“Aicha”, el filme que narra cómo una mujer cambia de identidad para sobrevivir

Una joven recorre un lento y errático camino hacia su liberación personal, en el marco de una sociedad tunecina marcada por la opresión hacia las mujeres. Ese es el planteo de “Aicha”, filme del director Mehdi M. Barsaoui que es parte de la Competencia Internacional del Festival de Cine de Mar del Plata.

Recibida con gran interés por parte del público que se dio cita este lunes a las 9 de la mañana en la sala Piazzolla del Auditorium, la película sitúa el drama tras 2011, fecha que supone un quiebre para ese país. Entre 2010 y 2011 se llevaron a cabo una serie de protestas que derivaron en el derrocamiento de un regimen autoritario en Túnez y la llegada de un período democrático.

[tunecino2] Jorge Stamadianos, codirector artítico del Festival de Cine de Mar del Plata junto al director de “Aicha” y a la intérprete durante la presentación en Mar del Plata.

“Este filme no hubiera existido sin la Revolución de la Primavera Arabe” de 2011, dijo el cineasta, quien contó que parte de la financiación de su película partió del Ministerio de Cultura de su país, todo un gesto para un filme que hace una profunda crítica al sistema tunecino.

El director, presente en Mar del Plata y quien charló con el público tras la proyección del filme y fue varias veces ovacionado, no dejó de vincular la vida de su personaje protagonico con la historia de Túnez.

En la pantalla grande, Aya cambia varias veces de identidad para lograr sobrevivir y abrirse camino sola, en medio de prejuicios, mandatos, familias represivas, corrupción y un entramado policíaco que siempre verá a una mujer soltera y atractiva como culpable y generadora de caos.

Aya escapa de un vínculo amoroso insano, de una familia que la quiere casar por dinero y de un trabajo que la explota. Llega a la gran ciudad y se encuentra con personas que parecen querer ayudarla, pero esconden otras motivaciones. Un episodio menor que vive en un boliche provocará que la joven se vea envuelta en una violenta trama de burocracia y corrupción policial. Así pasará a ser Amira y luego Aicha.

“Es la historia de un país y la historia de todos los tunecinos de algún modo, es un camino hacia la libertad con muchísimos obstáculos, la situación sigue siendo complicada en Túnez”, observó, aunque consideró que su tierra transita “un camino hacia la democracia”.

“Quise expresar que las mujeres son la clave, la intención no fue hacer un filme feminista -explicó-. En Túnez y en el mundo árabe se cree que si la mujer tiene más poder, el hombre va a perderlo. En el mundo árabe la mujer es la clave para llevar a la sociedad a otro nivel”.

Y recordó que junto con El Líbano, Túnez es uno de los países más abiertos en torno a la situación de la mujer, “pero aún así hay muchísimo camino por recorrer para llegar a la igualdad”. Por eso consideró central que sean los varones los que también se involucren en el cambio de paradigma. “Para que las mujeres tengan la libertad completa en el mundo árabe los hombres también tenemos que levantar la voz y denunciar”, concluyó.

En ese sentido entendió el rol de cineasta: un artista que maneja una herramienta fundamental a la hora de crear sentido en la opinión pública. Su película se estrenará a mediados de diciembre en el Festival de Cine de Cartago, el más importante de Túnez.