Buena mesa con aires borgeanos

En la casona que inmortalizó la portada de ‘Fervor de Buenos Aires’ las carnes que salen de la parrilla a leña son un manjar irresistible. Vinos de todo el país y un patio que enamora en 'Fuego y Vino Cabernet'.

La esquina es característica. Tanto, que quedó grabada para la posteridad en la portada de la primera edición del poemario 'Fervor de Buenos Aires'. Norah Borges, la hermana de Jorge Luis, notable artista plástica, eligió la fachada de esta casona más que centenaria para ilustrar aquella edición que se dio a conocer en 1923.

Ubicada a unos metros de la bulliciosa Plaza Serrano, la vivienda hoy convertida en un exclusivo restaurant conserva, sin embargo, la paz y el estilo de otros tiempos. Fue propiedad familiar hasta hace 23 años, cuando se reconvirtió conservando detalles que jerarquizan el espacio: el frente, los pisos de pino y cerámica, y algunas de las ventanas son los originales. También el jazminero que cautiva en un patio adoquinado que supo ser acceso de carretas y hoy es uno de las ambientes más requeridos por los visitantes en las noches de verano.

'Fuego y Vino Cabernet' es uno de los secretos mejor guardados de Palermo Viejo. Su carta de primer nivel, con acento en las carnes de pastura pampeana; una cava con doscientas etiquetas que recorre toda la geografía vitivinícola del país, y la tranquilidad y privacidad que la casa brinda, han atraído hasta sus mesas a figuras como Viggo Mortensen y Mikhail Baryshnikov, o el crédito local Abel Pintos.

Clara del Santo, sommelier y bartender de realce internacional, cálida y diligente, está al frente del local. Con capacidad para un centenar de comensales entre todos los ambientes, destacan sobre todo la terraza con cocina independiente, ideal para eventos, y sectores reservados para 12 y 25 comensales. Los viernes, la oferta gastronómica marida con música de jazz, bolero y bossa nova interpretada en vivo.

El menú está a cargo del chef Néstor Contreras y casi no tiene puntos débiles. A la bienvenida con un vermut rosso con jugo de maracuyá y alubias guisadas, le siguen entradas como la provoleta rellena de portobellos, cebolla, pimientos asados y tomates secos, que es un espectáculo; la tabla de quesos y salame de Tandil, o las infaltables empanadas de lomo cortado a cuchillo, que son otra delicia.

A la hora de los platos fuertes, la parrilla es el máximo atractivo, pero no son menos interesantes las pastas caseras, con propuestas como ravioles de osobuco braseado y mascarpone de albahaca. Hay opciones para veganos también, entre las que se cuenta el risotto de hongos de pino y setas en chapa de hierro.

Pero la figura de la casa, claro, es la carne cocida en el asador alimentado a leña. La parrillada para compartir deja contentas hasta cuatro personas. El asado martillo conquista con solo verlo (550 gramos trabajados a ritmo lento), junto con los tradicionales bife de chorizo u ojo de bife, y el asado de ternera corte americano, 1,1 kilo de un manjar para disfrutar entre dos. Se agradece que cada elección llega a la mesa, de la mano de la moza Agustina, en el punto requerido y arropada por vegetales varios.

A la hora de los postres, la oferta diseñada por el pastelero Douglas Corniel se hace grande con un excelso tiramisú cuyo secreto -aseguran- es el licor de café casero; aunque no le van en zaga el volcán de chocolate semiamargo -con la tempeatura exacta- y la crème brulée de dulce de leche. Delicias de la cocina porteña típica, y no tanto.

 

'Fuego y Vino Cabernet'

Jorge Luis Borges 1757 (esquina Pasaje Russel), Palermo.

Horario: todos los días, de 12 a una de la mañana.

Reservas: 4831-3071 / 11-4870-1001

Instagram: @fuegoyvino_cabernet

Fotos gentileza @3pasos.agencia