“Argentina tiene litio para 200 años”

La producción local abastece apenas el 6% del total de la demanda global. El riesgo es que otro mineral lo reemplace pronto y el recurso quede obsoleto, advierte el geólogo Martín Gonzalvez. El proceso natural de extracción no contamina el ambiente.

Por Francisco Caminada

La revolución energética se encuentra a la orden del día y pisa fuerte en el plano mundial. Uno de los principales protagonistas de este fenómeno es un mineral, del cual Argentina tiene la segunda reserva más grande del mundo, el litio. Esto supone una gran posibilidad y presenta un panorama alentador para el movimiento económico a nivel nacional y la tan ansiada llegada de dólares, en este caso a través de inversiones de capitales extranjeros.

Pero, si bien a día de hoy es un recurso insustituible por su uso y buen rendimiento en la industria tecnológica, el geólogo Martín Gonzalvez, director del Instituto de Geología y Recursos Minerales del Servicio Geológico Minero Argentino advierte que hay que aprovechar este momento ya que la posible llegada de algo nuevo que sustituya a esta tecnología hará que el recurso quede obsoleto.

Ahora bien, más allá de considerar que es el boom del litio, Gonzalvez hace hincapié en que no hay que descuidar el resto de las commodities minerales, como por ejemplo el cobre, porque representan un mercado mucho más importante para el país. En 2021 de la demanda mundial de litio Argentina solo proveyó el 6% del total, y en 2022 ese número cayó. Aunque las previsiones para 2023 y el año próximo son de crecimiento, basado en el aumento de la capacidad de las plantas de las minas ya instaladas y la incorporación de una nueva durante este año.

Las repercusiones sociales sobre este nuevo régimen energético no se hicieron esperar y desde varios sectores políticos buscan promover la nacionalización del litio, dándole un tratamiento especial a este tan preciado mineral. Esto produciría que la potestad y propiedad sobre el recurso deje de ser propiedad de cada una de las provincias, como lo establece la Constitución Nacional.

BATERIAS

-¿Qué convierte al litio en un recurso tan valioso?

-Hoy en día es un elemento que tiene mucha importancia porque diseñaron baterías en donde uno de sus componentes es el litio y tienen muy buen rendimiento. Le dieron al litio un uso tecnológico que viene justo para los proyectos de la transición energética. Por ejemplo, surgió la necesidad de empezar a crear autos eléctricos, y la mejor forma de crearlos es con baterías. El hecho de que la industria automotriz esté en esta búsqueda generó que los presupuestos e inversiones para investigación crezcan enormemente, para desarrollar nuevas baterías, y a día de hoy las de litio son las que tienen mejor rendimiento.

-¿Cuáles eran las utilidades del litio antes de su apogeo producto de la industria tecnológica?

-El litio se usó siempre, pero antes era principalmente la grasa de litio para uso industrial y en cantidades ínfimas, para cerámicos, por ejemplo. La producción escaló enormemente con la demanda de baterías, y por eso el litio es una oportunidad, porque cuando cambie la tecnología de las baterías este elemento se va a dejar de utilizar en estos niveles y se reducirá altamente la demanda.

-¿Qué riesgos hay de que el recurso sea superado por alguna versión sintética para baterías u otro insumo?

-Desde el punto de vista tecnológico no se está buscando un reemplazante sintético para el litio, lo que sí se está investigando constantemente son baterías con otras composiciones que no sean necesariamente las de grafito litio, fósforo litio, entre otras. Hay empresas que están investigando otros componentes, y que si logran desarrollar baterías que generen mejor rendimiento a menor costo, el litio progresivamente se va a dejar de usar. Igualmente, acá entra algo fundamental que son los costos, por más que una batería a base de otro recurso genere mejor rendimiento si los costos de producción se elevan prevalecerá la de litio.

-¿Cuál es la situación actual del litio hoy en Argentina? ¿Cuál es su potencial?

-Un punto importante es entender que no es un elemento súper escaso en el mundo, como sí lo es el platino o el oro. Es necesario que esté en acumulaciones naturales para que se haga más barato obtenerlo. Históricamente siempre se extrajo de roca dura, pero después se empezaron a dar cuenta de que, en los salares de la puna argentina y el altiplano chileno y boliviano, había salmueras con contenidos altos de litio totalmente anómalos. En ese momento los ingenieros empezaron a probarlo y tratar de llevarlo a una sustancia que pueda ser usado en la industria. Cuando lo consiguieron se abrió la primera mina, que es la de Atacama en Chile, y ya tiene alrededor de 25 años de explotación. Posteriormente, con el desarrollo de las baterías la demanda se fue a las nubes y empezó a investigarse el resto de los salares. Argentina está dentro de los países ricos en este tipo de litio, y en los salares se encuentra el mayor volumen del recurso en el planeta. Tenemos conocimiento de que, a día de hoy, en Argentina contamos con 18 millones de toneladas, lo cual representa litio para, por lo menos, 200 años.

-¿De qué zonas se extrae?

-Las provincias que se sabe con exactitud que sus salares tienen litio son Catamarca, Salta y Jujuy. Sin embargo, provincias como La Rioja manifestaron que hay empresas en su territorio investigando la posibilidad de hallar litio.

-¿Cuáles son los proyectos de litio que existen hoy en el país?

-Hay muchos. En la puna hay alrededor de veintitrés cuencas que poseen un salar cada una, y tienen una o dos empresas que están buscando litio. Hasta ahora en la cuenca de Olaroz Cauchari, en la provincia de Jujuy, hay dos minas trabajando. En el Salar del Hombre Muerto, ubicado en Catamarca, se está explotando otra mina desde 1998. Luego hay otros tantos proyectos que están en etapas avanzadas, ya tienen ubicada la cantidad de litio que es económico de extraer y los estudios de factibilidad, lo que resta hacer es construir la mina, lo cual es más costoso en el proceso minero.

-¿En Salta hay proyectos?

-Sí, hay una empresa francesa que propone extraer el litio de manera directa. Lo harían sacando la salmuera y, a través de un caño, ingresaría directamente a la planta donde se le realizaría un proceso químico, sin antes pasar por las piletas. Esta es una propuesta nueva e innovadora para la argentina. Pero, si bien hay varios proyectos, es un desafío tecnológico gigante construir una planta para obtener litio grado batería. No sólo alcanza con tener el litio, las empresas tardan años en diseñar instalaciones que les permita generar un producto de la sofisticación que requiere la industria tecnológica. Es un producto con un valor agregado inmenso.

-¿Hay potencial para poder realizar las baterías en el país y no sólo exportar la sal grado batería?

-Y-TEC, que es el ala tecnológica de YPF, abrió una fábrica de baterías, desde la cual sus técnicos diseñaron una que fue patentada. Tecnológicamente se puede hacer, y eso es un puntapié inicial para que la industria nacional busque mercados y produzca en el país. Capaz querer hacer baterías para autos eléctricos es un nicho ya explotado, pero buscar rubros en los cuales se pueda insertar.

-¿Se debería promover la nacionalización del litio?

-No tengo ninguna opinión formada al respecto, es una cuestión política donde desde un organismo como el que yo trabajo no tenemos incumbencia. A día de hoy el litio es tratado como cualquier otro mineral, no hay excepciones, y por lo tanto el dueño del recurso son las provincias, tal como lo establece la Constitución. Más allá de esto, si bien en la actualidad el litio tiene un buen precio, sigue siendo un negocio pequeño a nivel mundial. Lo que sí tiene es un impacto grande en las economías regionales de las provincias, pero el año pasado la demanda en el planeta fue de 500.000 toneladas, de las cuales Argentina solo proveyó 40.000. Es un negocio que en volumen de dinero es pequeño a comparación del cobre, aluminio o hierro, que son las grandes commodities minerales.

-¿Qué tan importante es la reserva de litio con la que contamos en Argentina y en el triángulo del litio en general?

-Hasta el momento se sabe que Bolivia es el país donde más litio hay en el planeta. Lo sigue Argentina y luego Chile. La posición nuestra es importante porque tenemos el recurso, pero no es lo mismo poseerlo que explotarlo. Pero el hecho de tener tres minas abiertas pone en marcha una cadena de proveedores mineros que lleva años hacer. Ya contamos con proveedores de caños, bombas, ropa y todo lo necesario para la actividad. Lo único importante no es el trabajador y la mina en sí, es necesaria toda la cadena logística. Por eso nuestro país es visto de manera atractiva para explotar el litio, probablemente se abran tres o cuatro minas más de acá a diez años. Argentina tiene las condiciones geológicas y legales para poder desarrollar aún más la actividad.

PRODUCCION

-¿Cuánto litio produce y exporta la Argentina?

-En 2021 la producción de litio a nivel mundial fue de 100.000 toneladas, lo cual representa 532.000 toneladas de carbonato de litio. Hablando únicamente del litio, de esas 100.000 Argentina sólo produjo 6.500 toneladas. En 2022 se produjeron 130.000 toneladas, de las cuales Argentina produjo la misma cantidad que en el año 2021. En nuestro país la producción se incrementará este año porque se abrió una mina nueva, y además las que ya estaban agrandaron su planta. Somos el cuarto productor mundial por detrás de Australia, Chile y China.

-¿Cuáles son los costos de este proceso?

-Eso depende de cada uno de los proyectos, cada salar tiene su propia salmuera con contenidos distintos. En algunos casos, por ejemplo, algunas tienen más cantidad de magnesio que es un elemento que representa un problema para el proceso, además de variables naturales como la lluvia ya que en las zonas donde menos llueve es más eficiente el enriquecimiento del litio en las piletas. Los costos están sujetos a todo tipo de variables.

-¿El proceso de extracción puede tener efectos nocivos en el ambiente y en los habitantes de esa zona?

-El proceso minero que se está usando actualmente en Chile y Argentina es extraer la salmuera del subsuelo y volcarla en piletas. Esto genera que se vaya evaporando el agua, y a medida que esto pasa, se van enriqueciendo las sales porque se concentran. El litio por sus características químicas no entra fácilmente en la estructura de los minerales, a medida que se va secando la pileta se va cristalizando y salen el cloruro de sodio, los sulfatos, los carbonatos, y queda un rezago muy concentrado, rico en litio y otros elementos, que luego entra en una planta para finalizar el tratamiento. Todo eso es un proceso natural, la evaporación se va dando con la luz solar y el viento, por lo que no lo convierte en un proceso nocivo. No hay implicancia directa de contaminación porque no intervienen afluentes industriales y ese tipo de cosas. El control y cuidado más grande que se tiene que tener es que la extracción de la salmuera no vaya a perjudicar las zonas de agua dulce que hay en superficie, y para eso hay pozos de monitoreo. De todas formas, las poblaciones están bastantes alejadas, los salares no son zonas habitables donde la población pueda instalarse.

-¿Cómo es el manejo del litio en Australia, que es el principal productor del mundo?

-Entendieron que el momento de explotar litio es ahora, porque si se modifica la tecnología no se lo venden a nadie después. En Australia se obtiene a través de rocas macizas, que es más simple que hacerlo en salares, y permitieron que las empresas aumenten su producción y hagan crecer sus plantas con la explotación de todas sus tecmatitas. Una particularidad es que le venden el mineral a China, ellos solamente trituran la roca, hacen cero valor agregado sobre el recurso. En los últimos años Australia representa entre el 50% y 60% de la producción mundial de litio. Es el líder de este mercado.