DANIEL BALMACEDA REGRESA A LOS AÑOS DE LA `BELLE EPOQUE' ARGENTINA
Un país en calma antes de la tormenta del siglo XX
El período conoció el auge de la inmigración y grandes transformaciones en la moda, el transporte, las comunicaciones y ciertos comportamientos sociales. También fue una etapa de contrates y de violencia ideológica.
Investigó la gastronomía, el amor entre escritores y la evolución de las palabras en la historia argentina. Ahora el periodista y académico Daniel Balmaceda dedicó su nuevo libro a los cambios que experimentaron la moda, el esparcimiento, los transportes y la vida cotidiana en el período -agitado y opulento- que va entre las tres últimas décadas del siglo XIX y el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Historias de la belle époque argentina (Sudamericana) no se estructura de modo cronológico sino temático y reúne curiosidades y anécdotas tan disímiles como el protocolo en los bailes de presentación en sociedad de las jóvenes casaderas o el paseo en auto eléctrico con el que un sobrino nieto agasajó al ex presidente Luis Sáenz Peña. Pero también incluye hechos con resonancia en la actualidad, como el intento de magnicidio del ex presidente Julio Argentino Roca cuando era ministro del Interior de Carlos Pellegrini por un grupo de adolescentes que le dispararon a su carruaje.
GRANDES CAMBIOS
Balmaceda conversó con la agencia Télam sobre aquel período de auge inmigratorio y grandes transformaciones económicas y sociales que marcó la historia moderna del país.
-¿Qué lo atrajo de la "belle époque"?
-Es un momento especial a nivel mundial. Una especie de recreo que se tomó el mundo entre dos guerras (la franco prusiana y la Primera Guerra Mundial) y que se aprovechó para potenciar la innovación y el esparcimiento y fue la puerta de entrada para la modernidad. Si uno mira a su alrededor, la mayoría de lo que ahora tenemos como costumbres en cuanto a ropa, alimentos, esparcimiento, empezó en ese momento. Igual, vale la pena aclarar que fue un momento en el que no se tenía conciencia de que era "bello" o apacible. Esa es una calificación posterior, por contraste con lo que vino después.
-Aunque el nombre mismo tiene una connotación positiva, la "belle époque" sin embargo fue una época de contrastes.
-En la Argentina se dio claramente un contraste entre la clase alta y los trabajadores. Se ve en los palacios y mansiones de la avenida Alvear y los conventillos con habitaciones únicas donde se hacinaban varias personas de la misma familia. Estos contrastes se dieron especialmente en las ciudades que recibieron grandes olas inmigratorias de gente que venía a buscar mejores condiciones de vida: sobre todo en Buenos Aires y Nueva York. Esa llegada masiva generó enormes cambios por la explosión migratoria. Ahí tuvo gran presencia el socialismo que buscaba y promovía cambios dentro del sistema constitucional y el anarquismo que los impulsaba por fuera.
-Para referirse al período recuperó textos de sus otros libros, a los que adaptó o modificó. ¿Cómo fue ese proceso?
-Sí. Porque sucedió que mientras escribía los otros libros empecé a tomarle el gusto a esta época pero en un contexto en que tenía claro que iba hacia otro lado y no quise distraerme. El tema estaba latente y pude recuperarlo después.
-Además de libros y ensayos, ¿qué otras fuentes utilizó para documentar la época?
-Recurrí a los periódicos y revistas que eran muy descriptivos de los acontecimientos políticos y sociales. Pero también a correspondencia y diarios privados, algunos que aún permanecen inéditos.
-El eje adoptado para narrar este período de esplendor es el de la innovación. Se cuentan, por ejemplo los pormenores de la llegada del teléfono a Buenos Aires.
-Eso fue todo un acontecimiento. Fueron 50 o 60 personas escuchando lo que se decía a unas cuadras. Oían voces, aplausos y hasta música. El teléfono ocupó el lugar del telégrafo para distancias cortas. Permitía pasar información rápidamente y por ese motivo comenzó usándose como el telégrafo, acortando las palabras y quitando artículos. Hablaban como si estuviesen mandando un telegrama. "Atención, aquí...". Esto sucedió el primer tiempo hasta que se naturalizó el uso.
-En el caso de otras innovaciones técnicas se trató de asimilarlas a sus antecesoras...
-Sucedió con el automóvil que se hizo a semejanza de los carruajes, con un pescante donde iba el conductor, pero sin caballos. Sólo después adquirió otra forma, más parecida a la actual. Por otra parte, la aparición de los aviones y de las bicicletas se asimiló a los caballos que realizaban carreras en los hipódromos, así que los aviones daban vueltas en el aire en una especie de hipódromo que había en Villa Lugano en 1910, que se llamó "aeródromo"...
-El libro recalca las buenas relaciones que tenía la Sociedad Rural con los gobiernos de la época y los comienzos de la Exposición Anual de Ganadería. ¿Qué características tenía ese momento respecto del campo?
-Es que el aporte del campo era fundamental para la balanza comercial argentina. El trigo y también la carne congelada, que pudo comenzar a exportarse a partir de 1876 con la aparición del barco frigorífico que permitió abrir mercados internacionales, especialmente el europeo. De ahí la importancia de la exposición de la Sociedad Rural. Se trataba de un Estado eminentemente ganadero. Por eso Sarmiento lo promovía. Le dio un lugar en Palermo para funcionar y realizar muestras e impulsó la difusión del alambrado para dividir los campos.
TIEMPO LIBRE
-Durante aquella época el esparcimiento pareció adquirir una gran importancia.
-Claro. Surge el concepto del ocio. En ese sentido, el descanso dominical de 1905 le permitió al trabajador no sólo tener el domingo libre, sino también el sábado a la noche. Fue muy importante para la actividad social, la gente tenía tiempo para salir, entretenerse y hasta enamorarse. Esta posibilidad de esparcimiento derivó en la aparición de las playas en la costa argentina y las actividades recreativas. De esta época son los grandes parques que surgieron en todo el país. También las actividades deportivas: el ciclismo, el atletismo, el tenis, el golf, el fútbol e incluso el cuidado físico y la preocupación por la salud.
-Al hablar del calificativo de "tilingos" se reseñan ciertas tropelías que cometían los jóvenes provenientes de familias acomodadas de la época, algo que podría asimilarse con lo que hacen algunos rugbiers en la actualidad.
-En esta época los "niños bien" de la clase acomodada que nacieron con privilegios se dan cuenta de que les falta "calle" y comienzan a meterse en lugares que desconocen. De ahí vienen los enfrentamientos con los compadritos, por ejemplo, que cuento en el libro. De esta época son las primeras patotas que se formaban entre los jóvenes de esta clase privilegiada para salir a patear tachos de basura o tocar timbres y salir corriendo. Tenían medios y estaban amparados en la impunidad que les daban sus privilegios, su posición social.
-En el prólogo se alude a la inmensa oferta de empleo que había en la época a partir de los avisos clasificados que ocupaban varias páginas de un diario.
-Es notable porque los diarios eran de un tamaño mucho mayor que el de los sábana actuales y tenían cinco o seis páginas de clasificados constituidos por ofertas de trabajo. Por eso llegaban los inmigrantes al país. Sabían que podían encontrar trabajo y ahorrar para enviarle a su familia o para mejorar la situación económica, educativa y social de sus hijos.
-La idea que puso en escena Florencio Sánchez en M'hijo el dotor.
-Era la esperanza de los inmigrantes de que sus hijos progresasen. Es curioso que no se da entre los que no eran inmigrantes. Más bien se conformaban tanto en las clases altas como en las bajas. El abogado quería que su hijo fuese abogado y el boyero, boyero. Los que llegaban querían progresar y mejorar su situación, tenían el objetivo del ascenso social.
(c) Télam