Muchos conocerán a Emiliano Dionisi como director y dramaturgo, pero no todos saben que además es actor. Sus primeros pasos dentro de esta profesión los hizo arriba del escenario y hoy, cuando el tiempo se lo permite, intenta compatibilizar todos sus roles. Como ahora, que estrena el unipersonal 'La cápsula' en el Teatro del Pueblo.
La obra, que se verá los sábados a las 22, fue escrita y es dirigida por Diego Casado Rubio. Es la historia de un hijo y su padre y una decisión a tomar. "Habla sobre las despedidas y lo difícil que es dejar ir a una persona por la que se sienten tantas cosas, a veces muy hermosas y otras no tanto, pero siempre en una relación muy presente. Así que es un viaje muy amoroso y muy intenso a la vez'', cuenta Dionisi, quien en estos días también dirige 'El brote', con Roberto Peloni, en la misma sala.
-¿Qué fue lo que le sedujo de la propuesta?
-Es muy agridulce la obra y eso me pareció hermoso de ver. Tiene algo muy amoroso, juguetón y muy lúdico, pero por momentos se convierte en una historia mucho más intensa, dura; entonces es una especie de caricia agridulce. Eso me parece hermoso. Además, conocer el trabajo de Diego, que trabaja de una manera tan especial, con los cuerpos de los actores, con la música. Por ese lado a mí me encanta porque me desafía un montón y tiene que ver con una puesta en escena muy precisa.
COMPLEJIDAD
-¿Cuál siente que es el mayor desafío de este trabajo?
-Tiene que ver con seguir una partitura muy precisa y seguir también la partitura emocional que tiene, porque cuenta las cosas de una manera no demasiado lineal. Además, es un desafío para el público porque debe juntar los trozos y armarla. Entonces, transitar todo eso es complejo y al mismo tiempo muy satisfactorio.
-¿Cómo hace para entrar y salir de cada uno de los personajes?
-El gran hallazgo que Diego tuvo respecto a ese encare es que si bien son dos personajes, el cuerpo siempre es el del hijo. Por más que el que habla sea el padre, emocionalmente está repercutiendo en el cuerpo del hijo. Es muy interesante.
-¿Disfruta más actuando, dirigiendo o escribiendo?
-Yo empecé actuando desde muy chico y después, en la adolescencia, me inicié en la dirección y comencé a escribir como consecuencia de querer dirigir. Pero en los últimos años me tomaron muchísimo el director y el dramaturgo. Lo disfruto a lo loco y creo que la dramaturgia y la dirección me plantean lugares muy desafiantes, con objetivos más claros. Cuando te van tomando el dramaturgo y el director, inevitablemente empezás a actuar menos, primero porque te queda menos tiempo y además porque te llaman menos porque te ven actuar menos. De repente me encuentro con alguna directora que me gusta mucho y me dice '¡ay, no sabía que vos actuabas!' Y sí, yo soy actor. Quedó un poquito relegada esa faceta mía pero siempre estoy hambriento, con ganas de subirme al escenario porque además mi actor me nutre muchísimo para dirigir e incluso para escribir.
-Cuando trabaja como actor, ¿es de opinar sobre la dirección?
-No, cero, porque entiendo que el mayor aporte que puedo hacer es como actor y que ahí lo mejor que tengo para ofrecer es mi intérprete. Sé que el actor tiene que ser colaborativo, participativo y aportar todo lo que tiene, y ahí también está mi ojo de director; pero intento hacerlo sólo desde el lado del actor porque es el mejor lugar que puedo ofrecer en ese momento.
-¿Contento con la buena repercusión que está teniendo 'El brote'? ¿Lo esperaban?
-Teníamos deseos de que guste mucho porque es un espectáculo muy deseado. Empezamos el proyecto sin tener fecha de estreno ni sala. Estuvimos un año ensayando y cuando estrenamos lo hicimos con mucha confianza y tranquilidad. Obviamente que en el teatro a algunos les va a gustar más y a otros menos, no hay una fórmula segura, pero lo hicimos sabiendo que habíamos hecho un recorrido muy nutritivo. Entonces, que de repente las repercusiones sean esas y que tengamos dos semanas de funciones agotadas nos pone felices.
MOVIMIENTO
-¿Qué nos puede adelantar sobre su próximo trabajo con el Ballet Folklórico Nacional?
-Me convocaron para componer un espectáculo y dirigirlo para ellos. Querían algo para toda la familia y yo les expliqué un poco que los shows para toda la familia son realmente para toda la familia y me dieron el ok. Tuve completa libertad creativa y eso me encantó. También algo muy lindo es que tuve que aprender a escribir para movimientos, Me propuse realmente escribir una obra a partir del cuerpo y estamos felices. La idea es estrenar en mayo.
-¿Cómo ve la escena teatral de Buenos Aires en este momento?
-La veo muy variada. Hay muchos espectáculos a los que les va bien, todos los circuitos están teniendo un movimiento fuerte. Pospandemia, tenemos un público que viene con muchas ganas. Con las dificultades que tiene cualquier industria, claro; es difícil proyectar y producir a largo plazo. Pero no es nada a lo que los argentinos no estemos acostumbrados.
-¿Cómo sigue su año?
-Estreno 'La cápsula', después el espectáculo con el Ballet Folklórico Nacional y tengo dos estrenos más para las vacaciones de invierno. Hace dos temporadas que dirijo a Diego Topa y este año vamos con un show completamente nuevo al teatro El Nacional, y después voy a dirigir otro espectáculo para niños para el Centro de Experimentación del Colón, que también estoy escribiendo yo.