EL PULSO DEL LOS MERCADOS

Claras señales de enfriamiento de la economía estadounidense

Semana muy interesante la última de agosto. Las últimas cifras de la economía estadounidense -tanto el consumo como el empleo o el panorama inmobiliario- muestran que el nivel de actividad han comenzado a enfriarse. Nave grave, pero sí muestra una tendencia.

El viernes, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés) nos informó que la tasa de desempleo en Estados Unidos subió tres décimas en agosto y se situó en el 3,8 %. Los mercados esperaban 3,5 %.

Lo notable es que la creación neta de nuevos empleos no agrícolas alcanzó los 187.000, muy por debajo de la media de los últimos doce meses (271.000). Sí, amigo lector, el deterioro del mercado laboral en la primera economía mundial se debe a la brutal suba de tasas de interés para atajar la inflación. Del cero en enero de 2022 al 5,5 % de hoy.

Sobre la reunión de este mes de los mandarines de la Reserva Federal el mercado espera, por abrumadora mayoría, que no se toque la tasa de interés. Sólo un 6% conjetura que Jerome Powell y sus adláteres la subirá al 5,75%.

Otra convicción de los agentes económicos es que la esperanza de que los recortes del costo del dinero comiencen a principios de 2024 es una químera, dado que la inflación núcleo se encuentra en torno al 4,5% y Jerome Powell sigue insistiendo de que no ha variado un ápice el objetivo tradicional del 2 % anual de incremento del costo de vida.

En este escenario, los commodities se mantienen castigados, con la excepción del petróleo que va por un carril diferente, impulsado ahora por la decisión de la administración Biden de empezar a reconstruir las reservas estratégicas de Estados Unidos, liquidadas al comienzo de la invasión rusa a Ucrania. Oro, plata y cobre languidecen, pues. El primero cerró la semana en 1.960 dólares la onza; mientras que la plata cotiza a u$s 24,50. No espero mayores subas por acá en tanto la Fed siga con su política draconiana de tasas altas (de alguna manera, la versión estadounidense del cepo peronista). No hay premio para la suba, quiero decir.

Con respecto al dólar en el mercado global, creo que tiene chances de ir a 1,05 contra el euro. Las amenazas del Banco Central de Japón de intervenir mediante tasa me hace pensar que el yen va para 142/140 contra la divisa estadounidense desde los 146 actual. China también planchó su moneda (el yuan) en 725.

En la Argentina, vemos que el blue logró una suave corrección, pero en mi visión es que la calma cambiaria es sumamente precaria. Tocó el dólar libre los 800 y el viernes cerró en 730. Podría caer a 700 pero será una primavera corta. El pronóstico es que irá a un punto entre 950 y 1.300 más pronto que tarde. El contado con liqui también, a mi juicio, perforará al alza los máximos de las últimas semanas.