Alberto Manguel es el nuevo director de la Biblioteca Nacional
“Me siento profundamente honrado por este cargo: la lista de directores previos me intimida y me desafía”, afirmó el escritor argentino, quien regresará al país desde su residencia actual en Nueva York para ponerse al frente de la institución a partir de julio del año próximo.
El ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, designó hoy director de la Biblioteca Nacional a Alberto Manguel, escritor e intelectual argentino que a lo largo de su prolífica carrera ha colaborado con algunas de las universidades e instituciones culturales más importantes del mundo.
“Me siento profundamente honrado por este cargo: la lista de directores previos me intimida y me desafía”, afirmó Manguel, quien regresará al país desde su residencia actual en Nueva York para ponerse al frente de la institución a partir de julio del año próximo.
Manguel, escritor, editor de las casas editoriales más relevantes en los idiomas español, inglés, francés, alemán e italiano, y profesor de literatura y filosofía en diversas instituciones educativas, reemplazará a Horacio González y estará al frente de la Biblioteca Nacional para "encabezar una nueva gestión marcada por la inclusión, la innovación y la federalización de las políticas de la entidad", señaló el Ministerio de Cultura en un comunicado.
Avelluto destacó que “Manguel es uno de los intelectuales argentinos con mayor reconocimiento en el exterior y, además, una de las personas que más sabe en el mundo sobre bibliotecas" y resaltó que "también, tiene dos virtudes que rara vez se encuentra en la misma persona: es un eximio escritor y, al mismo tiempo, un gestor cultural experto en el campo de la bibliotecología".
El ministro recordó que Manguel "dejó el país en la década del 70 y consideramos que la Argentina todavía no le ha brindado todo el reconocimiento que se merece, siendo esta designación la mejor oportunidad para hacerlo”.
La nueva dirección de la entidad se pondrá al servicio tanto de los lectores actuales -en su formación y estímulo- como de las generaciones futuras, promoviendo el fortalecimiento de las políticas de conservación del patrimonio y ampliando los procesos de digitalización de los materiales, señalaron desde la cartera de Cultura nacional.
A su vez, el sentido de la nueva política que guiará los destinos de la BN -la más emblemática y prestigiosa de las bibliotecas nacionales- será expandir los alcances de sus acciones al tomar como soporte de expresión cultural no sólo al libro como objeto físico, sino también, a la amplia variedad expresiones a través de las cuales la comunidad ha dado testimonio de su experiencia y poder imaginativo.
También se buscará promover la federalización de las acciones de la entidad a través del apoyo a la red de bibliotecas locales y la implementación de acciones junto a otros ministerios nacionales y provinciales.
Por otra parte, a través de esta designación, el Ministerio de Cultura de la Nación se propone impulsar el posicionamiento estratégico de la entidad en el contexto internacional, buscando de esta manera fomentar intercambios y articulaciones con otras instituciones del mundo y de América Latina ofreciendo un valioso acervo de la cultura argentina hacia el exterior.
La nueva dirección de la Biblioteca Nacional se propone también continuar con los proyectos abocados al estudio y la difusión de las diferentes expresiones de la cultura popular y las lenguas y literaturas indígenas.
Acostumbrado a los viajes, este escritor hijo de diplomáticos nació en Buenos Aires en 1948, se crió en Israel, tiene pasaporte canadiense, escribe en inglés y reside desde hace años en Nueva York, aunque antes lo hizo en Mondion -un pequeñísimo poblado francés de dos manzanas- donde albergaba su famosa biblioteca, que integran 30 mil volúmenes.
Estuvo de visita en Buenos Aires en 2012, cuando brindó una conferencia magistral en el marco de la Feria Internacional del Libro, y en 2006 tuvo el privilegio de ser convocado a reunirse con escritores de todo el mundo, en la ciudad francesa de Estrasburgo para imaginar "la biblioteca ideal".
Sus ensayos más importantes, traducidos a más de treinta idiomas, son "Una historia de la lectura", "La biblioteca de noche", "Diario de lecturas" y "Curiosidad: una historia natural".
Entre los reconocimientos que ha recibido están los doctorados honorarios de las universidades de York y Ottawa en Canadá, de Liege en Bélgica, y de Anglia Ruskin Cambridge en Inglaterra, los premios Garzanti Cavour en Italia, Germán Sánchez Ruipérez en España, France-Culture, Roger Caillois, y el Médicis Ensayo en Francia.
Le ha sido otorgada la Medalla al mérito de la Ciudad de Buenos Aires y la Orden de comandante de las Artes y las Letras en Francia. Es miembro de la Academia Argentina de Letras, de la Fundación Guggenheim en Estados Unidos, y de la Royal Society of Literature en Inglaterra.
Es reconocido el vínculo que Manguel mantuvo con el escritor Jorge Luis Borges: "Tenía 16 años cuando conocí a Borges. Iba al colegio Nacional Buenos Aires por la tarde y a la mañana trabajaba en la librería Pigmalión de la calle Corrientes, que ya no existe. Allí Borges venía a comprar libros y un día me preguntó si podía ir a leerle a su casa y dije que sí. Fui uno de sus muchos lectores, durante más de dos años", contó Manguel en una entrevista realizada años atrás.
"Yo comenzaba la lectura y él me detenía y lo analizaba; lo desarmaba como si fuera un relojero, para ver cómo funcionaba, era algo maravilloso. Recuerdo su inteligencia y humor. Haber sido testigo de esa experiencia fue una lección de cultura extraordinaria y para toda la vida", resaltó en aquella entrevista, quien ostenta ahora el cargo de flamante director de la Biblioteca Nacional.