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Adicciones: El infierno de los vivos

“…en el medio del camino de mi vida en una selva oscura porque el derecho camino había perdido…” (Frase inicial y final de la Divina Comedia de Dante Alighieri).

Jorge me cuenta su “Infierno”, el infierno de los vivos en donde…caminaba y caminaba sin rumbo al drogarse desde los inicios de Avenida Rivadavia hasta Liniers e incluso podía tomar otras calles. El asunto era vagar y el ritmo de la abstinencia le podía marcar a algún “descuidado” y arrebatarle algo para conseguir la preciada droga. El destino fijo era un “sin destino”.
Asistimos en los consultorios todos los días a seres sin destino. Perdidos en el vagabundeo de vidas sin proyectos.
Tratamos el “infierno” de los vivos. Todo aquel que trata las adicciones sabe el infierno que vive el paciente cuando no puede salir de su esclavitud. Cuando los empezamos a escuchar recordamos los versos del Dante cuando al entrar al infierno una máxima decía “…el que entra aquí deja toda esperanza” …y así llegan desesperanzados y sin futuro o porvenir.
La literatura universal nos proporciona una guía para entender esto y nadie mejor que el Dante (Dante Alighieri) en su “Divina Comedia” para ilustrar este camino de salida. En este infierno Dante con la sagacidad psicológica del artista nos muestra que la peculiaridad del hombre es su fragilidad.
Dante llama a su obra Comedia porque lo contrario es tragedia y en su obra el hombre encuentra el paraíso o sea supera la emergencia de lo trágico.

“SALIR SIN UN GUIA”
Me interesa esta obra porque Dante nos enseña que no podemos salir sin un guía, una compañía, un tutor. Eso lo experimentamos en la comunidad terapéutica en donde los conjuntos humanos operan como una guía en la tarea de encontrar una salida al encierro en el cual hemos caído.
Al personaje del Dante lo acompaña un poeta Virgilio que lo hace transitar y salir del infierno y también por el purgatorio. Es singular que lo acompañe como tutor privilegiado un poeta o sea un artesano de la ternura de las palabras y el lenguaje. Toda una filosofía está ahí en juego y luego el amor representado por su amada Beatriz al entrar al paraíso o sea el amor como eje de la existencia.
Es como cuando entra un paciente luego de estar en terapia intensiva por una sobredosis o un accidente ligado al consumo el Dante empieza por lo catastrófico y llegamos a ver la verdad; de lo catastrófico a la luz de encontrar un proyecto de vida sano.
Las primeras palabras de la obra y las últimas del cierre de esta son toda una reflexión sobre lo humano: “…en el medio del camino de mi vida en una selva oscura porque el derecho camino había perdido…”.
Un ser perdido como tantos que atendemos, vagabundeando por las calles o durmiendo en plazas o perdido entre los ruidos de una música ensordecedora y así creo que el Dante hoy tiene actualidad como obra universal de todos los tiempos.
NECESITAMOS SOCIOS NO COMPLICES
En la carrera adictiva el paciente busca “cómplices” en la desgracia y para la desgracia y complicándose aún más en el Infierno que vive. El cómplice es el que le presta plata, el “transa” preferido, un compañero de consumo y de secretos, el revendedor de objetos robados en su casa o fuera de ella, el prestamista extorsionador después. Así, va aumentando su fragilidad psíquica y también biológica como nos alertaba el Dante en la “Divina Comedia”.
El socio es el que acompaña en el camino de la salud, un terapeuta, un operador terapéutico, un grupo de contención, un amigo, un apoyo y sostén como lo menciona literariamente el autor en donde un poeta lo guía en el camino de ascensión desde el Infierno hasta el purgatorio (reconocimiento de los errores vitales necesarios para una reconciliación consigo mismo y con los suyos) y luego el amor encarnado en Beatriz que le hace conocer las mieles de su paraíso personal.
En nuestra filosofía terapéutica consideramos que una rehabilitación parte de un sostén profesional, un sostén de un grupo de pares válidos y por fin la autoayuda que permite al paciente hacerse cargo de sí mismo.

ASUMIR LOS CAMBIOS
Para realizar estos pasos debemos asumir cambios como los siguientes:
1) La aceptación (lo tengo que hacer solo, pero no puedo hacerlo solo ya que necesito de los demás).
2) La humildad (base de la sabiduría y la escucha).
3) La honestidad (rompiendo complicidades perversas).
4) La perseverancia en un cambio de estilo de vida. 5) La reconciliación (asumir errores necesarios para un cambio y con los daños ocasionados hacia sí mismo y los demás).
6) Y por último ejercitar el servicio al otro (todo lo que le damos al otro vuelve doble) y todo esto cruzado por la renuncia al consumo y a todo aquello que lo rodea a éste: personas, lugares y situaciones propicias a una recaída.

Pero siempre hay un intercesor para cambiar, un guía o sostén como lo marca el Dante.
Estos pasos basados en la teoría de la comunidad terapéutica para la rehabilitación Dante los leería como lo hace en clave teológica a través de lo que llama las siete faltas o fragilidades capitales de todo ser humano y que debe superar: soberbia, avaricia, lujuria, ira, envidia y pereza.
Esto reconoce antecedentes Greco-Romanos en el poeta latino Horacio (buscar siempre el punto medio entre los extremos) y también como lo anuncia Aristóteles en la Ética a Nicómaco, alejarse de toda “hybris” (omnipotencia).
Los antiguos enseñaban: “…el origen del fruto es la flor y el origen de la vida activa es el control sobre uno mismo”. Precisamente el control de los impulsos es uno de los elementos fundamentales en la rehabilitación. Por fin el Dante nos enseña que el amor es el fin fundamental que se encuentra en el paraíso de la vida junto a su amada Beatriz ya que es el “Amor el que mueve el Sol y las estrellas” (mundo de la luz frente a las oscuridades anteriores).
Precisamente el tratamiento es el encuentro con el amor; a sí mismo y a los otros y esto parece ser parte de la salida a una vocación, una responsabilidad y a una misión en la vida que supere el “vagabundeo” que mencionábamos al principio de seres sin destino porque como dice nuestro lema: “…vivimos para nosotros mismos y los demás con una contribución para ofrecer…aquí juntos”.