La clínica de todos los días de nuestros pacientes muestra que la dependencia a las drogas es solo “la frutilla del postre “de una serie de eventos traumáticos y de una “novela familiar” no asumida ni hecha conciencia y que sujeta al paciente a no ser un “sujeto de palabra” sino un “sujeto de compulsión repetitiva” hacia una pulsión de muerte que lo hunde en la nada de ser convirtiéndose así en un “nadie”.
Rehabilitarse de las adicciones no es solo abandonar el consumo que implica también brindar herramientas para saber sortear lugares, personas, situaciones y contextos proclives a volver a desatar una enfermedad que es crónica, progresiva y terminal; pero todo no termina ahí si no indagamos y estimulamos la “curiosidad” del paciente por su interioridad, su infancia, sus relaciones, sus déficits cognitivos. De ahí que estemos en contra en estas columnas de tratamientos de “puerta giratoria” que sean solo una desintoxicación o meramente conductuales.
En la clínica de las adicciones de hoy nos encontramos con diversas formas de abandono en la infancia o en ese “segundo nacimiento” que es la adolescencia y esto parece ir unido a la noción de trauma (concepto olvidado) y que es central en el estudio y tratamiento de los pacientes. Heridas emocionales que como mínimo forman un elemento constante en la relación con los otros.
Los traumas refieren a acontecimiento de la vida del sujeto caracterizado por su intensidad con la Incapacidad del sujeto de responder a él adecuadamente y el trastorno y los efectos patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica con la incapacidad de elaborarlo psíquicamente.
Las investigaciones sobre Biología del stress durante la infancia temprana muestran como adversidades tempranas como pobreza extrema, abuso o negligencia pueden debilitar la arquitectura del cerebro en desarrollo y poner al sistema de respuesta al stress en permanente alerta. La ciencia muestra también que proporcionar relaciones estables, receptivas, enriquecedoras y propicias durante los primeros años de vida puede prevenir o incluso revertir los efectos perjudiciales del stress temprano con beneficios duraderos para el aprendizaje, el comportamiento y la salud. Desde el embarazo y hasta la primera infancia todos los entornos en los cuales viven los niños y la calidad con los adultos y cuidadores tienen un impacto significativo sobre su desarrollo cognitivo, emocional y social. Trauma y traumatismo son términos utilizados ya antiguamente, en medicina y cirugía. Trauma viene del griego "herida", y deriva de "perforar" y designa una herida con efracción o sea con una ruptura en este caso del psiquismo que marca un antes y un después de eso que sucedió.
Vemos una escalada traumática en la clínica de las adicciones desde abandonos parentales tempranos en donde el hijo ronda de casa en casa, hijos secuestrados por uno de los padres luego de una separación conflictiva con castigos físicos y un agudo rencor en el abandonado y maltratado que dura muchos años y con la droga como autocastigo permanente en muchos casos con la intervención de autoridad judicial y policías para rescatar al hijo de un padre/o madre castigadores.
Un paciente que hizo de la droga su “pócima” mortal fue secuestrado por uno de los padres y castigado lograba esconderse en el ropero de esa casa, no le daban de comer y lo poco que le daban lo vomitaba. Fue encontrado de casualidad por la madre que lo rescato con ayuda policial en una feria de la ciudad.
Desde chico este paciente escuchaba voces que le decían “venite conmigo”. Por supuesto como es común en estos casos el repitió esta historia de muerte y tuvo un hijo quien hoy tiene 9 años y lo abandono mientras el vagaba por la ciudad buscando una forma de liberarse con drogas de su vacío y rencor.
CONTEXTOS TRAUMATICOS
Los contextos traumáticos son variados. Un último estudio sobre las experiencias infantiles aversas y las consecuencias del trauma para toda la vida (Academia de Pediatría de U.S.A) en más de 17.000 ciudadanos estadounidenses de clase media permitió documentar con suficiente claridad que las experiencias infantiles adversas pueden afectar al más del 60% de los adultos y contribuir significativamente a efectos negativos en la salud mental y física y mencionaron los siguientes: abuso emocional, abuso físico, negligencia emocional y/o física, maltrato violento a la madre, abuso de sustancias en el hogar, enfermedades mentales en el seno de la familia, separaciones cruentas de los padres, encarcelamientos de un familiar.
Historias en donde la “realidad supera a la ficción” como dice un amigo que trabaja en el ámbito del periodismo. En otros casos el niño adoptado no puede adoptar a sus propios padres. Verdadero problema en la adopción o sea que el niño acepte la adopción y adopte a estos nuevos padres. Uno de ellos me dice: “elegí otra vida, vague…una vida de mierda …con prisión, etc.”. Fue un pedido de ayuda. Recuerdo haberle dicho el primer día que se quería retirar de la institución después de haber sufrido una sobredosis y no se quería levantar de la cama.
Ahí entablo este siguiente dialogo conmigo: “…donde vas a ir hace frio, dormir en una plaza no es negocio para vos y también tener hambre…acá tenés calor, comida, médicos, psicólogos, ayuda”. Me miró, se le ilumino el rostro y fue al grupo de terapia que todos los pacientes tenían conmigo. Ahí me di cuenta que comenzaba una relación fructífera que dura hasta ahora.
“Pude conocer a mi padre biológico a los 15 años” -me sigue diciendo- y me invito a consumir cocaína y así lo hicimos; desde ahí nunca más lo quise ver. Repeticiones …compulsiones por doquier. Por supuesto él también tiene una hija abandonada.
El maltrato infantil altera el desarrollo del cerebro del niño en formas que pueden aumentar su riesgo de consumir drogas y sufrir otros trastornos mentales en la edad adulta. En un estudio patrocinado por el NIDA (máximo organismo de estudio de la drogadicción en ese país), los investigadores descubrieron que los adultos jóvenes que habían sido maltratados en la niñez presentaban diferencias en nueve regiones corticales en comparación con quienes no habían sufrido maltrato y se estudiaron la diferencia de conexiones cerebrales(conectomas) entre unos y otros lo cual daba consecuencias en el desarrollo cognitivo y emocional.
TRANSMISIONES INTERGENERACIONALES
Somos frutos de transmisiones intergeneracionales en donde el amor-ternura, los límites y los valores son la base de la cultura y del desarrollo humano. El filósofo Hegel decía en el discurso de Jena que “cultura era aquello que transcurría entre abuelos, padres e hijos” como una metáfora de la transmisión simbólica intergeneracional. Aquí, por el contrario, nos encontramos con desencuentros y el apego que es la base de la vida junto con la transmisión han fallado.
En otros casos aparece el abandono como aquel padre “par” en donde la autoridad no se ejerce y que adquiere múltiples formas : “billetera abierta” (forma de que el paciente no moleste ) y sin límites durante el desarrollo adolescente, tomar alcohol o utilizar drogas con los hijos como forma de hacerse “amigos” de ellos asegurando así una alienación futura.
Abandono y desamparo van de la mano y que deja un sentimiento en las personas un estado emocional subjetivo de que no son deseados, de rechazo que puede durar durante toda la vida. El abandono de persona llega a ser -en la clínica -uno de los daños más aberrantes.
Hay que destacar, por último, que el estado de desamparo está ligado con la prematuración del ser humano que está «menos acabado (que los animales) y precisamente este hecho de la inmadurez marca la necesidad del otro adulto para mínimamente completarse; cuando esto falla los dolores aumentan. El abandono del hijo lo deja en un estado total de desprotección.
Puede ser abandono de la patria potestad, tutela, guarda o acogimiento familiar o de prestar la asistencia familiar para el sostenimiento de sus descendientes, ascendientes o cónyuge.
Sin casa y ausencias repetidas perdemos una parte de nosotros mismos. Es la base de los traumas que solo se curan cuando los afrontamos adecuadamente. Nos vamos transformando en “barcos a la deriva” …base misma de la vulnerabilidad. Una de las salidas es que el niño empieza a sabotearse a sí mismo y así las drogas diversas son formas de autocastigo.
Delito que se agrava cuando la persona abandonada es menor o discapacitada. Hay abandono de domicilio, del hijo, la hija, del hogar conyugal, entrega del menor, omisión de prestación de alimentos. Traumas o abusos tempranos. El trauma infantil parece ser un “segundo renacer”, pero ya sin esperanza porque no nos sentimos amados.
ABANDONO Y DAÑO CEREBRAL
La falta de figuras de apego parece ser un elemento central y este stress afecta el cerebro (cuando no hay respuestas a necesidades de seguridad, alimentos, falta de figuras de apego).
La cantidad de cortisol (hormona del stress) y otros neurotransmisores implicados en el estado fisiológico de lucha, lo hacen de tal manera que el cerebro sufre cambios químicos de forma que tendrá consecuencias en su construcción y función.
El Hipocampo (estructura cerebral que tiene que ver con las emociones y el recuerdo de estas) en estos niños es más pequeño ya que han experimentado situaciones reiteradas de abandono, negligencia o maltrato lo que dificulta las relaciones de aprendizaje.
Estudios de la Universidad de la Coruña (2020) demostraron la importancia del apoyo emocional durante la infancia como base para el correcto desarrollo. Se ha visto un déficit cognitivo acumulativo en niños adoptados como resultado de unas condiciones de estrés traumatizante a una edad muy temprana de 0 a 3 años siendo esto una edad critica en el desarrollo del sistema nervioso.
Nos encontramos así con un gran vacío, dificultades de aprendizaje y de socialización, estados de angustia, pensamientos intrusivos sobre la soledad que intrusivamente lo invaden, sentimientos de soledad y necesidad de aprobación constantes junto con una tendencia a relaciones superficiales en donde se suelen buscar excusas para salir de la relación o no querer intentar nuevos vínculos por miedo a que los dejen.
En otras circunstancias tratan de imponerse un “personaje” de persona independiente a modo de defensa para no ser dañados o sabotear relaciones sanas a modo de defensa para no ser dañados.
Miedos aterradores a estar solo que lo invaden permanentemente en otros como así también personas que aguantan relaciones toxicas o que enlazan una relación que no es sana una atrás de otra. Se sabotean relaciones sanas, búsqueda de relaciones tóxicas. Siempre piensan que van a ser abandonados.
Debemos buscar aquello que nos hirió y así se hace necesario la búsqueda de redes de apoyo y esa es la función de esa “segunda casa” que es la comunidad terapéutica como centro de rehabilitación. La llamamos “Casa de vida” para contraponerla a aquella otra ligada a la pulsión de la muerte y al encuentro con la nada misma.
¿Como sanar las heridas del abandono y el desamparo?
A- Reconocer la herida y los traumas
B- Expresar las emociones y poder liberarlas e incluso buscar redes de apoyo
C- Trabajar la autoestima
D- Trabajar la confianza en uno mismo y en los demás: buscar otras relaciones que nos ayuden a sanar
E-Apoyarse en recursos: ayuda profesional, incorporar modelos de vida que porten valores, ternura y límites y tratamientos eficaces.
Rehabilitarse de las adicciones no es solo abandonar el consumo que implica también brindar herramientas para saber sortear lugares, personas, situaciones y contextos proclives a volver a desatar una enfermedad que es crónica, progresiva y terminal; pero todo no termina ahí si no indagamos y estimulamos la “curiosidad” del paciente por su interioridad, su infancia, sus relaciones, sus déficits cognitivos. De ahí que estemos en contra en estas columnas de tratamientos de “puerta giratoria” que sean solo una desintoxicación o meramente conductuales.
En la clínica de las adicciones de hoy nos encontramos con diversas formas de abandono en la infancia o en ese “segundo nacimiento” que es la adolescencia y esto parece ir unido a la noción de trauma (concepto olvidado) y que es central en el estudio y tratamiento de los pacientes. Heridas emocionales que como mínimo forman un elemento constante en la relación con los otros.
Los traumas refieren a acontecimiento de la vida del sujeto caracterizado por su intensidad con la Incapacidad del sujeto de responder a él adecuadamente y el trastorno y los efectos patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica con la incapacidad de elaborarlo psíquicamente.
Las investigaciones sobre Biología del stress durante la infancia temprana muestran como adversidades tempranas como pobreza extrema, abuso o negligencia pueden debilitar la arquitectura del cerebro en desarrollo y poner al sistema de respuesta al stress en permanente alerta. La ciencia muestra también que proporcionar relaciones estables, receptivas, enriquecedoras y propicias durante los primeros años de vida puede prevenir o incluso revertir los efectos perjudiciales del stress temprano con beneficios duraderos para el aprendizaje, el comportamiento y la salud. Desde el embarazo y hasta la primera infancia todos los entornos en los cuales viven los niños y la calidad con los adultos y cuidadores tienen un impacto significativo sobre su desarrollo cognitivo, emocional y social. Trauma y traumatismo son términos utilizados ya antiguamente, en medicina y cirugía. Trauma viene del griego "herida", y deriva de "perforar" y designa una herida con efracción o sea con una ruptura en este caso del psiquismo que marca un antes y un después de eso que sucedió.
Vemos una escalada traumática en la clínica de las adicciones desde abandonos parentales tempranos en donde el hijo ronda de casa en casa, hijos secuestrados por uno de los padres luego de una separación conflictiva con castigos físicos y un agudo rencor en el abandonado y maltratado que dura muchos años y con la droga como autocastigo permanente en muchos casos con la intervención de autoridad judicial y policías para rescatar al hijo de un padre/o madre castigadores.
Un paciente que hizo de la droga su “pócima” mortal fue secuestrado por uno de los padres y castigado lograba esconderse en el ropero de esa casa, no le daban de comer y lo poco que le daban lo vomitaba. Fue encontrado de casualidad por la madre que lo rescato con ayuda policial en una feria de la ciudad.
Desde chico este paciente escuchaba voces que le decían “venite conmigo”. Por supuesto como es común en estos casos el repitió esta historia de muerte y tuvo un hijo quien hoy tiene 9 años y lo abandono mientras el vagaba por la ciudad buscando una forma de liberarse con drogas de su vacío y rencor.
CONTEXTOS TRAUMATICOS
Los contextos traumáticos son variados. Un último estudio sobre las experiencias infantiles aversas y las consecuencias del trauma para toda la vida (Academia de Pediatría de U.S.A) en más de 17.000 ciudadanos estadounidenses de clase media permitió documentar con suficiente claridad que las experiencias infantiles adversas pueden afectar al más del 60% de los adultos y contribuir significativamente a efectos negativos en la salud mental y física y mencionaron los siguientes: abuso emocional, abuso físico, negligencia emocional y/o física, maltrato violento a la madre, abuso de sustancias en el hogar, enfermedades mentales en el seno de la familia, separaciones cruentas de los padres, encarcelamientos de un familiar.
Historias en donde la “realidad supera a la ficción” como dice un amigo que trabaja en el ámbito del periodismo. En otros casos el niño adoptado no puede adoptar a sus propios padres. Verdadero problema en la adopción o sea que el niño acepte la adopción y adopte a estos nuevos padres. Uno de ellos me dice: “elegí otra vida, vague…una vida de mierda …con prisión, etc.”. Fue un pedido de ayuda. Recuerdo haberle dicho el primer día que se quería retirar de la institución después de haber sufrido una sobredosis y no se quería levantar de la cama.
Ahí entablo este siguiente dialogo conmigo: “…donde vas a ir hace frio, dormir en una plaza no es negocio para vos y también tener hambre…acá tenés calor, comida, médicos, psicólogos, ayuda”. Me miró, se le ilumino el rostro y fue al grupo de terapia que todos los pacientes tenían conmigo. Ahí me di cuenta que comenzaba una relación fructífera que dura hasta ahora.
“Pude conocer a mi padre biológico a los 15 años” -me sigue diciendo- y me invito a consumir cocaína y así lo hicimos; desde ahí nunca más lo quise ver. Repeticiones …compulsiones por doquier. Por supuesto él también tiene una hija abandonada.
El maltrato infantil altera el desarrollo del cerebro del niño en formas que pueden aumentar su riesgo de consumir drogas y sufrir otros trastornos mentales en la edad adulta. En un estudio patrocinado por el NIDA (máximo organismo de estudio de la drogadicción en ese país), los investigadores descubrieron que los adultos jóvenes que habían sido maltratados en la niñez presentaban diferencias en nueve regiones corticales en comparación con quienes no habían sufrido maltrato y se estudiaron la diferencia de conexiones cerebrales(conectomas) entre unos y otros lo cual daba consecuencias en el desarrollo cognitivo y emocional.
TRANSMISIONES INTERGENERACIONALES
Somos frutos de transmisiones intergeneracionales en donde el amor-ternura, los límites y los valores son la base de la cultura y del desarrollo humano. El filósofo Hegel decía en el discurso de Jena que “cultura era aquello que transcurría entre abuelos, padres e hijos” como una metáfora de la transmisión simbólica intergeneracional. Aquí, por el contrario, nos encontramos con desencuentros y el apego que es la base de la vida junto con la transmisión han fallado.
En otros casos aparece el abandono como aquel padre “par” en donde la autoridad no se ejerce y que adquiere múltiples formas : “billetera abierta” (forma de que el paciente no moleste ) y sin límites durante el desarrollo adolescente, tomar alcohol o utilizar drogas con los hijos como forma de hacerse “amigos” de ellos asegurando así una alienación futura.
Abandono y desamparo van de la mano y que deja un sentimiento en las personas un estado emocional subjetivo de que no son deseados, de rechazo que puede durar durante toda la vida. El abandono de persona llega a ser -en la clínica -uno de los daños más aberrantes.
Hay que destacar, por último, que el estado de desamparo está ligado con la prematuración del ser humano que está «menos acabado (que los animales) y precisamente este hecho de la inmadurez marca la necesidad del otro adulto para mínimamente completarse; cuando esto falla los dolores aumentan. El abandono del hijo lo deja en un estado total de desprotección.
Puede ser abandono de la patria potestad, tutela, guarda o acogimiento familiar o de prestar la asistencia familiar para el sostenimiento de sus descendientes, ascendientes o cónyuge.
Sin casa y ausencias repetidas perdemos una parte de nosotros mismos. Es la base de los traumas que solo se curan cuando los afrontamos adecuadamente. Nos vamos transformando en “barcos a la deriva” …base misma de la vulnerabilidad. Una de las salidas es que el niño empieza a sabotearse a sí mismo y así las drogas diversas son formas de autocastigo.
Delito que se agrava cuando la persona abandonada es menor o discapacitada. Hay abandono de domicilio, del hijo, la hija, del hogar conyugal, entrega del menor, omisión de prestación de alimentos. Traumas o abusos tempranos. El trauma infantil parece ser un “segundo renacer”, pero ya sin esperanza porque no nos sentimos amados.
ABANDONO Y DAÑO CEREBRAL
La falta de figuras de apego parece ser un elemento central y este stress afecta el cerebro (cuando no hay respuestas a necesidades de seguridad, alimentos, falta de figuras de apego).
La cantidad de cortisol (hormona del stress) y otros neurotransmisores implicados en el estado fisiológico de lucha, lo hacen de tal manera que el cerebro sufre cambios químicos de forma que tendrá consecuencias en su construcción y función.
El Hipocampo (estructura cerebral que tiene que ver con las emociones y el recuerdo de estas) en estos niños es más pequeño ya que han experimentado situaciones reiteradas de abandono, negligencia o maltrato lo que dificulta las relaciones de aprendizaje.
Estudios de la Universidad de la Coruña (2020) demostraron la importancia del apoyo emocional durante la infancia como base para el correcto desarrollo. Se ha visto un déficit cognitivo acumulativo en niños adoptados como resultado de unas condiciones de estrés traumatizante a una edad muy temprana de 0 a 3 años siendo esto una edad critica en el desarrollo del sistema nervioso.
Nos encontramos así con un gran vacío, dificultades de aprendizaje y de socialización, estados de angustia, pensamientos intrusivos sobre la soledad que intrusivamente lo invaden, sentimientos de soledad y necesidad de aprobación constantes junto con una tendencia a relaciones superficiales en donde se suelen buscar excusas para salir de la relación o no querer intentar nuevos vínculos por miedo a que los dejen.
En otras circunstancias tratan de imponerse un “personaje” de persona independiente a modo de defensa para no ser dañados o sabotear relaciones sanas a modo de defensa para no ser dañados.
Miedos aterradores a estar solo que lo invaden permanentemente en otros como así también personas que aguantan relaciones toxicas o que enlazan una relación que no es sana una atrás de otra. Se sabotean relaciones sanas, búsqueda de relaciones tóxicas. Siempre piensan que van a ser abandonados.
Debemos buscar aquello que nos hirió y así se hace necesario la búsqueda de redes de apoyo y esa es la función de esa “segunda casa” que es la comunidad terapéutica como centro de rehabilitación. La llamamos “Casa de vida” para contraponerla a aquella otra ligada a la pulsión de la muerte y al encuentro con la nada misma.
¿Como sanar las heridas del abandono y el desamparo?
A- Reconocer la herida y los traumas
B- Expresar las emociones y poder liberarlas e incluso buscar redes de apoyo
C- Trabajar la autoestima
D- Trabajar la confianza en uno mismo y en los demás: buscar otras relaciones que nos ayuden a sanar
E-Apoyarse en recursos: ayuda profesional, incorporar modelos de vida que porten valores, ternura y límites y tratamientos eficaces.