedio el 1% durante el segundo mandato de Obama, mientras la Reserva Federal luchaba por impulsar el crecimiento. Aun así, la economía se expandía sin sobrecalentarse.

Pero en los primeros tres años de la presidencia de Trump, la inflación promedió el 2,1%, aproximadamente cerca del objetivo de la Fed. Aun así, la Fed comenzó a aumentar su propia tasa de referencia para mantener la inflación baja en el objetivo histórico del 2%. Trump criticó repetidamente a la Fed porque quería estimular el crecimiento a pesar de los riesgos de un aumento de precios.

Luego llegó la pandemia.

La inflación cayó y la Fed recortó las tasas para sostener la economía durante los confinamientos.

Cuando Trump celebra tasas hipotecarias históricamente bajas, lo hace porque la economía se vio debilitada por la pandemia. De manera similar, los precios de la nafta cayeron por debajo de un promedio de 2 dólares por galón porque nadie manejaba en abril de 2020, cuando se propagó la pandemia.

MENOS EMPLEOS

Según la Oficina de Estadísticas Laborales, Estados Unidos perdió 2,7 millones de empleos durante la presidencia de Trump. Si se excluyen los meses de pandemia, se agregaron 6,7 millones de empleos.

En cambio, durante la presidencia de Biden se crearon 15,4 millones de puestos de trabajo, es decir, 5,1 millones más de los que la CBO había previsto que crearía antes de que se aprobaran sus medidas de alivio del coronavirus y otras políticas, lo que es una señal de lo mucho que impulsó el mercado laboral.

Ambos candidatos han prometido en repetidas ocasiones recuperar los empleos en las fábricas. Entre 2017 y mediados de 2019, Trump creó 461.000 puestos de trabajo en el sector manufacturero, pero las ganancias comenzaron a estancarse y luego se convirtieron en despidos durante la pandemia, y el republicano registró una pérdida de 178.000 puestos de trabajo.

Hasta ahora, la economía estadounidense ha agregado 773.000 empleos manufactureros durante la presidencia de Biden.