Volvió a tocar en el país después de trece años

Clapton hizo honor a su leyenda


Concierto de Eric Clapton. Músicos: Eric Clapton (guitarra y voz), Doyle Bramhall II (guitarra, voces), Chris Stainton (piano, teclados), Tim Carmon (órgano Hammond, teclados), Nathan East (bajo, voces), Sonny Emory (batería) y Katie Kissoon y Sharon White (coros). Músico invitado: Gary Clark Jr. El viernes 20 en el estadio Vélez Sársfield.


 

Que Eric Clapton ya es un mito viviente no lo discute nadie, y el viernes a la noche, en el estadio del Fortín de Liniers, no sólo volvió a demostrar sus dotes musicales, que son infinitas, sino también su magnetismo con un público que asistió embelesado a un show que superó, y con creces, las expectativas que tenían quienes concurrieron.

Ya la tarde/noche había arrancado con impecables actuaciones de David Lebon y Gary Clark Jr, quienes fueron preparando el escenario para que ‘Slowhand’ deleitara por cuarta vez al público argentino. En 1990, 2001 y 2011 fueron las anteriores presentaciones, las cuales se llevaron a cabo en el Monumental.

Ataviado con jeans, poncho y una gorra con visera, Clapton ingresó a un escenario minimalista en el que sólo había instrumentos, sin ninguna parafernalia a la que están acostumbrados quienes asisten a shows en estadios. Allí, junto con sus músicos, el exguitarrista de Cream desplegó toda su experiencia ante un público que lo acompañó de principio a fin.

La noche se dividió en tres etapas: la primera, eléctrica, un intermedio acústico y la última, nuevamente eléctrica. Temas de sus épocas de solista, del período con Cream y especialmente covers de artistas de la talla de Robert Jhonson, Willie Dixon, Wynonna Judd y Charles Seagar marcaron lo que fue una noche a puro blues.

El comienzo, con ‘Sunshine of Your Love’, fue el prólogo de una ceremonia que duró una hora y cuarenta y cinco minutos y en la cual el británico, acompañado por una impecable banda, volvió a dar una clase magistral de rock and blues. Al cover de Cream le siguieron ‘Key to the Highway’ y ‘I'm Your Hoochie Coochie Man’, entre otras canciones.

El segmento acústico, que tuvo a Clapton sentado en el medio del escenario, dio comienzo con ‘Kind Hearted Woman Blues’, de Robert Johnson, el Abuelo del Rock and Roll; ‘Running on Faith’ y ‘Change the World’, para cerrar con la tristemente célebre ‘Tears in Heaven’.

RESPALDO

Si hay algo para destacar es el gran apoyo que tiene Clapton de su banda, especialmente por parte del bajista, Nathan East, y Doyle Bramhall II, su guitarrista, quienes acompañaron en muy buena forma a esta leyenda de la música. Por otro lado, las coristas Katie Kissoon y Sharon White son el complemento ideal para alcanzar esas notas a las que la voz de Clapton no llega, imposibilidad que se da sólo por su edad, nada más.

Otro ítem para destacar fue el sonido, tantas veces vapuleado en este tipo de escenarios, ya que el mismo fue simplemente impecable. El último tramo fue el que más hizo levantar al público, que venía del momento acústico, con ‘Old Love’ y ‘Cross Road Blues’, dando el punto final con el cover de JJ Cole ‘Cocaine’.

APOTEOTICO

Para los bises, ‘God’ llamó al escenario a Gary Clark Jr., y juntos cerraron la noche con la zapada de ‘Before You Accuse Me’. Fue una noche mágica e inolvidable. Con sus casi ochenta años a cuestas, Clapton sigue dando todo sobre el escenario. Fueron 18 canciones que despertaron en el público todas las emociones (de las buenas) posibles. Quizás, y es más que probable, sea la última vez que visite el país, y para quienes estuvieron el viernes en Vélez seguramente fue difícil despertarse al día siguiente sin la emoción de haber presenciado un show que será, seguramente, un recuerdo inolvidable.

Calificación: Excelente